Indemnización por despido en contratos temporales
Guía clara sobre indemnización por despido en contratos temporales: cuándo procede, cálculo, plazos y cómo reclamar para maximizar tu compensación.
Índice
- Conceptos clave de la indemnización en temporales
- Cuándo procede y cuándo no procede la indemnización
- Cómo calcular la indemnización paso a paso
- Documentación, pruebas y nómina base para el cálculo
- Plazos, preaviso y finiquito: qué debes vigilar
- Fraude de ley: encadenamiento y falso temporal
- Casos especiales: obra y servicio, interinidad, fijo-discontinuo
- Cómo reclamar, negociar y mediar: pasos prácticos
- Errores frecuentes y consejos para maximizar tu compensación
- Preguntas frecuentes
Conceptos clave de la indemnización en temporales
La indemnización por despido en contratos temporales es la compensación económica que puede corresponderte cuando la relación laboral concluye por decisión empresarial o por finalización de contrato en determinadas circunstancias. Entender las piezas básicas es esencial para defender tus derechos: tipo de contrato (eventual por circunstancias de la producción, obra y servicio —ya en desuso—, interinidad/sustitución, fijo-discontinuo, formativo), causa de la extinción (fin de contrato, desistimiento, despido objetivo o disciplinario) y salario regulador (base para el cálculo).
En términos generales, cuando un contrato temporal finaliza correctamente por llegada de su término y la causa es lícita, suele existir derecho a una indemnización por fin de contrato, distinta del finiquito. Si la empresa extingue antes del término sin causa válida, o camufla un despido como fin de contrato, podría hablarse de despido improcedente o nulo, con indemnizaciones superiores o incluso readmisión.
Clave rápida: distingue siempre entre finiquito (salarios pendientes, vacaciones no disfrutadas, prorrata de pagas) y indemnización (compensación por la extinción). Son conceptos diferentes y acumulables cuando proceda.
El salario regulador suele incluir el salario base y complementos fijos habituales. Las variables se integran con promedios. Sobre esa base se aplican los días de indemnización que correspondan según la causa de extinción. Dominar estos elementos te permite detectar errores comunes de cálculo y negociar con argumentos sólidos.
Cuándo procede y cuándo no procede la indemnización
En los contratos temporales válidos, la llegada del término o la finalización de la causa que lo justificó puede dar derecho a una indemnización por fin de contrato. Por regla general, en los temporales comunes se reconoce una compensación por cada año trabajado (con el prorrateo correspondiente) al finalizar legalmente el vínculo. Ahora bien, hay modalidades (históricas o específicas) con matices: las interinidades clásicas por sustitución no generaban indemnización por fin de contrato, mientras que los eventuales sí lo hacían.
Si la empresa extingue antes de tiempo sin causa objetiva acreditada, si utiliza una causa disciplinaria sin pruebas o si la temporalidad era fraudulenta (trabajo estructural y no coyuntural), puede considerarse despido improcedente. En tal caso, la indemnización no es la de fin de contrato, sino la del régimen de improcedencia, habitualmente muy superior. Si el despido vulnera derechos fundamentales (discriminación, represalias, protección de maternidad, etc.), podría declararse nulo, con readmisión y salarios de tramitación.
- Procede indemnización por fin de contrato si se cumple la causa temporal y el término.
- Procede indemnización por despido improcedente si no hay causa válida o la temporalidad era fraudulenta.
- No procede la de fin de contrato si la modalidad concreta no la reconoce, o si hay dimisión del trabajador.
Diferenciar la vía correcta es fundamental para no conformarte con menos de lo debido. Revisa la carta de extinción, la causa invocada y tu trayectoria de funciones.
Cómo calcular la indemnización paso a paso
El cálculo combina dos elementos: días de indemnización por año trabajado según la causa de extinción y salario regulador diario o mensual. Primero, determina el salario regulador: suma salario base y complementos fijos; incluye variables promediándolas (bonus, comisiones) si son habituales. Calcula el salario diario dividiendo el anual entre 365 o el mensual entre 30 (según criterios organizativos habituales), manteniendo coherencia.
Segundo, fija la tarifa de días aplicable. Para fin de contrato temporal válido se usa la cifra legal vigente en cada momento; para improcedencia se aplica la propia del despido improcedente, con topes por año y límites máximos de mensualidades. Tercero, computa la antigüedad real: fecha de inicio y fin, incluyendo prórrogas. Si hay interrupciones relevantes, valora si forman unidad (fraude por encadenamiento) o períodos separados.
