
Despido por causas económicas: cómo protegerte legalmente
Publicado el 04 de mayo de 2025
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Índice
Introducción
El despido por causas económicas representa una de las formas de extinción del contrato laboral más delicadas tanto para las empresas como para los trabajadores. Ante la complejidad legal que implica este tipo de despido, es fundamental conocer en profundidad sus fundamentos, las circunstancias que lo justifican y los derechos que asisten a quienes lo sufren. Comprender el proceso y saber actuar de manera adecuada puede marcar una gran diferencia a la hora de defender tus intereses laborales y económicos.
Desde la perspectiva del trabajador, recibir una notificación de despido por causas económicas puede ser desconcertante y generar muchas dudas. ¿Está realmente justificado? ¿Qué derechos tengo? ¿Cómo debo actuar para proteger mi situación? Estas y otras preguntas son habituales y requieren respuestas claras y respaldadas legalmente. En este artículo, te guiaremos paso a paso por todo lo que debes saber para protegerte de forma efectiva ante este tipo de situaciones.
Es importante destacar que el despido por causas económicas no puede aplicarse de forma arbitraria. La empresa debe justificar de manera objetiva la existencia de dificultades económicas reales que afecten a su viabilidad. De lo contrario, el despido podría ser considerado improcedente o incluso nulo, abriendo la puerta a reclamaciones judiciales favorables para el trabajador.
A lo largo de las siguientes secciones, analizaremos los fundamentos legales del despido económico, los requisitos que deben cumplirse, los derechos que puedes ejercer, las vías de reclamación disponibles y las estrategias más eficaces para proteger tus intereses. También resolveremos las dudas más frecuentes a través de un apartado específico de preguntas comunes que te ayudará a entender mejor tu situación y tomar decisiones informadas.
- Qué se entiende exactamente por causas económicas.
- Cómo impugnar un despido que consideres injustificado.
- Qué indemnización te corresponde legalmente.
- Documentación que debes conservar y presentar.
Si te encuentras ante un despido por causas económicas, mantener la calma, informarte correctamente y actuar de manera estratégica puede ser tu mejor defensa. Sigue leyendo para descubrir todos los detalles esenciales y fortalecer tu posición legal desde el primer momento.
¿Qué es el despido por causas económicas?
El despido por causas económicas es una forma de finalización del contrato laboral que se produce cuando una empresa atraviesa una situación financiera negativa que justifica la necesidad de reducir su plantilla. Esta causa de despido está regulada en el ordenamiento jurídico laboral y debe cumplir con una serie de requisitos formales y materiales para ser considerada válida. No basta con una simple afirmación de dificultades económicas; la empresa debe acreditar de manera fehaciente la existencia de pérdidas actuales o previsibles, una disminución persistente de su nivel de ingresos o ventas, o cualquier otra situación que comprometa su viabilidad económica.
Desde el punto de vista legal, este tipo de despido puede afectar tanto a un único trabajador como a un grupo de ellos, dependiendo de la magnitud de la crisis económica que atraviese la empresa. Cuando supera ciertos umbrales establecidos por la ley, puede considerarse despido colectivo, lo que implica la necesidad de tramitar un expediente de regulación de empleo (ERE).
Para que un despido por causas económicas sea procedente, deben cumplirse tres elementos clave: la existencia de una causa económica real, la conexión entre esa causa y la necesidad de amortizar puestos de trabajo, y el cumplimiento de los requisitos formales exigidos por la ley, como la entrega de una carta de despido motivada y el abono de la indemnización correspondiente.
Entre las situaciones más comunes que justifican un despido económico se encuentran:
- Pérdidas económicas actuales o previstas de la empresa.
- Disminución persistente del nivel de ingresos o ventas durante al menos tres trimestres consecutivos.
- Cambio en la demanda de productos o servicios que afecte gravemente a la actividad económica.
- Reestructuraciones necesarias para garantizar la competitividad de la empresa.
