Cómo Poner una Demanda por Acoso Laboral

Cómo Poner una Demanda por Acoso Laboral

Publicado el 14 de julio de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 13 min

Qué es el acoso laboral y cuándo existe

El acoso laboral, también conocido como mobbing, es una conducta hostil, reiterada y objetivamente lesiva dirigida contra una persona trabajadora con el objetivo o efecto de degradar su dignidad, aislarla, desestabilizarla emocionalmente o forzar su salida de la empresa. No se trata de un conflicto puntual, un simple roce jerárquico o una exigencia legítima de desempeño; es una estrategia sostenida en el tiempo que genera un entorno de trabajo humillante, intimidatorio u ofensivo. Para hablar de acoso laboral se valoran la persistencia, la intensidad de las conductas y su capacidad de dañar la salud y los derechos fundamentales.

Las conductas pueden adoptar formas diversas: insultos o gritos en público, encargos imposibles o carentes de sentido, vaciamiento de funciones, control excesivo, difusión de rumores, amenazas veladas, cambios de turno arbitrarios, exclusión de reuniones, impedimento del acceso a herramientas, o penalizaciones injustificadas. También puede existir acoso vertical (de superiores a subordinados), horizontal (entre compañeros) e incluso ascendente (de un equipo a su superior). Lo determinante es el patrón sistemático y el perjuicio que provoca.

  • Hostigamiento verbal o gestual reiterado con connotación humillante.
  • Asignación de tareas degradantes o imposibles con ánimo de desgaste.
  • Aislamiento social o profesional deliberado y continuado.
  • Evaluaciones injustas o sanciones sin base objetiva.

Clave práctica: un episodio aislado rara vez bastará. La continuidad, la acumulación de incidentes y su impacto en la dignidad y salud de la persona son los elementos que orientan el diagnóstico de acoso.

Entender el concepto es el primer paso para decidir si corresponde una demanda por acoso laboral. Si la situación encaja en este patrón y no hay corrección interna efectiva, la vía legal permite restaurar derechos, obtener protección y reclamar daños.

Requisitos legales y marco normativo

El acoso laboral se analiza a la luz de los derechos fundamentales a la integridad moral y la dignidad en el trabajo, así como de la obligación empresarial de proteger la salud y prevenir riesgos psicosociales. El marco normativo contempla la tutela judicial de derechos fundamentales, la prevención de riesgos laborales y, en su caso, la responsabilidad civil y administrativa. En términos probatorios, no basta con la mera percepción subjetiva: deben acreditarse hechos objetivos, indicios serios y un nexo causal entre la conducta y el perjuicio.

En la práctica, los tribunales valoran la concurrencia de requisitos como la reiteración de conductas, su intencionalidad u objetividad lesiva, el menoscabo a la dignidad y la afectación de la salud. También se pondera si la empresa desplegó medidas preventivas, activó protocolos y reaccionó diligentemente cuando fue alertada. Si existen indicios robustos, opera una inversión de la carga probatoria sobre el empleador respecto de la justificación de sus decisiones.

  • Conductas objetivas, hostiles y reiteradas.
  • Perjuicio acreditable: estrés, ansiedad, baja médica, pérdida de funciones.
  • Nexo causal entre actuaciones y daño sufrido.
  • Falta de prevención o respuesta ineficaz de la empresa.

Consejo: documenta las fechas, personas intervinientes y efectos en tu salud y rendimiento. Una cronología detallada será el esqueleto de tu futura demanda.

Este marco permite exigir tutela en la jurisdicción social, solicitar medidas cautelares, pedir la nulidad de sanciones o despidos vinculados al acoso y reclamar indemnización por daños morales y materiales cuando proceda.

Reunir pruebas eficaces y cómo conservarlas

La prueba es el corazón de cualquier demanda por acoso laboral. No confíes solo en tu memoria ni te limites a correos sueltos: construye un expediente sólido que refleje la continuidad y el patrón de hostigamiento. Empieza con una cronología con fecha, lugar, protagonistas, testigos y consecuencias. Añade evidencias documentales y médicas, y conserva copias seguras.

  • Correos y mensajes: descarga y guarda en formato original con metadatos cuando sea posible.
  • Partes médicos y psicología: informes de ansiedad, estrés postraumático, bajas y tratamientos.
  • Testigos: compañeros, clientes o proveedores que hayan presenciado conductas.
  • Registros laborales: evaluaciones, cambios de puesto, sanciones, horarios y turnos.
  • Evidencia técnica: logs, tickets internos, agendas de reuniones, asignaciones de tareas.

Buenas prácticas de conservación: realiza copias en la nube y en un dispositivo externo, usa contraseñas robustas y evita alterar documentos. Etiqueta los archivos con fecha y tipo de evidencia para localizarlos rápidamente.

Si prevés represalias, informa a RR. HH. por escrito y registra la comunicación. La trazabilidad demostrará que la empresa conocía la situación. Cuando existan conversaciones presenciales, redacta actas o resúmenes enviados por correo para dejar constancia. Recuerda que la legalidad de ciertas grabaciones depende del contexto: actúa conforme a Derecho y, en caso de duda, solicita asesoramiento profesional.

