
Despido por WhatsApp: cómo defender tus derechos
Publicado el 08 de agosto de 2025
📖 Tiempo estimado de lectura: 16 min
Índice
- Qué es un despido por WhatsApp y validez legal
- Cómo conservar y preparar las pruebas de WhatsApp
- Primeros pasos inmediatos tras el mensaje de despido
- Plazos clave y calendario de actuación
- Reclamación extrajudicial: respuesta y burofax
- Conciliación ante el SMAC o servicio de mediación
- Demanda por despido: nulo vs improcedente
- Cálculo de indemnización y salarios
- Errores frecuentes y cómo evitarlos
- Preguntas frecuentes
Qué es un despido por WhatsApp y validez legal
El despido por WhatsApp es la comunicación del fin de la relación laboral mediante un mensaje de mensajería instantánea. Aunque cada vez es más habitual que la empresa use canales digitales, la normativa laboral exige que la decisión extintiva se comunique por escrito y con causas claras. El problema surge cuando la empresa sustituye la “carta de despido” por un breve texto en WhatsApp, a veces sin fecha, sin firma ni explicación. Esta práctica genera indefensión y abre la puerta a impugnar la decisión por defectos formales y de fondo. Si has recibido un mensaje de tu superior indicando que “no vuelvas mañana” o “estamos prescindiendo de ti”, estás ante un escenario impugnable en el que la palabra clave es actuar rápido.
La validez jurídica de un despido comunicado por WhatsApp dependerá del contenido y de si existe una carta formal complementaria. Si el mensaje se limita a anunciar el cese sin explicar motivos, sin preaviso y sin poner a tu disposición la indemnización que corresponda, es muy probable que el despido sea calificado como improcedente. En algunos supuestos, cuando además existen vulneraciones de derechos fundamentales —por ejemplo, discriminación, represalia por reclamar salarios, baja por maternidad o paternidad, o ejercicio de derechos de conciliación— el despido por WhatsApp puede llegar a ser declarado nulo, con readmisión y abono de salarios de tramitación.
Idea clave: el uso de WhatsApp no convierte el despido en “automáticamente válido”. Sin carta de despido, sin causas y sin respeto de plazos, hay una alta probabilidad de éxito al impugnar.
Desde el punto de vista probatorio, un despido por WhatsApp deja rastro digital: contenido del chat, fecha y hora del envío, información del remitente, e incluso los metadatos si fuera necesario. Esto es útil para reconstruir la cronología. No obstante, la empresa puede intentar “arreglar” el error enviando posteriormente una carta formal. Por eso, proteger cada mensaje, tomar capturas certificables y reaccionar por escrito —sin admitir hechos que no correspondan— se vuelve esencial. En resumen: la comunicación por WhatsApp puede ser una evidencia a tu favor y, combinada con los requisitos formales del despido, te abre vías sólidas para defender tus derechos.
Cómo conservar y preparar las pruebas de WhatsApp
Las pruebas son el corazón de tu reclamación. Ante un despido por WhatsApp, tu primera tarea es asegurar la integridad de los mensajes y del contexto. Evita borrar el chat, modificar el móvil o responder impulsivamente. Realiza copias de seguridad y exporta la conversación completa en formato texto y con archivos adjuntos. Conserva las capturas de pantalla que muestren remitente, número de teléfono, fecha y hora, y el contenido exacto del mensaje de despido. Si hay notas de voz, descárgalas y guarda los archivos originales. Todo esto ayuda a que, en juicio, la conversación sea trazable y verificable.
Para reforzar la fuerza probatoria, considera elevar las capturas a un sistema de certificación: acta notarial de presencia, servicio de certificación digital de evidencias o un peritaje informático cuando sea necesario. Si en el chat hay información sensible (datos personales de terceros), pide asesoramiento para anonimizar lo accesorio y mantener lo relevante. Además, reúne pruebas complementarias: nóminas, contratos, comunicaciones internas, cuadrantes de turnos, correos electrónicos, testigos y cualquier documento que muestre tu relación laboral real —muy útil cuando existían contratos verbales, falsos autónomos o subcontratación confusa.
- Exporta el chat completo en formato original y guarda las capturas clave.
- Solicita certificado o acta notarial si prevés impugnación judicial.
- Conserva nóminas, contrato, cuadrantes y cualquier instrucción de trabajo.
- Evita alterar el móvil; haz copias en nube segura y en disco externo.
Si sospechas que la empresa intentará negar el envío, es útil verificar que el número pertenece al responsable o a la empresa, por ejemplo, cotejando tarjetas, firmas de correo, organigramas o comunicaciones previas del mismo teléfono. Finalmente, documenta la cronología: día y hora del mensaje, cuándo cesó el acceso a tus herramientas de trabajo, si te impidieron entrar al centro o si te bloquearon el usuario. Una línea temporal clara aporta credibilidad y evita dudas en conciliación y juicio.