Es fundamental entender que no todo despido económico es necesariamente justo. El trabajador despedido tiene derecho a impugnar el despido si considera que la empresa no ha acreditado correctamente la causa alegada o que no se han respetado los procedimientos legales. En esos casos, el despido puede ser declarado improcedente o incluso nulo, lo que conlleva la readmisión del trabajador o el pago de una indemnización superior.
Causas legales del despido económico
El despido por causas económicas está regulado en la legislación laboral y exige la existencia de motivos objetivos que justifiquen la decisión empresarial de extinguir uno o varios contratos de trabajo. Estas causas deben estar debidamente fundamentadas, documentadas y comunicadas al trabajador afectado. La normativa vigente establece que no cualquier dificultad económica puede dar lugar a un despido, sino que deben concurrir circunstancias específicas reconocidas como legales.
Según el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores, las causas legales que permiten un despido económico incluyen las siguientes situaciones:
- Existencia de pérdidas actuales o previstas de carácter persistente.
- Disminución sostenida de ingresos o ventas durante al menos tres trimestres consecutivos.
- Problemas de liquidez que comprometan la viabilidad de la empresa.
- Necesidad de optimizar recursos para garantizar la supervivencia empresarial.
- Alteraciones graves en la demanda del mercado que afecten a la actividad económica.
Para acreditar legalmente la causa económica, la empresa debe presentar documentación contable que refleje la situación: balances de pérdidas y ganancias, informes de auditores, disminución de facturación o cualquier otra prueba que respalde la necesidad de reducir plantilla. La falta de pruebas puede dar lugar a que el despido sea declarado improcedente.
Es esencial que el despido guarde una relación directa entre la situación económica alegada y la necesidad de amortizar puestos de trabajo. No basta con señalar una dificultad financiera de forma genérica; debe justificarse cómo esa dificultad afecta específicamente a la necesidad de prescindir de determinados empleados. Además, la empresa debe respetar ciertos requisitos formales, como la entrega de una carta de despido que detalle de manera clara y concreta las razones económicas que motivan la decisión.
Entender las causas legales que fundamentan un despido económico te permitirá analizar si la actuación de tu empresa ha sido correcta y, en caso contrario, podrás impugnar la decisión para defender tus derechos laborales.
Derechos del trabajador despedido
Cuando un trabajador es despedido por causas económicas, la legislación laboral le reconoce una serie de derechos que deben ser respetados de forma estricta por la empresa. Conocer estos derechos resulta fundamental para garantizar que el despido se lleva a cabo conforme a la ley y para saber cómo actuar en caso de que se vulneren las garantías básicas establecidas. No importa la gravedad de la situación económica de la empresa: el trabajador sigue siendo titular de derechos irrenunciables.
A continuación, detallamos los principales derechos que protegen al trabajador en caso de despido por causas económicas:
- Recepción de una carta de despido por escrito, especificando claramente los motivos económicos que justifican la decisión.
- Cobro de una indemnización correspondiente, salvo que la empresa demuestre su insolvencia o acuerdo contrario válido.
- Acceso a prestaciones por desempleo si se cumplen los requisitos exigidos por la Seguridad Social.
- Posibilidad de impugnar el despido si se considera injustificado, improcedente o nulo.
- Derecho a recibir un finiquito con todos los conceptos pendientes: salarios, pagas extras, vacaciones no disfrutadas, entre otros.
Es importante subrayar que si la empresa no entrega una carta de despido motivada, o si la justificación económica no se acredita debidamente, el despido puede ser declarado improcedente. En tal caso, el trabajador tendría derecho a ser readmitido o a recibir una indemnización mayor.
Además, el trabajador despedido puede solicitar asesoramiento jurídico especializado para valorar si el despido se ha producido conforme a derecho y decidir si es conveniente iniciar acciones legales. El plazo para impugnar un despido es breve: únicamente 20 días hábiles desde la fecha de efectos del despido. Este límite temporal resalta la importancia de actuar con agilidad y de recopilar toda la documentación necesaria para una posible reclamación.
