ERTE y ERE: Diferencias y derechos de los trabajadores

ERTE y ERE: Diferencias y derechos de los trabajadores

Publicado el 13 de marzo de 2025


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¿Qué son el ERTE y el ERE?

El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) y el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) son dos mecanismos legales que permiten a las empresas ajustar su plantilla ante situaciones adversas. Aunque ambos términos se utilizan comúnmente en el ámbito laboral, existen diferencias clave entre ellos. Estos procedimientos permiten a las empresas reducir costes sin tener que recurrir al despido, lo que protege el empleo y proporciona a los trabajadores ciertos derechos y compensaciones.

Un ERTE está diseñado para situaciones temporales que afectan a la actividad de la empresa. En estos casos, el trabajador puede ser suspendido temporalmente o reducir su jornada laboral, recibiendo a cambio una prestación económica por parte del Estado. El objetivo de este procedimiento es evitar despidos masivos durante crisis o situaciones económicas difíciles.

Por otro lado, un ERE se utiliza para situaciones más graves, en las cuales la empresa se ve obligada a reducir permanentemente su plantilla. Esto puede implicar despidos masivos o la extinción de contratos laborales de manera definitiva. A diferencia del ERTE, el ERE tiene un carácter permanente y suele tener implicaciones más complejas tanto para la empresa como para los empleados.

Diferencias clave entre ERTE y ERE:

  • Duración: El ERTE es temporal, mientras que el ERE es permanente.
  • Impacto en los trabajadores: En un ERTE, los trabajadores pueden reincorporarse después de un tiempo, pero en un ERE, los trabajadores son despedidos permanentemente.
  • Finalidad: El ERTE busca la reactivación temporal de la empresa, mientras que el ERE busca la reestructuración definitiva.

En resumen, tanto el ERTE como el ERE son herramientas legales importantes para garantizar la estabilidad laboral y económica en situaciones de crisis, aunque sus aplicaciones y efectos difieren considerablemente. Los trabajadores que se vean afectados por cualquiera de estos procedimientos deben conocer sus derechos y las compensaciones disponibles para proteger su bienestar durante estos tiempos difíciles.

Diferencias principales entre ERTE y ERE

Aunque tanto el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) como el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) son mecanismos legales para afrontar crisis económicas en las empresas, presentan diferencias fundamentales que afectan tanto a los trabajadores como a las empresas. A continuación, se detallan las principales diferencias entre ambos procedimientos.

Principales diferencias:

  • Duración: El ERTE es una medida temporal, mientras que el ERE implica una reducción permanente de la plantilla.
  • Impacto en los trabajadores: En un ERTE, los trabajadores pueden regresar a su puesto una vez que termine la crisis, mientras que en un ERE los trabajadores son despedidos de forma definitiva.
  • Requisitos y procedimiento: El ERTE requiere que la empresa justifique una causa temporal, como crisis económica o causas de fuerza mayor, mientras que el ERE suele estar vinculado a causas estructurales y de carácter más grave.
  • Preavisos y indemnizaciones: En un ERTE, no es necesario el despido, por lo que no se contempla indemnización. En cambio, en un ERE, los trabajadores despedidos reciben una indemnización por despido según la legislación vigente.

Estas diferencias marcan un contraste importante en los objetivos y las consecuencias para los empleados y la empresa. Mientras que el ERTE es una medida que busca la conservación temporal del empleo, el ERE representa una solución más drástica y permanente. Es fundamental que tanto empresarios como empleados comprendan las implicaciones legales y laborales de cada uno de estos procedimientos antes de su implementación.

Además, es importante señalar que en tiempos de crisis, como las ocasionadas por la pandemia, los gobiernos suelen flexibilizar las condiciones de los ERTE, facilitando su uso como una herramienta para proteger el empleo en lugar de recurrir al despido masivo, como ocurriría con el ERE. Esto demuestra cómo la legislación laboral puede adaptarse a las circunstancias económicas del momento, ofreciendo opciones más favorables para los trabajadores.

Tipos de ERTE y sus características

El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una herramienta legal que permite a las empresas suspender temporalmente o reducir la jornada laboral de sus trabajadores en situaciones de crisis. Existen diferentes tipos de ERTE, cada uno con características específicas que dependen de la causa que motive su aplicación. A continuación, exploraremos los tipos más comunes de ERTE y sus particularidades.

