Abogado para reclamar antigüedad laboral no reconocida
Publicado el 05 de noviembre de 2025
📖 Tiempo estimado de lectura: 9 min
Índice
- ¿Qué es la antigüedad laboral?
- ¿Cuándo puedes reclamar la antigüedad?
- Pruebas y documentación necesaria
- Cómo calcular trienios y diferencias salariales
- Vía extrajudicial: burofax y negociación
- Demanda ante lo social: pasos y plazos
- Errores frecuentes y cómo evitarlos
- Casos especiales: subrogación, ETT y temporales
- Preguntas frecuentes
¿Qué es la antigüedad laboral?
La antigüedad laboral es el tiempo total que una persona ha prestado servicios para una empresa o para el mismo grupo empresarial, y que, según el convenio colectivo o el contrato, suele generar complementos retributivos (trienios, quinquenios u otros pluses), así como preferencia en ascensos, movilidad interna o acceso a determinados derechos. Cuando la empresa no reconoce la fecha real de inicio o computa erróneamente los periodos trabajados, se produce una antigüedad no reconocida, con impacto directo en la nómina y en la proyección profesional.
Este cómputo puede verse afectado por múltiples situaciones: interrupciones breves entre contratos temporales, cambios de categoría, traslados entre sociedades del mismo grupo, subrogaciones en sectores con sucesión de contratas, reingresos tras excedencia y servicios prestados por ETT. La clave es identificar si existe continuidad real de la relación laboral, aunque formalmente haya variaciones. La jurisprudencia suele valorar la realidad efectiva del servicio, la unidad del vínculo y las obligaciones empresariales de conservación de derechos.
Reconocer la antigüedad correcta no solo aumenta el salario mediante complementos sino que incide en indemnizaciones por despido, cálculo de pagas extra, pluses de convenio y, en ocasiones, en la clasificación profesional. Por ello, abordar a tiempo la regularización evita perder importes que, acumulados, pueden ser significativos. Un abogado para reclamar antigüedad laboral no reconocida analiza el historial del trabajador, el convenio aplicable y la documentación que prueba la continuidad, para preparar una estrategia de reclamación sólida, gradual y eficiente.
Idea clave: la antigüedad se vincula a la realidad del servicio y al marco del convenio. Si trabajaste de forma continuada, incluso con contratos sucesivos o cambios de empresa del mismo grupo, es probable que tengas derecho a su reconocimiento íntegro.
¿Cuándo puedes reclamar la antigüedad?
La reclamación de antigüedad suele plantearse cuando detectas que tu nómina no incluye trienios/quinquenios que deberían computarse desde una fecha anterior, cuando la empresa fija como “alta” la de tu último contrato ignorando periodos previos, o ante un cambio de empresa por subrogación donde no se respeta el tiempo acumulado. Es habitual descubrirlo al revisar un convenio colectivo que establece complementos por antigüedad o al preparar una reclamación de cantidades por diferencias salariales.
Respecto a los plazos, las diferencias salariales ordinariamente pueden reclamarse por el periodo no prescrito (en la práctica, el lapso reciente que marque la ley aplicable), y el reconocimiento de la fecha de antigüedad se solicita de forma declarativa, con efectos económicos retroactivos dentro del periodo reclamable. Ante un despido, la fecha correcta de antigüedad es esencial para la indemnización; por eso, conviene regularizar antes o acumular la acción si procede.
También puedes reclamar si fuiste contratado por ETT y después por la empresa usuaria sin solución de continuidad, si hubo sucesión de contratas y tu actividad se mantuvo, o si encadenaste contratos temporales en idéntico puesto. En todos los casos, el criterio de continuidad material pesa más que los formalismos documentales. Un abogado laboralista evaluará si es viable una negociación directa o si conviene acudir al órgano administrativo de conciliación y, en última instancia, a la jurisdicción social.
- Detecta el problema al revisar nóminas, convenio y vida laboral.
- Valora plazos de reclamación y efectos económicos.
- Decide estrategia: negociación, conciliación o demanda.
Pruebas y documentación necesaria
La fortaleza de una reclamación de antigüedad reside en demostrar que la relación laboral ha sido continua o que, pese a cambios formales, no se produjo ruptura real del vínculo. Para ello, reúne una carpeta probatoria ordenada con todos los documentos relevantes: contratos (incluidos los temporales iniciales), prórrogas, anexos y cartas de subrogación; nóminas correlativas; certificados de empresa; partes de trabajo; horarios; cuadrantes; correos electrónicos internos; comunicados de dirección y cualquier instrucción que evidencie que seguiste en el mismo puesto o servicio sin interrupciones efectivas.