Primeros pasos inmediatos tras el mensaje de despido
Tras recibir un despido por WhatsApp, controla el impulso de responder de forma emocional. Tu objetivo es ganar tiempo, asegurar pruebas y fijar una posición sólida. Primero, captura el mensaje de despido y guarda el chat completo. Segundo, verifica si la empresa ha enviado carta formal de despido o fin de contrato. Si no existe, la falta de carta es una debilidad de la empresa. Tercero, registra por escrito tu disposición a trabajar: un mensaje respetuoso indicando que te presentarás en tu horario habitual salvo instrucción en contrario o que solicitas la carta formal y la liquidación. Este gesto es útil si más adelante se discute un abandono del puesto o una supuesta baja voluntaria.
En paralelo, empieza a organizar la documentación laboral: contrato, últimas nóminas, comunicaciones internas y cualquier documento que refleje tus funciones reales. Considera pedir asesoramiento profesional cuanto antes, ya que los plazos para impugnar son muy breves. Si tienes objetos personales en el centro de trabajo, solicita por escrito un horario para recogerlos. Si custodiabas material de la empresa, ofrece devolverlo contra recibo; mostrarás buena fe y evitarás reclamaciones posteriores.
Acción táctica: exige la carta de despido. Si la empresa no la entrega, quedará en evidencia el defecto formal y aumentarán tus opciones de lograr una calificación favorable (improcedente o incluso nulo).
Por último, toma decisiones de comunicación: si vas a contestar por WhatsApp, sé breve y profesional; mejor aún, traslada la conversación a un canal formal —correo electrónico y posteriormente burofax— para dejar constancia robusta. Evita admitir faltas o justificar hechos que no han ocurrido. Si te ofrecen “firmar algo” sin tiempo para leer, pide copia y plazo de revisión; una firma precipitada puede cerrar puertas. Con calma, método y orden, tus primeros pasos marcarán la diferencia entre un caso débil y una impugnación con altas probabilidades de éxito.
Plazos clave y calendario de actuación
El tiempo es crítico en cualquier despido por WhatsApp. El plazo general para impugnar el despido es de 20 días hábiles desde la fecha de efectos del cese. Dentro de ese margen, normalmente deberás presentar papeleta de conciliación ante el servicio administrativo correspondiente (por ejemplo, SMAC o el organismo autonómico equivalente). Este trámite interrumpe los plazos para presentar demanda judicial y busca un acuerdo previo. No esperes a última hora: reservar cita, obtener documentación y preparar la papeleta requiere organización.
Configura un calendario claro: día 0, recepción del WhatsApp; día 1–3, recopilación de pruebas y solicitud de carta de despido; día 4–10, redacción y presentación de papeleta de conciliación; día 11–20, celebración del acto de conciliación y, si no hay acuerdo, preparación de la demanda. En paralelo, tramita tu prestación por desempleo si procede; no impide impugnar. Si la empresa pretende convertir el WhatsApp en un “aviso informal” y más tarde te envía una carta con otra fecha, conserva ambas comunicaciones y documenta el perjuicio. La precisión en las fechas ayuda a fijar salarios de tramitación en casos de nulidad, indemnizaciones y cálculo de finiquito.
- 20 días hábiles para impugnar el despido desde su efecto.
- Papeleta de conciliación previa a la demanda judicial.
- La presentación de la papeleta interrumpe el plazo para demandar.
- Guarda constancia de cada fecha: WhatsApp, preaviso, fin de acceso, entrega de llaves.
Si trabajabas a turnos, en teletrabajo o con horarios variables, documenta cuándo dejaste de prestar servicios. Si hubo vacaciones, baja médica o permisos, registra esos periodos. En muchas ocasiones, pequeñas diferencias de días cambian la calificación y los importes. Un cronograma preciso te permitirá llegar a conciliación y a juicio con una posición más fuerte, evitando excepciones procesales y dudas sobre el dies a quo.
Reclamación extrajudicial: respuesta y burofax
Responder a un despido por WhatsApp por la misma vía puede ser insuficiente. Para ganar solidez, traslada tu postura a un medio fehaciente: el burofax con certificación de texto y acuse de recibo es el estándar. En él, indica que la empresa ha comunicado el cese por WhatsApp, solicita la carta de despido formal, el detalle de las causas, la liquidación/finiquito y, si corresponde, la puesta a disposición de la indemnización. Expón tu voluntad de prestar servicios en tanto no exista cese válido y pide instrucciones claras sobre la continuidad o no en el puesto. Este enfoque evita que la empresa alegue abandono y fortalece tu posición ante una eventual conciliación o juicio.