Tipos de ERTE:

  • ERTE por fuerza mayor: Este tipo de ERTE se aplica cuando una situación externa e imprevisible, como una catástrofe natural o una pandemia, afecta a la empresa. En este caso, los trabajadores pueden ser suspendidos temporalmente o tener su jornada reducida debido a las circunstancias excepcionales.
  • ERTE por causas económicas: Se utiliza cuando la empresa enfrenta dificultades económicas que afectan su viabilidad. Las causas pueden incluir una disminución de la actividad, problemas de liquidez o reducción de ingresos. Este ERTE suele tener un carácter temporal, con la esperanza de que la empresa recupere su estabilidad.
  • ERTE por causas técnicas: Este tipo de ERTE se presenta cuando hay cambios tecnológicos o técnicos en la empresa que afectan la organización del trabajo. Puede incluir la automatización de procesos o la implementación de nuevas herramientas que requieran una reestructuración temporal de la plantilla.
  • ERTE por causas organizativas: Este ERTE se aplica cuando la empresa necesita reorganizarse para mejorar su eficiencia. Puede estar relacionado con la redistribución de puestos de trabajo, la reorganización de turnos o la reestructuración de departamentos.

Es importante destacar que, independientemente del tipo de ERTE, los trabajadores afectados tienen derecho a recibir prestaciones por desempleo durante el periodo de suspensión o reducción de jornada. Además, la empresa está obligada a mantener el puesto de trabajo de los empleados una vez termine la aplicación del ERTE.

En resumen, los diferentes tipos de ERTE permiten a las empresas adaptarse a situaciones adversas sin recurrir al despido, lo que ofrece una solución temporal para ambas partes: trabajadores y empleadores. Cada tipo de ERTE tiene características y requisitos específicos, pero todos comparten el objetivo común de proteger el empleo en tiempos difíciles.

Tipos de ERE y sus características

El ERE (Expediente de Regulación de Empleo) es una medida legal que permite a las empresas reducir permanentemente su plantilla en situaciones graves de reestructuración o dificultades económicas. A diferencia del ERTE, el ERE implica un despido definitivo de los empleados afectados. Existen varios tipos de ERE, cada uno con características específicas que dependen de las circunstancias que lo motivan.

Tipos de ERE:

  • ERE por causas económicas: Este es el tipo de ERE más común y se utiliza cuando la empresa enfrenta dificultades económicas graves que afectan su viabilidad. Las causas pueden incluir una drástica caída de ingresos, pérdidas continuas o un aumento significativo de deudas. Este tipo de ERE justifica la reducción de plantilla para asegurar la estabilidad financiera de la empresa.
  • ERE por causas técnicas: Se aplica cuando la empresa debe adaptarse a nuevos procesos tecnológicos que hacen obsoletos ciertos puestos de trabajo. La automatización, digitalización o la mejora de la eficiencia operativa pueden llevar a la eliminación de empleos en áreas específicas.
  • ERE por causas organizativas: Este tipo de ERE tiene lugar cuando una reestructuración interna de la empresa requiere la eliminación de ciertos puestos. Las reorganizaciones, fusiones o cambios en la estrategia empresarial son algunas de las razones que pueden motivar este tipo de ERE.
  • ERE por causas productivas: Un ERE de este tipo se aplica cuando una disminución en la demanda de productos o servicios obliga a la empresa a reducir personal. Esto puede suceder cuando la producción de bienes o servicios ya no es rentable debido a un descenso en la demanda o a cambios en el mercado.

Los trabajadores afectados por un ERE tienen derecho a recibir una indemnización por despido, que varía según el tipo de contrato y la antigüedad en la empresa. Además, en ciertos casos, los trabajadores pueden acceder a prestaciones por desempleo, aunque esto depende de la legislación vigente y de las condiciones de cada empresa.

En resumen, el ERE es una herramienta legal importante para las empresas en situaciones de crisis, pero tiene un impacto directo en los empleados, que pueden perder sus empleos de forma permanente. Las empresas deben cumplir con una serie de requisitos legales antes de implementar un ERE, y los trabajadores deben estar informados sobre sus derechos y las opciones disponibles en caso de verse afectados.

