Abogado para reclamar horas extras no pagadas

Abogado para reclamar horas extras no pagadas

Publicado el 25 de octubre de 2025


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Qué son las horas extras no pagadas

Las horas extras no pagadas son aquellas horas de trabajo que superan la jornada ordinaria pactada en contrato o en convenio colectivo y que, pese a haberse realizado, no han sido retribuidas ni compensadas con descanso equivalente. En España, la regla general es que las horas extraordinarias deben abonarse o compensarse, respetando límites anuales y condiciones fijadas por el Estatuto de los Trabajadores y el convenio aplicable. No toda prolongación de jornada es automáticamente “extra”: conviene distinguir entre horas complementarias (en contratos a tiempo parcial, con requisitos específicos), prolongaciones puntuales por fuerza mayor, y disponibilidad no efectiva (guardias, localización), que pueden tener un tratamiento retributivo distinto.

Un punto clave es el registro horario obligatorio. Desde 2019, las empresas deben llevar un registro diario de la jornada que incluya hora de inicio y fin. Ese documento, junto con cuadrantes, fichajes y nóminas, permite verificar si se han superado las horas ordinarias. Cuando se constata exceso de jornada y la empresa ni compensa con descanso ni paga, surge un derecho de crédito salarial a favor del trabajador.

También hay límites: normalmente no se pueden realizar más de 80 horas extraordinarias al año (salvo supuestos de fuerza mayor), y ciertas figuras, como el trabajo nocturno o los turnos, pueden tener recargos específicos. Además, el convenio puede fijar un valor superior al salario hora ordinario para cada hora extra. Si la empresa intenta “incluirlas” de forma genérica en complementos absorbibles o en un salario global sin desglose, suele vulnerar la transparencia retributiva, lo que facilita la reclamación.

Resumen práctico: si has trabajado por encima de tu jornada y no te lo han pagado ni compensado con descanso, probablemente tengas derecho a reclamar. La clave es documentarlo bien y actuar dentro de plazo.

Cómo identificar y calcular lo adeudado

El primer paso para reclamar horas extras no pagadas es identificar con precisión el exceso de jornada. Compara la jornada ordinaria (según contrato y convenio) con el tiempo realmente trabajado en cada periodo. Para ello, utiliza el registro horario, fichajes (tarjetas, apps, tornos), cuadrantes, partes de trabajo, correos de asignación de turnos, capturas de sistemas de tareas y mensajes de mensajería corporativa que evidencien disponibilidad y actividad.

Una vez confirmado el exceso, calcula el valor de cada hora. Toma como base el salario hora ordinario (sueldo bruto anual dividido entre horas anuales ordinarias fijadas por convenio). Si el convenio establece recargo específico para horas extraordinarias —por ejemplo, un porcentaje sobre el valor hora—, aplícalo. Si se trata de nocturnidad, domingos o festivos, revisa los pluses correspondientes, porque pueden coexistir (salvo que se indique lo contrario). Es importante desglosar por meses, ya que la prescripción opera mensualmente.

  • Determina jornada anual u horaria ordinaria del convenio.
  • Calcula el valor hora ordinaria (sueldo bruto/horas anuales).
  • Aplica recargos por horas extra/nocturnidad/festivos si proceden.
  • Cuantifica mes a mes para facilitar conciliación y demanda.

Consejo: construye una hoja de cálculo con columnas por día (entrada/salida/pausa), total diario, total mensual, horas ordinarias y horas excedidas. Añade columna de “importe debido” por hora, y otra de “observaciones” (p. ej., incidencias o cambios de turno). Esa tabla será la base de tu reclamación y una herramienta clave para tu abogado.

Plazos legales y prescripción

Las reclamaciones de cantidad por salarios, incluidas las horas extraordinarias, prescriben en el plazo de un año desde que pudieron exigirse. Esto significa que cada mes adeudado tiene “su propio reloj”: no esperes a acumular demasiado, porque irás perdiendo meses por prescripción. El cómputo se interrumpe con reclamación fehaciente (por ejemplo, un burofax) o con la presentación de la papeleta de conciliación, pero conviene no apurar los plazos.

Además del plazo de prescripción, debes considerar posibles plazos internos del convenio para solicitar compensación en tiempo de descanso si esa vía te interesa. En términos prácticos, la mayoría de trabajadores opta por la reclamación económica cuando el volumen de horas es significativo o cuando la empresa no ofrece descanso real y efectivo.

Regla de oro: actúa en cuanto detectes impago. Reúne pruebas, calcula la cuantía y lanza requerimiento por escrito, dejando constancia de fecha. Si no hay acuerdo, presenta cuanto antes la papeleta de conciliación para interrumpir la prescripción.