Si la empresa contesta con una carta tardía o contradictoria, incorpórala al expediente y analiza incoherencias: fechas inconsistentes, causas genéricas, falta de pruebas de bajo rendimiento o inexistencia de expedientes sancionadores previos. Mantén un tono respetuoso y técnico, evitando descalificaciones. La reclamación extrajudicial también puede incluir requerimientos de entrega de documentación: copias de nóminas, vida laboral interna, cuadrantes y cualquier material que te haga falta para cuantificar finiquito e indemnizaciones.
Consejo práctico: envía el burofax dentro de los primeros días. Demuestra proactividad, fija tu versión de los hechos y te aporta una prueba contundente de tu oposición al despido por WhatsApp.
Además, prepara comunicaciones paralelas por correo electrónico para tu uso documental diario. Si hay negociación, resume acuerdos por escrito y exige confirmación. Evita acordar verbalmente “arreglos” que luego no se cumplen. Una negociación bien documentada puede desembocar en un acuerdo ventajoso en conciliación o, al menos, revelar la debilidad de la empresa de cara al juicio.
Conciliación ante el SMAC o servicio de mediación
La conciliación administrativa es un paso previo habitual antes de la vía judicial en un despido por WhatsApp. En la papeleta debes identificar a las partes, exponer los hechos (comunicación por WhatsApp, falta de carta, fechas), la calificación que solicitas (nulidad o improcedencia) y las cantidades orientativas reclamadas (salarios, indemnización, finiquito). Aunque no se exige una precisión matemática, una cuantificación aproximada ayuda a negociar. En el acto de conciliación, un letrado conciliador intentará aproximar posturas. Puedes alcanzar un acuerdo (indemnización, reconocimiento de improcedencia, finiquito, certificados) o dejar constancia de “sin avenencia” para acudir a juicio.
Prepara la sesión con un guion: hechos clave, documentos ordenados, importes y objetivos mínimos. Si la empresa alega causas disciplinarias, pide concreción: fechas, pruebas, testigos. Si invoca causas objetivas, revisa si ofrecieron preaviso o indemnización simultánea. La comunicación por WhatsApp suele jugar a tu favor: revela precipitación y escaso cumplimiento formal. No aceptes propuestas que impliquen renuncias genéricas a derechos sin contrapartidas reales. Si surge acuerdo, pide que se refleje con claridad, que incluya plazos de pago y que conste la forma de entrega (transferencia, cheque certificado) y las consecuencias del incumplimiento.
- Llega con cronología, chat impreso y cálculo orientativo de cantidades.
- Define tu “mínimo aceptable” y evita renuncias amplias e injustificadas.
- Si no hay acuerdo, pide constancia de “sin avenencia” y pasa a demanda.
Si la otra parte no comparece, también queda constancia, lo que puede tener efectos en costas o valoración judicial posterior. Sea cual sea el resultado, sal de la conciliación con copias selladas, ya que reinician el cómputo para presentar la demanda. Mantén el foco: el objetivo es transformar un despido informal por WhatsApp en un resultado justo, ya sea por acuerdo razonable o por sentencia favorable.
Demanda por despido: nulo vs improcedente
Si la conciliación no prospere, la demanda por despido es el siguiente paso. Debes fijar con claridad tu pretensión principal: nulidad o improcedencia. La nulidad se asocia a vulneración de derechos fundamentales (discriminación, represalia, embarazo, maternidad/paternidad, permisos de conciliación, actividad sindical), lo que conlleva readmisión y salarios de tramitación. La improcedencia, por su parte, procede cuando la empresa incumple requisitos formales (por ejemplo, comunicar por WhatsApp sin carta) o no acredita causa suficiente. En tal caso, la empresa elegirá entre readmitirte o indemnizarte, pero sin salarios de tramitación salvo opción de readmisión.
En la demanda incorpora la conversación de WhatsApp, el burofax, la cronología y la documentación laboral. Si existieron represalias por reclamar horas extra, impagos o irregularidades, destácalo con fechas y pruebas. El uso del WhatsApp, aunque no invalida por sí solo, revela informalidad y suele debilitar la defensa empresarial, especialmente cuando no hay carta ni causa concreta. Solicita, en su caso, medidas de tutela de derechos fundamentales y una inversión de la carga probatoria si procede. Prepara tu interrogatorio y el de testigos con base en hechos verificables y documentos consistentes.
Claves de estrategia: definir bien la pretensión principal (nulidad o improcedencia), mantener coherencia entre hechos y pruebas, y cuantificar con rigor los importes reclamados para evitar sorpresas.
Durante el proceso, la empresa puede ofrecer acuerdos. Valóralos en función de tus opciones probatorias y del tiempo. En juicios por despido, la agilidad y la solidez documental suelen inclinar la balanza. Recuerda que la sentencia puede ser recurrida, pero lo decisivo es presentar un caso bien armado desde el principio, con el despido por WhatsApp como anclaje probatorio de la precipitación y el incumplimiento de formas.