Derechos de los trabajadores en ERTE

El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una herramienta que permite a las empresas reducir la jornada laboral o suspender temporalmente a los trabajadores ante situaciones de crisis. Durante este periodo, los trabajadores tienen derechos fundamentales que deben ser respetados por la empresa y garantizados por la ley. A continuación, se describen los principales derechos de los trabajadores que se ven afectados por un ERTE.

Principales derechos de los trabajadores en ERTE:

  • Prestación por desempleo: Los trabajadores afectados por un ERTE tienen derecho a recibir una prestación por desempleo, aunque no hayan cotizado el tiempo suficiente para acceder a este beneficio en condiciones normales. Esta ayuda económica es gestionada por los servicios públicos de empleo.
  • Derecho a reincorporación: Los trabajadores tienen derecho a ser reincorporados a sus puestos de trabajo una vez que finalice el ERTE, en las mismas condiciones que tenían antes de la suspensión o reducción de jornada.
  • Mantener sus derechos laborales: Aunque los trabajadores estén suspendidos o tengan su jornada reducida, todos sus derechos laborales, como el derecho a las vacaciones, la antigüedad y el disfrute de permisos, siguen siendo válidos durante el tiempo que dure el ERTE.
  • Derecho a la formación: Durante el ERTE, la empresa tiene la obligación de ofrecer formación a los trabajadores, especialmente si se trata de un ERTE por causas productivas o técnicas, para garantizar que los empleados estén preparados para el retorno al trabajo.

Además de estos derechos, es fundamental que los trabajadores reciban una comunicación clara y detallada sobre los motivos que justifican la aplicación del ERTE, así como sobre la duración estimada y las condiciones de la suspensión o reducción de la jornada. Las empresas deben garantizar que se cumplan todas las normativas establecidas por la legislación laboral durante todo el proceso.

En resumen, aunque el ERTE implica una alteración temporal de las condiciones laborales, los trabajadores siguen gozando de ciertos derechos que les permiten mitigar los efectos negativos de la suspensión o reducción de su jornada. Es esencial que tanto los trabajadores como los empleadores conozcan y respeten estos derechos para garantizar una transición lo más equitativa y justa posible.

Derechos de los trabajadores en ERE

El ERE (Expediente de Regulación de Empleo) implica una medida permanente de reducción de plantilla, ya sea por despidos o extinción de contratos. A diferencia del ERTE, que es temporal, el ERE tiene un impacto directo y definitivo en los trabajadores afectados, quienes deben ser conscientes de sus derechos durante todo el proceso. A continuación, se describen los principales derechos que los trabajadores tienen cuando son afectados por un ERE.

Principales derechos de los trabajadores en ERE:

  • Indemnización por despido: Uno de los derechos más importantes de los trabajadores en un ERE es recibir una indemnización por despido. La cantidad varía según el tipo de contrato y la antigüedad del trabajador, pero en general, se calcula en función de los días trabajados y el salario del empleado.
  • Prestación por desempleo: Los trabajadores afectados por un ERE tienen derecho a acceder a la prestación por desempleo, que es gestionada por los servicios públicos de empleo. Esta prestación varía según el tiempo cotizado y otros factores, pero es una ayuda económica fundamental durante el periodo de búsqueda de nuevo empleo.
  • Derecho a la información: La empresa tiene la obligación de proporcionar a los trabajadores información detallada sobre las causas que motivan el ERE, los criterios de selección de los empleados afectados y el proceso a seguir. Los trabajadores deben ser informados con suficiente antelación y en términos claros.
  • Derecho a recurrir el ERE: En caso de que los trabajadores consideren que el ERE no está justificado o que no se ha seguido el procedimiento adecuado, tienen el derecho de impugnarlo ante la autoridad laboral o los tribunales. En este caso, los empleados pueden solicitar una revisión del expediente o una compensación adicional si se demuestra que la medida es injustificada.

Además de estos derechos, es fundamental que los trabajadores reciban asesoramiento legal y apoyo para garantizar que se cumplan sus derechos durante todo el proceso del ERE. Es importante que se aseguren de que la indemnización y la prestación por desempleo sean adecuadas y que el procedimiento se lleve a cabo conforme a la legislación laboral.