Entender y hacer valer tus derechos no solo te permitirá reclamar lo que te corresponde, sino también proteger tu futuro laboral y económico frente a situaciones injustas o irregulares. Si crees que tu despido por causas económicas no se ajusta a la ley, es fundamental que busques apoyo profesional cuanto antes.
Cómo impugnar un despido económico
Impugnar un despido económico es un derecho que todo trabajador puede ejercer si considera que la empresa no ha justificado adecuadamente la causa alegada o no ha respetado los procedimientos legales. El objetivo principal de la impugnación es obtener el reconocimiento de la improcedencia o nulidad del despido, lo que puede dar lugar a una indemnización más elevada o incluso a la readmisión en el puesto de trabajo. Actuar de forma rápida y organizada es esencial, ya que los plazos para reclamar son muy estrictos.
Para iniciar el proceso de impugnación, es fundamental seguir una serie de pasos que aseguren la correcta defensa de tus derechos laborales:
- Recopilar toda la documentación relacionada con el despido: carta de despido, comunicaciones de la empresa, nóminas, contratos y cualquier otra prueba relevante.
- Presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) correspondiente.
- Asistir al acto de conciliación, donde se intentará llegar a un acuerdo con la empresa para evitar el juicio.
- Si no hay acuerdo, interponer una demanda ante el Juzgado de lo Social en el plazo de 20 días hábiles desde el despido.
- Solicitar, si es necesario, pruebas periciales o contables que acrediten la situación económica real de la empresa.
Es crucial que la papeleta de conciliación esté correctamente redactada, incluyendo todos los hechos y fundamentos legales, ya que será la base del posterior procedimiento judicial. Contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho laboral puede marcar la diferencia en el resultado del caso.
Durante el juicio, el trabajador podrá demostrar que el despido no cumple con los requisitos legales exigidos o que la causa económica alegada no justifica la extinción de su contrato. Si el juez considera que el despido es improcedente, condenará a la empresa a optar entre readmitir al trabajador en las mismas condiciones o indemnizarlo de forma adecuada. En caso de que se demuestre una vulneración de derechos fundamentales, el despido podría ser declarado nulo, obligando a la readmisión inmediata y al pago de los salarios dejados de percibir.
La impugnación de un despido económico no solo busca una compensación económica justa, sino que también representa una forma de exigir el cumplimiento estricto de los derechos laborales y combatir posibles abusos empresariales. No dejes pasar el tiempo y actúa con decisión si crees que tu despido no se ajusta a la legalidad.
Indemnización por despido económico
La indemnización por despido económico constituye un derecho fundamental del trabajador afectado por este tipo de extinción contractual. Aunque la empresa pueda justificar razones económicas, ello no exime de la obligación de compensar al trabajador por la ruptura anticipada del vínculo laboral. La cuantía de esta indemnización y las condiciones de su pago están claramente reguladas por la normativa laboral vigente, ofreciendo garantías para proteger al trabajador ante situaciones de vulnerabilidad económica.
En términos generales, el importe de la indemnización por despido objetivo por causas económicas se calcula de la siguiente manera:
- 20 días de salario por cada año de servicio en la empresa.
- Con un máximo de 12 mensualidades.
- El salario diario de referencia incluye el sueldo base y los complementos salariales.
La indemnización debe ser puesta a disposición del trabajador en el mismo momento en que se le entrega la carta de despido. Si la empresa no abona la indemnización en ese instante, deberá justificar una causa de imposibilidad económica que pueda ser debidamente acreditada.
Es importante señalar que, en caso de que el despido sea impugnado judicialmente y se declare improcedente, el trabajador tendrá derecho a una indemnización superior: 33 días de salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades. Además, si el despido se declara nulo, la empresa estará obligada a readmitir al trabajador y a abonarle los salarios de tramitación.