Fórmula orientativa: Indemnización = (Salario diario) × (Días por año) × (Años trabajados prorrateados). Revisa topes y redondeos que apliquen según la modalidad y la jurisprudencia vigente.
Finalmente, contrasta el resultado con el finiquito. La empresa suele abonar ambos conceptos en el mismo acto, pero son partidas distintas. Si detectas diferencias, solicita desglose y justificación por escrito.
Documentación, pruebas y nómina base para el cálculo
Para defender tu indemnización por despido en contratos temporales, reúne cuanto antes la documentación esencial. Contratos y prórrogas firmadas, comunicaciones de la empresa (cartas, emails, WhatsApp), nóminas de los últimos 12 meses, justificantes de variables (comisiones, incentivos), calendarios de trabajo, cuadrantes y testigos. Si tu contrato responde a una causa concreta (p. ej., campaña o proyecto), guarda evidencias del fin real de esa causa.
En el cálculo, la nómina base desempeña un papel central. Comprueba que incluya pluses fijos habituales (antigüedad, peligrosidad, turnicidad) y que las variables se promedien correctamente. Pide por escrito el desglose del salario regulador utilizado por la empresa para la indemnización y el finiquito. Si no coincide con tus números, formula reclamación motivada y solicita conciliación.
- Guarda la carta de extinción y el recibo de saldo y finiquito.
- Solicita certificado de empresa y vida laboral actualizada.
- Conserva correos que acrediten tareas estructurales (útiles para alegar fraude).
Una buena prueba es la mejor palanca de negociación: ordena la información en una carpeta y etiqueta documentos por fechas.
Plazos, preaviso y finiquito: qué debes vigilar
Los plazos son críticos. Para impugnar un despido, el plazo suele ser de 20 días hábiles desde la fecha de efectos, iniciando con papeleta de conciliación ante el servicio correspondiente (SMAC o equivalente autonómico). Si lo que discutes es la cuantía del finiquito o de la indemnización de fin de contrato, también conviene actuar con rapidez y dejar constancia escrita de tu disconformidad en el propio recibo o por burofax.
El preaviso varía según la modalidad extintiva y la antigüedad. Su incumplimiento puede generar compensaciones económicas o devengar salarios por los días no preavisados. Revisa tu convenio colectivo: algunos establecen reglas específicas. Respecto al finiquito, confirma que incluya vacaciones no disfrutadas, partes proporcionales de pagas extra y cualquier plus devengado y no pagado.
Consejo: al firmar el finiquito, puedes hacer constar “no conforme” y la cantidad que estimas pendiente. Evita renuncias genéricas si no tienes el cálculo verificado.
Controlar los días hábiles y documentar tu disconformidad marcará la diferencia entre cobrar lo justo o perder el derecho por caducidad.
Fraude de ley: encadenamiento y falso temporal
El fraude de ley en temporalidad se produce cuando la empresa utiliza un contrato temporal para cubrir necesidades permanentes y estructurales o encadena sucesivos contratos para la misma actividad sin causa real. En estos casos, los tribunales suelen declarar la relación como indefinida, lo que transforma la extinción en un despido y no en un simple fin de contrato.
Indicadores de fraude: funciones idénticas a las del personal fijo, continuidad sin solución de continuidad entre contratos, prórrogas repetidas por tareas ordinarias, inexistencia de una causa temporal concreta y verificable, turnos y objetivos idénticos a los del resto de la plantilla estable. Si además la empresa comunica un supuesto “fin de obra” cuando la actividad sigue, refuerza tu posición para reclamar improcedencia.
- Reúne horarios, cuadrantes y órdenes de trabajo de todo el período.
- Solicita acreditación de la causa temporal invocada por la empresa.
- Compara tus funciones con el catálogo de puestos estructurales.
Acreditado el fraude, la indemnización aplicable no es la de fin de contrato, sino la del despido improcedente, notablemente más elevada. Además, puede abrirse la puerta a reclamar diferencias salariales si tu puesto encajaba en un grupo superior.
Casos especiales: obra y servicio, interinidad, fijo-discontinuo
Las modalidades temporales han experimentado cambios relevantes. Los contratos por obra y servicio han quedado desplazados por nuevas figuras, pero siguen existiendo extinciones que provienen de su uso anterior. En ellos, la clave es demostrar si la “obra” era realmente un proyecto acotado o una actividad ordinaria. Si lo segundo, podrías reclamar la improcedencia en lugar de una simple indemnización por fin de contrato.