En resumen, aunque un ERE representa una medida drástica para los trabajadores, la ley les otorga una serie de derechos para proteger su bienestar y sus intereses. Es esencial que tanto los trabajadores como las empresas comprendan estos derechos para garantizar un proceso justo y transparente.

Procedimiento de un ERTE

El procedimiento de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es un proceso legal que permite a las empresas suspender temporalmente o reducir la jornada laboral de sus empleados debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de fuerza mayor. Este procedimiento debe seguir una serie de pasos establecidos por la legislación para garantizar que se realice de manera justa y adecuada para todas las partes implicadas. A continuación, se describen los pasos más comunes en el procedimiento de un ERTE.

Pasos en el procedimiento de un ERTE:

  • Inicio del procedimiento: La empresa debe presentar una solicitud ante la autoridad laboral, explicando las razones que justifican la aplicación del ERTE y detallando la duración estimada. Esta solicitud debe ir acompañada de la documentación necesaria que respalde la causa que motiva el ERTE.
  • Consultas con los representantes de los trabajadores: Antes de iniciar el procedimiento, la empresa debe consultar a los representantes de los trabajadores o, si no existen, a los propios trabajadores. Esta consulta tiene como objetivo discutir las causas del ERTE, las medidas adoptadas y cómo afectarán a la plantilla.
  • Comunicación a los trabajadores: Una vez que la empresa haya informado a los representantes de los trabajadores, deberá notificar individualmente a cada trabajador afectado sobre su situación. La notificación debe incluir detalles sobre la suspensión de contrato o la reducción de jornada, así como las condiciones específicas de la medida.
  • Resolución de la autoridad laboral: Tras la presentación de la solicitud y el proceso de consulta, la autoridad laboral evaluará la solicitud y determinará si el ERTE puede llevarse a cabo. En algunos casos, la autoridad laboral puede modificar o denegar el ERTE si considera que las razones no son suficientes o si el procedimiento no ha sido realizado correctamente.
  • Notificación y ejecución: Una vez aprobado el ERTE, la empresa debe notificar a los trabajadores que serán afectados y proceder con la suspensión o reducción de la jornada laboral. Los trabajadores tienen derecho a recibir una compensación económica por parte del Estado, gestionada a través de los servicios públicos de empleo.

Es importante que tanto las empresas como los trabajadores comprendan los detalles del procedimiento y sus derechos. En algunos casos, si la autoridad laboral considera que el ERTE es inapropiado o si los trabajadores no están de acuerdo con las medidas, pueden impugnar el procedimiento ante los tribunales.

En resumen, el procedimiento de un ERTE es un proceso formal que debe seguirse de manera correcta para asegurar que tanto la empresa como los trabajadores reciban el trato adecuado. Las empresas deben cumplir con los requisitos legales y los plazos establecidos para garantizar que el ERTE sea válido, mientras que los trabajadores deben conocer sus derechos y las medidas que se están tomando para proteger su empleo durante el periodo de crisis.

Procedimiento de un ERE

El procedimiento de un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) es un proceso formal que permite a las empresas reducir permanentemente su plantilla debido a diversas razones, como dificultades económicas, técnicas, organizativas o productivas. Este procedimiento, a diferencia del ERTE, implica despidos definitivos de trabajadores, lo que hace necesario un proceso bien regulado para garantizar que los derechos de los empleados sean respetados.

Pasos en el procedimiento de un ERE:

  • Inicio del proceso: La empresa debe presentar un ERE ante la autoridad laboral, acompañado de la justificación de las causas que motivan la necesidad de los despidos. Esto incluye información económica, productiva o técnica que explique la situación de la empresa.
  • Consultas con los representantes de los trabajadores: Antes de iniciar formalmente el procedimiento, la empresa debe abrir un periodo de consultas con los representantes legales de los trabajadores. Durante este periodo, ambas partes deben discutir las causas del ERE, el número de despidos y las condiciones que afectarán a los empleados.
  • Negociación y acuerdo: Durante las consultas, la empresa y los representantes de los trabajadores intentan llegar a un acuerdo sobre las condiciones del ERE. Si se alcanza un acuerdo, se formaliza y se presenta a la autoridad laboral. Si no se llega a un acuerdo, la empresa puede continuar con el proceso, pero la autoridad laboral intervendrá para emitir una resolución.
  • Decisión de la autoridad laboral: La autoridad laboral tiene la responsabilidad de revisar la documentación presentada y evaluar si el ERE está justificado y si se han cumplido los procedimientos legales. Si la autoridad laboral considera que todo está en orden, autoriza el ERE. En caso contrario, puede solicitar modificaciones o rechazar el expediente.
  • Notificación y ejecución: Una vez aprobado, la empresa debe notificar a los trabajadores afectados sobre su despido y ofrecerles la indemnización correspondiente, que depende de su antigüedad y tipo de contrato. Además, se les informa sobre su derecho a acceder a las prestaciones por desempleo.