Antes de aceptar cualquier finiquito o acuerdo de despido, es fundamental revisar cuidadosamente los cálculos de la indemnización ofrecida, ya que errores o intentos de minorar la cuantía son más frecuentes de lo que parece. Contar con el apoyo de un abogado laboralista puede ser crucial para garantizar que se respeten todos los derechos económicos derivados del despido.
Papeles y documentos necesarios
En un proceso de despido por causas económicas, la correcta gestión y conservación de la documentación es fundamental para proteger tus derechos y facilitar una posible reclamación legal. Contar con los papeles adecuados puede ser determinante a la hora de demostrar irregularidades, acreditar tu relación laboral o calcular indemnizaciones. Por ello, es crucial saber qué documentos debes reunir desde el primer momento en que se produce el despido.
A continuación, te detallamos los principales documentos que debes solicitar, conservar y revisar cuidadosamente:
- Carta de despido: debe incluir los motivos económicos alegados y la fecha de efectos del despido.
- Finiquito: documento que refleja los importes pendientes de abonar (salarios, vacaciones no disfrutadas, pagas extras, etc.).
- Contrato de trabajo y anexos: para acreditar antigüedad, condiciones laborales y posibles modificaciones.
- Nóminas de los últimos meses: útiles para calcular correctamente la indemnización y verificar irregularidades.
- Vida laboral actualizada: documento oficial que certifica tus cotizaciones y períodos trabajados.
- Comunicaciones de la empresa: correos electrónicos, cartas o cualquier documento que pueda servir de prueba.
Antes de firmar cualquier documento, especialmente el finiquito o la carta de despido, es recomendable añadir la expresión "no conforme" si tienes dudas o si deseas reservarte el derecho a impugnar el despido posteriormente. Esta simple anotación puede ser clave en un proceso judicial.
Además, si decides impugnar el despido, necesitarás recopilar toda la información contable y económica de la empresa que puedas obtener, como balances, cuentas anuales o informes de auditoría. En algunos casos, esta documentación será solicitada directamente al juzgado mediante diligencias probatorias si la empresa no la facilita de forma voluntaria.
Mantener organizada toda esta documentación desde el inicio no solo agilizará cualquier reclamación que decidas interponer, sino que también fortalecerá tu posición frente a una posible negociación o procedimiento judicial. Una correcta preparación documental es, sin duda, un paso esencial para proteger tus derechos laborales tras un despido económico.
Preguntas Frecuentes
A continuación resolvemos algunas de las preguntas más comunes que suelen surgir cuando un trabajador se enfrenta a un despido por causas económicas. Conocer las respuestas te permitirá actuar con mayor seguridad y defender tus derechos de manera más eficaz en un momento tan delicado.
¿Cuánta indemnización me corresponde por despido económico?
En caso de despido por causas económicas, tienes derecho a una indemnización de 20 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Si el despido se declara improcedente, esta cuantía puede aumentar a 33 días de salario por año, con un límite de 24 mensualidades.
¿Cómo se demuestra que un despido económico es improcedente?
Para demostrar la improcedencia, se debe acreditar que la empresa no ha justificado de manera adecuada la causa económica alegada o que ha incumplido los requisitos formales del despido. La falta de documentación contable, una justificación genérica o errores procedimentales pueden ser claves para impugnarlo.
¿Qué plazo tengo para reclamar un despido económico?
El plazo para presentar una papeleta de conciliación impugnando el despido es de 20 días hábiles desde la fecha de efectos del mismo. Este plazo es muy estricto y no se interrumpe salvo en casos excepcionales, por lo que es fundamental actuar con rapidez.
¿Puedo cobrar el paro tras un despido económico?
Sí, tras un despido por causas económicas tienes derecho a solicitar la prestación por desempleo siempre que cumplas los requisitos exigidos, como haber cotizado un mínimo de 360 días en los últimos seis años y estar inscrito como demandante de empleo.