La vida laboral es útil para situar altas y bajas, pero no siempre refleja la continuidad material. Si hubo contratas sucesivas, incorpora pliegos, comunicaciones a los trabajadores o actas de subrogación del comité. En ETT, añade los contratos de puesta a disposición y la posterior contratación directa por la usuaria. Si trabajaste para distintas sociedades del mismo grupo, recoge organigramas, informes de auditoría interna, firmas de directivos comunes o manuales que prueben unidad de dirección.
También resultan valiosos testimonios de compañeros, capturas de sistemas de fichaje, credenciales de acceso, tickets de parking, correos del supervisor o evidencias de continuidad en proyectos sin solución de continuidad. Un abogado para reclamar antigüedad laboral no reconocida te ayudará a indexar las pruebas y a redactar un relato cronológico claro: fechas, funciones, ubicación, jerarquía y retribución. Cuanto más clara sea la línea temporal y más coherentes los documentos, más opciones tendrás de que se reconozca la fecha correcta.
Consejo práctico: crea una línea de tiempo con tres columnas —fecha, hecho, documento— y adjunta los archivos con nombres normalizados (AAAA-MM-DD_descripcion.pdf). Facilita la revisión y fortalece tu caso.
Cómo calcular trienios y diferencias salariales
Para estimar el impacto económico, identifica el convenio colectivo aplicable y su regulación de antigüedad (trienios, quinquenios u otro sistema). Determina la fecha real de inicio que pretendes ver reconocida y suma los periodos continuados. A continuación, calcula los complementos que te correspondían en cada tramo temporal y compáralos con lo efectivamente percibido en nómina. La diferencia resultante es la cuantía a reclamar en concepto de diferencias salariales, a lo que pueden añadirse intereses y efectos sobre pagas extra.
Si tu convenio fija el trienio como un porcentaje del salario base, aplica ese porcentaje a cada periodo en el que ya tenías derecho. Si establece importes fijos por nivel profesional, cruza la categoría con la tabla salarial histórica. Considera además el efecto en indemnizaciones por despido o extinción de contrato, donde la antigüedad ajusta el módulo de cálculo. No olvides revisar si los pluses de antigüedad cotizan (impactando en prestaciones futuras).
Para ser sistemático, muchos profesionales utilizan una hoja de cálculo con pestañas por año: en cada una, introducen salario base, pluses fijos, número de trienios devengados y percibidos, y la diferencia mensual multiplicada por las mensualidades. Este enfoque facilita negociar porque puedes justificar cada cifra. Un abogado laboralista validará los criterios de cómputo, verificará la vigencia del convenio en cada año y preparará un cuadro-resumen comprensible para conciliación o juicio.
- Localiza el convenio y su regulación de antigüedad.
- Define la fecha de inicio real y los periodos continuados.
- Construye una tabla de diferencias con respaldo documental.
Vía extrajudicial: burofax y negociación
Antes de acudir al juzgado, suele ser recomendable una reclamación extrajudicial bien planteada. El objetivo es doble: interrumpir plazos y abrir una puerta a la regularización sin litigio. Un burofax con certificación de contenido expone la fecha de antigüedad que solicitas, el fundamento (documental y convencional) y una propuesta económica detallada con el cuadro de diferencias salariales. Se adjuntan copias relevantes y se concede un plazo razonable para contestar.
Durante la negociación, es clave separar el reconocimiento declarativo de la fecha —que no debería ser discutible si la continuidad es clara— de los efectos retroactivos. Muchas empresas acceden a fijar correctamente la antigüedad a futuro y negocian un pago único o fraccionado por las diferencias no prescritas. En ocasiones, puede pactarse la regularización en nómina desde el mes siguiente y una compensación por atrasos, vinculada a la renuncia a acciones adicionales. Un abogado para reclamar antigüedad laboral no reconocida diseña escenarios de acuerdo realistas y protege tus derechos al firmar.
Si recibes una negativa genérica, solicita reunión con RR. HH. y aporta el cuadro comparativo. Evita confrontaciones personales: centra el diálogo en el convenio, la continuidad y las cifras. Documenta cada intercambio por escrito para dejar rastro. Si no hay acuerdo, el siguiente paso será la conciliación administrativa, requisito previo a la vía judicial en muchos casos.
Tip de negociación: ofrece alternativas (pago único, fraccionado, mejoras en otros conceptos) y establece un calendario. La flexibilidad bien planificada incrementa las opciones de salida pactada.