Este proceso debe ser cuidadosamente seguido para evitar impugnaciones o conflictos legales. La empresa está obligada a respetar los derechos de los trabajadores afectados por el ERE y cumplir con las condiciones acordadas en el proceso de consulta. Es fundamental que los empleados reciban toda la información necesaria sobre sus derechos y las compensaciones a las que tienen derecho.

En resumen, el procedimiento de un ERE es un proceso complejo que involucra varias etapas que van desde la justificación de la medida hasta la ejecución final de los despidos. Durante todo el proceso, tanto la empresa como los trabajadores deben cumplir con los requisitos legales para garantizar que el ERE se lleve a cabo de manera justa y transparente.

Impacto económico de los ERTE y ERE

Los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) y los ERE (Expedientes de Regulación de Empleo) tienen un impacto significativo tanto en las empresas como en los trabajadores. Estas medidas tienen como objetivo principal mitigar los efectos de crisis económicas o de fuerza mayor, pero sus consecuencias se extienden más allá del entorno laboral directo, afectando la economía a nivel macro y microeconómico.

Impacto en las empresas:

  • Reducción de costes laborales: El principal beneficio de un ERTE o ERE para las empresas es la reducción temporal o permanente de costes laborales. Esto permite a las empresas mantenerse a flote en momentos de crisis, evitando gastos excesivos relacionados con salarios y compensaciones, lo cual mejora su liquidez.
  • Flexibilidad operativa: Los ERTE permiten a las empresas ajustar temporalmente su plantilla y reactivarla una vez superada la crisis. Esto da flexibilidad para adaptarse a cambios en la demanda o a nuevas circunstancias económicas.
  • Impacto en la imagen empresarial: Sin embargo, los ERE, debido a los despidos permanentes, pueden tener un impacto negativo en la imagen de la empresa, especialmente si los empleados afectados no reciben una indemnización adecuada o si el proceso no se maneja correctamente.

A pesar de estos beneficios inmediatos, un ERE mal gestionado puede afectar la moral de los empleados restantes, lo que podría generar inestabilidad interna y dificultar la reactivación de la actividad laboral una vez superada la crisis. Además, los despidos masivos pueden generar una pérdida de experiencia y conocimiento en la empresa, lo que afectaría su competitividad a largo plazo.

Impacto en los trabajadores:

  • Desempleo temporal o definitivo: El impacto más directo de un ERTE o ERE en los trabajadores es la pérdida de ingresos. En el caso de los ERTE, los trabajadores reciben prestaciones por desempleo, aunque la cuantía puede ser inferior a sus salarios normales. En el caso del ERE, los despidos son definitivos, lo que implica que los trabajadores perderán su empleo y deberán buscar nuevas oportunidades.
  • Inestabilidad económica personal: Los trabajadores afectados por un ERTE o ERE pueden enfrentar una situación económica complicada, especialmente si no logran acceder rápidamente a un nuevo empleo. La inseguridad en cuanto a los ingresos puede afectar su capacidad para cubrir necesidades básicas, lo que aumenta el estrés y la ansiedad.

Los trabajadores afectados por un ERE tienen derecho a indemnización y a acceder a prestaciones por desempleo, aunque en ocasiones las ayudas no son suficientes para compensar la pérdida total de los ingresos. En algunos casos, también tienen la posibilidad de reclamar si consideran que el proceso no se ha llevado a cabo conforme a la ley o que no se han cumplido sus derechos laborales.