Cálculo de indemnización y salarios
Para negociar o litigar con criterio necesitas estimar importes. En un despido improcedente, la indemnización se calcula en función del salario y la antigüedad, aplicando los tramos legales vigentes. Además, revisa el finiquito: parte proporcional de pagas extra, vacaciones devengadas y no disfrutadas, y otros conceptos pendientes (incentivos, horas extra, pluses). Si la empresa te comunicó el cese por WhatsApp sin poner a disposición la indemnización o sin respetar preaviso en un objetivo, esa omisión puede incrementar tus opciones de improcedencia.
El salario regulador debe incluir retribuciones fijas y variables habituales. Si cobraste variables con regularidad, documenta su promedio. Recaba nóminas de los últimos doce meses, listados de variables y justificantes de pagos. No olvides valorar posibles diferencias salariales, horas extra impagadas o categorías profesionales inferiores a las funciones reales, pues pueden influir en el salario base de cálculo. La precisión financiera te sitúa en una posición fuerte para lograr un acuerdo o para sostener tu pretensión en juicio.
- Determina salario regulador con todos los conceptos habituales.
- Calcula finiquito: pagas extra y vacaciones proporcionales.
- Conserva nóminas y justificantes de variables; promedia con criterio.
- Valora intereses y actualizaciones desde la fecha del despido.
Si tu objetivo es la nulidad, el foco no es la indemnización, sino la readmisión con salarios de tramitación. Aun así, conviene tener cifras orientativas para explorar soluciones intermedias. Un buen cálculo facilita acuerdos realistas y evita aceptar cantidades que no reflejen tus derechos. El despido por WhatsApp, por su carácter informal, suele venir acompañado de errores en pagos finales; revísalos con lupa antes de firmar ningún recibo.
Errores frecuentes y cómo evitarlos
En situaciones tensas, es fácil cometer fallos que debilitan tu caso. Uno habitual es responder al despido por WhatsApp con mensajes largos y emocionales que admiten hechos innecesarios. Mantén la calma y traslada la discusión a canales formales. Otro error es no pedir la carta de despido o no insistir en que te la entreguen; sin carta, la empresa deja un hueco formal importante. También es frecuente no presentar papeleta de conciliación a tiempo o dejar caducar el plazo de 20 días hábiles.
Evita firmar finiquitos o documentos ambiguos sin leer, especialmente si incluyen renuncias amplias a acciones legales. No entregues material de la empresa sin recibo ni dejes objetos personales sin recoger; ambas situaciones suelen originar problemas. Tampoco te confíes con las capturas de pantalla: sin certificación o exportación completa, la otra parte puede cuestionar su integridad. Finalmente, no esperes a tener “todas” las pruebas para actuar: el tiempo corre y la estrategia procesal permite completar documentación en fases sucesivas.
- No respondas en caliente; profesionaliza la comunicación.
- Exige carta de despido y documenta cada fecha relevante.
- Presenta la papeleta de conciliación dentro del plazo.
- Certifica las pruebas de WhatsApp y guarda los archivos originales.
- No firmes renuncias ni acuerdos confusos sin asesoramiento.
Recordatorio estratégico: un despido por WhatsApp te da argumentos sólidos si actúas con método. Prueba robusta, plazos controlados y reclamaciones claras son el triángulo que convierte una comunicación informal en una ventaja procesal.
Preguntas frecuentes
¿Es válido un despido por WhatsApp? Depende del contenido y de si existe carta formal con causas. Un simple mensaje suele ser un defecto formal grave que empuja a la improcedencia, y en ciertos supuestos, a la nulidad.
¿Qué plazo tengo para impugnar? 20 días hábiles desde la fecha de efectos del despido. Antes de demandar, normalmente presentarás papeleta de conciliación que interrumpe el plazo.
¿Cómo aporto las pruebas de WhatsApp? Exporta el chat completo, realiza capturas con fecha y remitente visibles y, si es posible, certifica el contenido mediante acta notarial o servicio de evidencias digitales.
¿Qué puedo reclamar? Según el caso: readmisión con salarios de tramitación (nulidad) o indemnización por improcedencia, además de finiquito, diferencias salariales y otras cantidades debidas.
¿Conviene responder por WhatsApp? Puedes dejar constancia mínima, pero es preferible formalizar por correo y burofax exigiendo carta de despido, causas y liquidación para fortalecer tu posición.
Si has recibido un despido por WhatsApp, recuerda: protege las pruebas, controla los plazos y formaliza tus reclamaciones. Con una estrategia adecuada, aumentan significativamente tus opciones de obtener un resultado favorable.