¿Es obligatorio firmar la carta de despido?
No estás obligado a firmar la carta de despido. Si decides firmarla, es recomendable anotar la expresión "no conforme" junto a tu firma para poder impugnar posteriormente el despido si lo consideras necesario. Firmar sin reservas podría interpretarse como una aceptación de las condiciones.
Consejos legales para protegerse
Afrontar un despido por causas económicas puede ser un proceso complicado y emocionalmente desafiante. Sin embargo, actuar de manera estratégica desde el primer momento puede marcar la diferencia entre aceptar condiciones injustas o proteger eficazmente tus derechos laborales. A continuación, te ofrecemos una serie de consejos legales que te ayudarán a defender tu posición de manera sólida y segura.
Para protegerte legalmente en caso de despido económico, es fundamental seguir estos pasos:
- Revisa detenidamente la carta de despido y solicita asesoramiento legal antes de firmarla o aceptar cualquier acuerdo.
- Añade siempre la expresión "no conforme" al firmar cualquier documento relacionado con el despido.
- Conserva toda la documentación laboral: contrato, nóminas, comunicaciones, vida laboral, entre otros.
- Presenta la papeleta de conciliación dentro del plazo legal de 20 días hábiles si decides impugnar el despido.
- Solicita pruebas económicas de la empresa si sospechas que la causa alegada no está debidamente justificada.
No firmes ningún finiquito o acuerdo de indemnización sin antes entender completamente sus implicaciones legales. Un error común es aceptar cantidades menores de las que realmente corresponden, lo que puede limitar tus opciones de reclamación posteriores.
Además, es altamente recomendable contactar con un abogado laboralista especializado en despidos económicos. Un profesional podrá asesorarte adecuadamente sobre la viabilidad de tu caso, negociar mejores condiciones o iniciar un proceso judicial en defensa de tus derechos. Recuerda que, en muchos casos, los honorarios de estos abogados se adaptan al resultado obtenido, facilitando así el acceso a la justicia.
Por último, no subestimes la importancia de mantener la calma y actuar con rapidez. Un despido no solo afecta tu estabilidad económica, sino también tu autoestima y bienestar. Protegerte legalmente es también una forma de cuidar tu futuro profesional y personal.
Conclusión
Enfrentarse a un despido por causas económicas puede ser una experiencia compleja y desafiante, tanto desde el punto de vista emocional como legal. Sin embargo, conocer en profundidad los derechos que te asisten, las obligaciones de la empresa y las herramientas disponibles para defender tu posición, puede marcar una diferencia crucial en el resultado final. La información, la anticipación y el apoyo profesional son claves para protegerte eficazmente.
Como hemos visto a lo largo de este artículo, el despido económico debe cumplir con requisitos muy concretos para ser considerado procedente. No basta con que la empresa alegue dificultades financieras; debe acreditarlas con pruebas sólidas y seguir un procedimiento legalmente establecido. De lo contrario, podrías impugnar el despido y obtener una indemnización superior o incluso la readmisión en tu puesto de trabajo.
Recuerda que el tiempo es un factor determinante: dispones de un plazo muy breve de 20 días hábiles para iniciar cualquier reclamación. No dejes pasar la oportunidad de defender tus derechos laborales y proteger tu futuro profesional.
Para ello, es fundamental actuar con rapidez, recopilar toda la documentación necesaria, firmar siempre "no conforme" si tienes dudas y, sobre todo, contar con el asesoramiento de un abogado laboralista especializado en despidos. Un buen asesoramiento puede orientarte sobre las mejores opciones en tu caso concreto y ayudarte a obtener la compensación que mereces.
En definitiva, ante un despido por causas económicas, no estás solo. Con la información adecuada, una estrategia correcta y el respaldo profesional necesario, puedes afrontar esta situación de forma mucho más segura, garantizando que se respeten tus derechos y asegurando una salida laboral digna y justa.