En resumen, tanto los ERTE como los ERE tienen un impacto económico considerable. Mientras que las empresas se benefician de la reducción de costes laborales, los trabajadores enfrentan la incertidumbre y los riesgos asociados con la pérdida temporal o definitiva de su empleo. El manejo adecuado de estos procesos es esencial para mitigar los efectos negativos y garantizar una recuperación económica tanto a nivel empresarial como personal.

Beneficios para las empresas con ERTE y ERE

Los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) y los ERE (Expedientes de Regulación de Empleo) ofrecen una serie de beneficios para las empresas que atraviesan situaciones económicas difíciles. Estas medidas permiten a las organizaciones reducir costes laborales y adaptarse mejor a los cambios en el mercado o a situaciones de crisis, lo que ayuda a asegurar la viabilidad a largo plazo. A continuación, se destacan algunos de los beneficios más importantes de aplicar un ERTE o ERE.

Beneficios de los ERTE para las empresas:

  • Reducción de costes laborales: Los ERTE permiten a las empresas reducir temporalmente los salarios o suspender contratos sin necesidad de recurrir al despido. Esto disminuye los gastos operativos mientras se mantiene la relación laboral con los empleados, lo que facilita la recuperación cuando la situación mejora.
  • Mayor flexibilidad: La posibilidad de suspender temporalmente los contratos o reducir la jornada laboral permite a las empresas ajustarse rápidamente a los cambios en la demanda o a las dificultades económicas, sin comprometerse a despidos definitivos.
  • Apoyo del gobierno: Durante un ERTE, los trabajadores afectados pueden acceder a las prestaciones por desempleo, lo que reduce la carga financiera de la empresa al mantener sueldos más bajos mientras se sigue cumpliendo con la obligación de los trabajadores.

Los ERTE son especialmente útiles en situaciones de crisis económica temporal, como las generadas por eventos imprevistos (por ejemplo, la pandemia de COVID-19). Estos permiten a las empresas mantener la estructura de su plantilla sin incurrir en los costes asociados con despidos masivos, lo que facilita una recuperación más rápida una vez superada la crisis.

Beneficios de los ERE para las empresas:

  • Reducción definitiva de costes: Los ERE permiten a las empresas reducir permanentemente los costes laborales mediante despidos definitivos. Esto puede ser crucial para empresas que enfrentan una reestructuración o problemas financieros a largo plazo y necesitan reducir su plantilla para asegurar su viabilidad.
  • Mejora de la competitividad: Al ajustar su estructura y reducir los gastos laborales, las empresas pueden mejorar su competitividad, lo que les permite mantenerse en el mercado frente a la competencia, especialmente en situaciones de baja demanda o escasez de recursos.
  • Facilita la reestructuración: Los ERE son herramientas útiles en procesos de reestructuración empresarial, como en fusiones o adquisiciones, permitiendo la adaptación de la plantilla a las nuevas necesidades de la empresa.

Aunque los ERE pueden tener un impacto negativo en la moral de los empleados y en la imagen pública de la empresa, son una medida necesaria en casos donde la empresa no puede permitirse mantener una plantilla sobrada en el largo plazo. A través de un ERE, las empresas pueden garantizar su estabilidad y poder continuar operando en un entorno económico difícil.

En resumen, tanto los ERTE como los ERE ofrecen a las empresas la posibilidad de adaptarse a situaciones adversas sin comprometer su viabilidad a largo plazo. Mientras que los ERTE proporcionan una solución temporal para evitar despidos masivos, los ERE permiten una reestructuración definitiva que puede ser necesaria para garantizar la supervivencia empresarial. Ambas herramientas, bien gestionadas, pueden contribuir a la estabilidad financiera y operativa de las empresas en tiempos de crisis.

Preguntas frecuentes

A continuación, respondemos algunas de las preguntas más comunes relacionadas con los ERTE y los ERE. Estas respuestas están diseñadas para aclarar dudas frecuentes y proporcionar información útil tanto para los trabajadores como para las empresas que se enfrentan a estas medidas.

1. ¿Cuál es la diferencia principal entre un ERTE y un ERE?

La diferencia principal es que un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida temporal que permite suspender o reducir la jornada de los trabajadores debido a causas como crisis económicas o problemas transitorios. En cambio, un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) es permanente y suele implicar despidos definitivos de trabajadores debido a causas estructurales o productivas.