Pruebas clave para reclamar

En una reclamación por horas extras no pagadas, la prueba es determinante. El registro horario es el eje central, pero no el único. A falta de registro fiable, cobran fuerza otros indicios y documentos: fichajes electrónicos, histórico de turnos, partes de trabajo, tickets de tareas, correos de asignación con horarios, capturas de herramientas de proyecto, mensajes de WhatsApp/Slack/Teams, geolocalización de rutas (en comerciales o técnicos) y evidencias de acceso a sistemas (VPN, fichas de llamadas, etc.).

La jurisprudencia valora la coherencia del conjunto probatorio. Por ejemplo, si demuestras entradas y salidas por tornos, y a la vez constan correos enviados fuera de horario de forma habitual, se refuerza la existencia de exceso de jornada. Las nóminas también son relevantes: si no incluyen concepto de horas extraordinarias o descansos compensatorios, y el convenio establece su pago, constituyen un indicio de impago. Recuerda cuidar la cadena de custodia: guarda originales o copias certificadas, exporta datos con sello de tiempo y evita alteraciones.

  • Registro horario y cuadrantes.
  • Nóminas y recibos salariales.
  • Emails, chats, tickets, accesos a sistemas.
  • Partes de trabajo y hojas de ruta.

Tip práctico: acompaña tu hoja de cálculo con enlaces o referencias a cada prueba (p. ej., “ver fichaje 12/03, app X”). Facilita al juez una narrativa clara y cronológica.

Vía amistosa y negociación

Antes de judicializar, muchas reclamaciones se resuelven con un requerimiento amistoso bien planteado. Es recomendable enviar una comunicación por escrito a la empresa exponiendo: periodos afectados, cálculo detallado, base legal (convenio y Estatuto), propuesta de solución (pago en nómina, fraccionamiento, o descanso compensatorio real) y un plazo razonable de respuesta. Un tono profesional, orientado a solucionar, multiplica las opciones de acuerdo y reduce el conflicto interno.

Si la empresa está abierta a negociar, valora fórmulas mixtas: abono de una parte y concesión de días de descanso, reconocimiento de pluses mal abonados, o regularización futura del registro horario. Deja todo por escrito mediante acuerdo transaccional, firmado por ambas partes, con renuncias expresas solo respecto a lo efectivamente satisfecho (evita renuncias genéricas de derechos futuros).

En paralelo, guarda control del tiempo: si el acuerdo no llega, no retrases la fase administrativa o judicial, porque la prescripción corre. Un abogado laboralista puede redactar el requerimiento y encauzar la negociación con solvencia técnica y visión estratégica.

Conciliación previa (SMAC)

Para la mayoría de reclamaciones de cantidad es obligatoria la conciliación administrativa previa ante el servicio público competente (SMAC o equivalente autonómico). Presentar la papeleta de conciliación interrumpe la prescripción y abre una ventana para alcanzar un acuerdo sin ir a juicio. En la papeleta debes identificar con precisión a la empresa, describir los hechos (exceso de jornada, periodos, horas y base del cálculo) y la cantidad reclamada, adjuntando —si es posible— un resumen de tu cómputo.

En el acto de conciliación, que suele ser breve, pueden darse tres escenarios: “con avenencia” (acuerdo), “sin avenencia” (no acuerdo) o incomparecencia de alguna de las partes. Si hay acuerdo, se homologa y tiene eficacia ejecutiva; si no lo hay, se abre la vía judicial. Es importante acudir con una postura clara de mínimos y máximos y valorar, con tu abogado, la fortaleza probatoria y el coste de oportunidad de litigar.

Recomendación: prepara un cuadro-resumen de cantidades por meses y conceptos (horas extra, nocturnidad, festivos, intereses) para poder negociar con agilidad y evitar discusiones difusas.

Demanda judicial y proceso monitorio laboral

Si la conciliación fracasa, podrás presentar demanda ante la jurisdicción social. No existen tasas para el trabajador y, aunque no es obligatoria la asistencia letrada, contar con un abogado laboralista incrementa la calidad técnica de la demanda y la estrategia probatoria. En la demanda se detallan los hechos, se cuantifica con precisión la deuda, se aportan documentos y se solicita el interés por mora salarial.

Para determinadas deudas documentadas, la Ley reguladora de la jurisdicción social prevé el proceso monitorio laboral, pensado para reclamaciones de cantidad claras y exigibles. Si la empresa no se opone, se despacha ejecución; si se opone, el asunto se transforma en juicio. En el juicio, el juez valorará especialmente la existencia de registro horario y la coherencia de tu cómputo. Salvo temeridad o mala fe, no suele haber condena en costas al trabajador.

  • Demanda bien cuantificada y documentada.
  • Posibilidad de monitorio laboral si la deuda es clara.
  • Intereses por mora y actualización de cantidades.

Claves del éxito: coherencia narrativa, pruebas ordenadas, cálculo transparente y petición jurídicamente ajustada a tu convenio y al Estatuto.