Errores frecuentes y cómo evitarlos
Uno de los errores más comunes es confiar únicamente en la vida laboral como prueba de continuidad. Aunque es útil, no demuestra por sí sola la realidad del servicio entre empresas del mismo grupo o en subrogaciones. Otro error es no revisar el convenio aplicable en cada periodo; las reglas de antigüedad pueden cambiar y afectar tanto a la fecha de devengo como a la cuantía de los pluses. También es frecuente calcular mal los trienios por aplicar porcentajes sobre conceptos que no corresponden o por omitir el efecto en pagas extra.
Muchos trabajadores llegan tarde a reclamar por desconocimiento de plazos, perdiendo parte de las cantidades. Evítalo interrumpiendo plazos con burofax y presentando la papeleta a tiempo. Asimismo, presentar documentos desordenados, sin índice ni correlación, dificulta la negociación y la prueba. Organiza tu expediente y numera anexos. Finalmente, no subestimes el valor de los testimonios: compañeros que acrediten que seguiste en el mismo puesto, mismo horario y mismas funciones pueden resultar decisivos.
Para minimizar riesgos, busca cuanto antes un abogado para reclamar antigüedad laboral no reconocida. Un profesional contrastará tu relato con la documentación, identificará lagunas y te ayudará a preparar una narrativa consistente. Además, preverá objeciones típicas de la empresa (pausas entre contratos, cambios de razón social, traslados internos) y aportará la doctrina que refuerza la continuidad material.
Checklist rápido: convenio correcto, cálculo verificado, burofax enviado, prueba ordenada, testigos localizados y cronología cerrada.
Casos especiales: subrogación, ETT y temporales
En sectores con subrogación obligatoria por convenio (limpieza, seguridad, mantenimiento, contact center, entre otros), la continuidad de los trabajadores entre contratas está protegida. Si has sido subrogado, tu antigüedad suele mantenerse íntegra, computando desde el primer contrato con la contrata saliente. Reúne cartas de subrogación, pliegos y comunicaciones. Si la nueva contrata desconoce tu fecha real, puedes reclamar su corrección y las diferencias salariales derivadas.
Con ETT, es habitual empezar prestando servicios a través de la agencia y pasar a la empresa usuaria sin interrupción. Aunque cambie el empleador formal, la antigüedad puede reconocerse desde el inicio del servicio, especialmente si las funciones, el puesto y el centro se mantienen idénticos. Aporta contratos de puesta a disposición, partes de trabajo y nóminas de ambos periodos. En contratos temporales encadenados dentro de la misma empresa o grupo, la jurisprudencia suele analizar si hubo un uso abusivo de la temporalidad para cubrir necesidades permanentes, lo que refuerza el cómputo continuo.
Otra casuística relevante es la movilidad intra-grupo: cambios entre sociedades con idéntica dirección efectiva, mismas herramientas, mismo supervisor y objetivos comunes. Estos indicadores apuntan a unidad de empresa y a conservación de derechos. También merecen atención las excedencias con reserva de puesto, los reingresos y las novaciones de contrato que no interrumpen la prestación real. En todos los supuestos, el análisis fino de hechos y documentos es determinante para fijar la fecha correcta.
- Subrogación: aporta cartas y comunicaciones.
- ETT: continuidad de puesto/centro refuerza la antigüedad.
- Temporales encadenados: vigila la unidad del vínculo.
Preguntas frecuentes
¿Puedo reclamar la antigüedad si cambié de empresa dentro del mismo grupo? Sí, si existe unidad de dirección y continuidad real en funciones, horarios, centro y supervisión. Los documentos internos y los organigramas ayudan a demostrarlo. El reconocimiento impactará en pluses de antigüedad y, en su caso, en indemnizaciones.
Trabajé por ETT y luego me contrataron directamente. ¿Cuenta desde el primer día? A menudo sí, cuando no hay interrupciones y el puesto es el mismo. Reúne contratos de puesta a disposición, nóminas y evidencias de continuidad. Un profesional evaluará la viabilidad y el modo de acreditarlo.
Mi convenio eliminó los trienios. ¿Pierdo lo devengado? Las reglas dependen del convenio y su transitoriedad. En muchos casos, lo ya devengado se respeta; lo suprimido opera a futuro. Es crucial analizar la redacción concreta y su calendario de aplicación.
¿Qué pasa si hubo un parón corto entre contratos? Una pausa breve no siempre rompe la continuidad material. Si seguiste en el mismo puesto y servicio, con el mismo mando y tareas, es defendible el cómputo íntegro. La prueba documental y testifical será clave.
¿Necesito abogado para reclamar la antigüedad laboral no reconocida? No es obligatorio, pero sí altamente recomendable. Un abogado optimiza la estrategia, cuantifica correctamente y evita errores que pueden reducir tu recuperación económica.