2. ¿Qué derechos tienen los trabajadores en un ERTE?

Los trabajadores afectados por un ERTE tienen derecho a recibir una prestación por desempleo, incluso si no han cotizado lo suficiente. Además, conservan sus derechos laborales durante la duración del ERTE, como la antigüedad y las vacaciones, y tienen derecho a reincorporarse a su puesto de trabajo cuando finalice el ERTE.

3. ¿Puedo ser despedido durante un ERTE?

No, durante un ERTE no se pueden realizar despidos. Sin embargo, si la empresa necesita prescindir de algunos empleados, debe iniciar un ERE, lo cual implica un proceso de despido definitivo. Un ERTE solo suspende o reduce la jornada laboral de los trabajadores de manera temporal.

4. ¿Qué ocurre si una empresa no sigue el procedimiento adecuado para aplicar un ERTE o ERE?

Si una empresa no sigue el procedimiento legal para aplicar un ERTE o ERE, los trabajadores afectados pueden impugnar la medida ante los tribunales laborales. En este caso, la empresa podría enfrentarse a sanciones y los trabajadores podrían obtener compensaciones adicionales si se demuestra que se han vulnerado sus derechos.

5. ¿Cuánto tiempo dura un ERTE?

La duración de un ERTE depende de la causa que lo motive. En general, los ERTE están destinados a situaciones temporales y pueden durar desde unos pocos meses hasta un año, aunque en casos excepcionales, se pueden prorrogar. La empresa debe justificar la necesidad de continuar con el ERTE y obtener la aprobación de la autoridad laboral para extenderlo.

Esperamos que estas respuestas hayan aclarado algunas de las dudas más comunes sobre los ERTE y los ERE. Si tienes más preguntas o necesitas asesoramiento específico, no dudes en consultar con un experto en derecho laboral o con los representantes legales de tu empresa.

Conclusión

En resumen, tanto los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) como los ERE (Expedientes de Regulación de Empleo) son herramientas legales esenciales para las empresas que atraviesan situaciones de crisis económicas o imprevistas. Ambas medidas permiten a las organizaciones gestionar su plantilla de manera más flexible, evitando despidos masivos y asegurando la viabilidad a largo plazo. Sin embargo, sus implicaciones son distintas: mientras que los ERTE ofrecen soluciones temporales, los ERE tienen un impacto permanente en los empleados afectados.

Los ERTE, siendo una opción menos drástica, permiten a las empresas reducir sus costes laborales de forma temporal sin perder la relación laboral con los empleados. Esto les da la posibilidad de adaptarse a circunstancias cambiantes y recuperar la normalidad cuando la situación mejora. Además, los trabajadores afectados por un ERTE pueden acceder a ayudas por desempleo y seguir manteniendo sus derechos laborales mientras dure la medida.

Por otro lado, los ERE son necesarios en situaciones más graves y estructurales, donde una empresa debe reducir su plantilla de manera definitiva. Aunque esta medida es más drástica, permite a las empresas reestructurarse y reducir los gastos a largo plazo, lo que les da una mayor competitividad en el mercado. Sin embargo, los trabajadores afectados por un ERE enfrentan despidos permanentes y deben recibir las indemnizaciones correspondientes.

Puntos clave para recordar:

  • ERTE: Medida temporal que reduce costes laborales sin pérdida definitiva de empleo.
  • ERE: Medida permanente que implica despidos definitivos y reestructuración empresarial.
  • Derechos de los trabajadores: Los trabajadores afectados por ambas medidas tienen derechos a prestaciones y, en algunos casos, indemnizaciones.
  • Impacto en las empresas: Ambas medidas permiten a las empresas afrontar situaciones adversas sin recurrir al cierre total.

En conclusión, la correcta implementación de un ERTE o ERE puede ser crucial para la supervivencia de una empresa en tiempos difíciles. Sin embargo, es fundamental que tanto empleadores como empleados conozcan sus derechos y responsabilidades para garantizar que el proceso se lleve a cabo de manera justa y conforme a la ley. Con un enfoque adecuado y una gestión adecuada de estas medidas, las empresas pueden superar momentos difíciles y volver a la normalidad sin perder la confianza de sus empleados ni afectar gravemente su competitividad.

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