La interinidad por sustitución cubre ausencias concretas (baja, excedencia, reserva de puesto). Al reincorporarse la persona sustituida, el contrato finaliza. Tradicionalmente no generaba indemnización de fin de contrato como regla general, aunque conviene revisar siempre el marco vigente y la doctrina aplicable a tu caso. En los fijos-discontinuos, la extinción de la campaña no equivale necesariamente a despido; hay derecho de llamamiento en temporadas sucesivas y la falta de llamamiento puede impugnarse como despido.
Práctico: identifica tu modalidad concreta y su régimen indemnizatorio; a partir de ahí, revisa si la causa real encaja con la ley o si en verdad desempeñabas tareas estructurales.
Cada modalidad tiene su propia lógica de cálculo y pruebas. No aceptes un fin de contrato “tipo” sin verificar la causa y la cuantía.
Cómo reclamar, negociar y mediar: pasos prácticos
Si discrepas con la extinción o con la cuantía, actúa por fases. Primero, solicita por escrito el desglose del finiquito y de la indemnización, indicando tu cálculo alternativo. Segundo, presenta papeleta de conciliación ante el servicio público competente (SMAC u homólogo) dentro de los 20 días hábiles si se trata de despido o extinción equiparable. En la conciliación, lleva pruebas de tu salario regulador, de la causa real y de posibles indicios de fraude.
La negociación es más efectiva cuando muestras un escenario verosímil de condena judicial para la empresa (improcedencia, diferencias de cantidad, recargos). Mantén una postura razonable: explica tu pretensión máxima y tu umbral mínimo, valora pagos fraccionados y condicionales, y exige que cualquier acuerdo quede por escrito con conceptos separados (indemnización, finiquito, salarios pendientes).
- Prepara una cronología clara y una hoja de cálculo de apoyo.
- Aporta jurisprudencia o doctrina aplicable a tu modalidad y causa.
- Evita renuncias globales sin contraprestación suficiente.
Si no hay acuerdo, presenta demanda. Calcula bien tasas, costas potenciales y tiempos. Una demanda sólida obliga a la empresa a valorar seriamente el riesgo.
Errores frecuentes y consejos para maximizar tu compensación
El error más común es confundir finiquito con indemnización y pensar que cobrar uno excluye al otro. También es habitual firmar sin revisar el cálculo del salario regulador, olvidar variables promediables o no incluir pluses fijos. Otro fallo crítico es dejar pasar los plazos, especialmente el de 20 días hábiles para impugnar un despido o una extinción discutible.
Para maximizar tu compensación: recopila documentación desde el primer día, pide siempre el desglose, objeta por escrito si no estás de acuerdo, calcula escenarios (fin de contrato vs. improcedencia) y valora el impacto de topes y antigüedad. Si sospechas fraude por temporalidad encadenada o funciones estructurales, centra tu estrategia en esa prueba: puede multiplicar la indemnización potencial.
Checklist exprés: plazo controlado, carta y causa guardadas, salario regulador correcto, variables promediadas, convenio revisado, cálculo comparativo realizado, disconformidad documentada.
Una preparación meticulosa y un relato coherente de los hechos aumentan las opciones de acuerdo favorable sin necesidad de juicio.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es la diferencia entre finiquito e indemnización por despido? El finiquito liquida cantidades devengadas (salarios, vacaciones, pagas extra), mientras que la indemnización compensa la extinción (fin de contrato o despido). Pueden coexistir.
¿Tengo derecho a indemnización si finaliza un contrato temporal válido? En la mayoría de contratos temporales comunes, sí corresponde una compensación al finalizar correctamente la causa. Revisa tu modalidad concreta y la regla vigente.
¿Y si el contrato temporal era fraudulento? Si se demuestra fraude (tareas estructurales, encadenamiento injustificado), la extinción puede calificarse como despido improcedente, con indemnización superior o readmisión.
¿Qué plazo tengo para reclamar? Para impugnar despidos o extinciones asimilables, 20 días hábiles desde la fecha de efectos, iniciando con papeleta de conciliación. Para diferencias de cantidad, actúa cuanto antes y deja constancia escrita.
¿Cómo se calcula el salario regulador? Incluye salario base y complementos fijos habituales; las variables se integran con promedios. Ese salario es la base para aplicar los días de indemnización por año trabajado.
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