Cuánto puedo recuperar e intereses

La cuantía a recuperar dependerá del número de horas excedidas, del valor hora ordinaria, de los recargos por horas extraordinarias que marque el convenio y de pluses compatibles (nocturnidad, festivos). A ello se añade, habitualmente, el interés por mora salarial, que opera como penalización por el retraso en el pago. Este interés puede suponer un incremento significativo de la cantidad final cuando la deuda se ha prolongado en el tiempo.

Para una estimación realista, conviene proyectar varios escenarios: conservador (solo horas claras y documentadas), base (horas claras + indicios fuertes) y máximo (todas las horas que resultan del patrón de exceso de jornada). Esta metodología ayuda a negociar en SMAC y a decidir si transar o litigar. Recuerda que la empresa intentará oponer compensaciones (descansos concedidos) o pactos de disponibilidad; revisa la validez de esos pactos y si cumplen requisitos formales.

Consejo de abogado: no “inflar” el cálculo. Un cómputo prudente, bien probado y alineado con el convenio suele tener más recorrido que una cifra abultada sin respaldo documental.

Casos especiales y supuestos frecuentes

Existen sectores y situaciones donde las horas extras no pagadas aparecen con mayor frecuencia o presentan particularidades. En turnos rotativos y trabajo nocturno, los pluses pueden coexistir con las horas extraordinarias; conviene distinguir qué parte se debe a exceso de jornada y qué parte a recargo por nocturnidad o festivo. En teletrabajo, la disponibilidad constante y los correos fuera de horario generan indicios de exceso; el derecho a la desconexión digital refuerza la posición del trabajador cuando la empresa exige responder de forma sistemática más allá de la jornada.

En comerciales y técnicos con rutas, los partes de visita, GPS de vehículos y tiempos de desplazamiento son fundamentales para acreditar el tiempo efectivo. En hostelería y comercio, la práctica de “echar una mano” al cierre sin fichaje debe combatirse con registro fiable y testifical. Los contratos a tiempo parcial tienen reglas propias para horas complementarias: si se superan límites o no se cumplen requisitos de preaviso, pueden devenir horas extraordinarias encubiertas.

  • Teletrabajo y desconexión digital.
  • Turnos, nocturnidad y festivos.
  • Rutas y desplazamientos efectivos.
  • Tiempo parcial y horas complementarias.

Si eres autónomo dependiente (TRADE) o becario, revisa si existe relación laboral encubierta: la calificación jurídica correcta determina el derecho a reclamar salarios y horas.

Cómo elegir abogado especializado

Elegir un abogado para reclamar horas extras no pagadas marca la diferencia. Busca un profesional especializado en derecho laboral, con experiencia en reclamaciones de cantidad y negociación en SMAC. Pide una primera evaluación basada en tu documentación (registro, nóminas, cuadrantes) y solicita una estimación de escenarios y probabilidades. Transparencia en honorarios: hoja de encargo clara, con detalle de servicios (requerimiento, papeleta, negociación, demanda y vistas), forma de pago y, si procede, un porcentaje de éxito moderado y razonable.

Valora la estrategia y la comunicación. Un buen abogado te ayudará a ordenar las pruebas, a pulir el cálculo y a decidir cuándo transar y cuándo litigar. Pregunta por su experiencia en tu sector y por resoluciones recientes. La confianza es clave: tu caso requiere coordinación para recopilar evidencias, respetar plazos y sostener una narrativa coherente frente a la empresa y, si llega, ante el juez.

Checklist de elección: especialización laboral, experiencia en horas extra, propuesta de estrategia, claridad en honorarios y buena sintonía personal y profesional.

Preguntas frecuentes

¿Puedo reclamar si la empresa “compensa” con un plus fijo? Sí, si ese plus no refleja las horas realmente realizadas ni su valor específico como horas extraordinarias, puede considerarse insuficiente. La transparencia retributiva exige identificar y desglosar conceptos.

¿Qué pasa si no hay registro horario? La falta de registro no impide reclamar. Se refuerzan otros medios de prueba (fichajes alternativos, emails, testigos, partes de trabajo). Además, la ausencia de registro puede volverse en contra de la empresa.

¿Puedo pedir descanso en lugar de dinero? Sí, si el convenio o un acuerdo individual lo prevé, pero debe ser descanso real y en plazo razonable. Si no se disfruta, subsiste el derecho al abono económico.

¿Necesito abogado? No es obligatorio, pero muy recomendable. Un abogado laboralista optimiza el cálculo, ordena la prueba, protege los plazos y mejora la negociación y el resultado final.

¿Cuánto tarda el proceso? Depende de si hay acuerdo en SMAC y de la carga del juzgado. Muchas reclamaciones se resuelven en conciliación; si hay juicio, puede alargarse varios meses.

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