Pasos previos: protocolo interno y comunicaciones

Antes de litigar, activa los protocolos internos de la empresa si existen. Muchas organizaciones disponen de procedimientos frente al acoso y canales confidenciales para denunciar. Presenta una queja formal, adjunta tu evidencia y exige medidas de protección: cese del hostigamiento, separación de áreas, supervisión neutral, cambios de turnos o teletrabajo temporal. Solicita acuse de recibo y plazos claros de investigación.

Si la empresa no tiene protocolo o no lo aplica diligentemente, deja constancia por escrito: dirección, RR. HH., Comité de Seguridad y Salud o representación legal de las personas trabajadoras. Cuantas más constancias generes, más difícil será negar conocimiento. Esto no impide preparar la demanda por acoso laboral, pero puede aportar soluciones tempranas y refuerza tu posición probatoria.

  • Notificación por escrito con relato de hechos y pruebas clave.
  • Solicitud de medidas de protección específicas y temporales.
  • Seguimiento de plazos y resultados de la investigación interna.
  • Comunicación a la representación de las personas trabajadoras.

Tip: si la respuesta es evasiva o tardía, consérvala. La inacción o la respuesta insuficiente pueden constituir un incumplimiento empresarial de la obligación de prevención.

Inspección de Trabajo y vía administrativa

La Inspección de Trabajo puede investigar hechos de acoso, requerir documentación, entrevistar a personal y proponer sanciones si detecta infracciones. Su intervención no sustituye la vía judicial, pero un acta inspectora favorable es un indicio de gran peso. Para activar esta vía, presenta denuncia con tu identificación, relato cronológico y anexos probatorios. Indica los riesgos psicosociales, las omisiones preventivas y las consecuencias en tu salud.

Paralelamente, puedes acudir a servicios de mediación o a la autoridad laboral autonómica cuando existan mecanismos específicos. Estas rutas pueden facilitar medidas correctoras sin esperar a un juicio, y suelen ser compatibles con la posterior demanda. No obstante, evalúa si la mediación es adecuada cuando el desequilibrio de poder es extremo o la otra parte actúa de mala fe.

  • Denuncia motivada a Inspección con evidencias clave.
  • Seguimiento del expediente y colaboración con el inspector.
  • Uso estratégico del acta como apoyo probatorio judicial.

Recuerda: la vía administrativa no concede indemnizaciones por daños morales; para ello, deberás acudir a la jurisdicción social con tu demanda.

Cómo poner una demanda por acoso laboral

Para interponer una demanda por acoso laboral en la jurisdicción social, prepara un escrito estructurado que relate los hechos con precisión y adjunte la prueba. Aunque la conciliación administrativa previa puede ser exigible en muchos litigios laborales, en la tutela de derechos fundamentales la urgencia y la naturaleza de los derechos permite iniciar directamente el procedimiento correspondiente. Verifica el cauce procesal idóneo y respeta plazos, especialmente si el acoso se vincula a sanciones o despidos.

El escrito debe incluir tus datos y los de la empresa, una exposición ordenada de los hechos (cronología), la identificación del comportamiento de acoso, la relación con tus daños, y las peticiones: cese del acoso, medidas de protección, indemnización por daños morales y materiales, nulidad de decisiones empresariales vinculadas y, en su caso, readaptación del puesto o resolución indemnizada del contrato si es inviable continuar.

  • Hechos probados: cronología y anexos.
  • Fundamentos: derechos vulnerados y obligaciones empresariales.
  • Petitum: medidas, indemnización, nulidad o resolución.
  • Prueba: documental, testifical, pericial psicológica o médica.

Estrategia: solicita medidas cautelares si el acoso continúa (por ejemplo, cambios de dependencia o teletrabajo temporal). Aporta urgencia y justifica el riesgo de daño irreparable.

Una demanda bien preparada es clara, objetiva y respaldada. Evita juicios de valor y enfócate en hechos verificables. La coherencia entre cronología, pruebas y peticiones es determinante para el éxito.

Indemnización, medidas y resultados posibles

El resultado de una demanda por acoso laboral puede incluir la declaración de vulneración de derechos, la orden de cese del acoso, la nulidad de decisiones empresariales relacionadas (por ejemplo, un despido), y la condena al pago de una indemnización. La cuantía indemnizatoria suele valorar la gravedad de los hechos, la duración, el impacto en la salud y la conducta empresarial preventiva o reactiva. Los daños pueden ser morales (sufrimiento, humillación) y materiales (tratamientos, pérdida retributiva, bajas, oportunidades truncadas).

Además, pueden adoptarse medidas correctoras: reubicación, formación de mandos, supervisión externa, protocolos reforzados y auditorías psicosociales. En supuestos extremos donde la continuidad es inviable, cabe interesar la resolución indemnizada del contrato o la readmisión si hubo despido nulo. Todo ello debe pedirse de forma expresa en el petitum y justificarse con pruebas y periciales.

  • Declaración de vulneración y cese del acoso.
  • Nulidad de sanciones o despidos vinculados.
  • Indemnización por daño moral y perjuicios económicos.
  • Medidas organizativas y preventivas obligatorias.

Punto crítico: fundamenta la cuantía con informes médicos y una explicación del impacto en tu vida profesional y personal. La individualización del daño mejora la viabilidad de la reclamación.

Salud laboral, baja y prevención de riesgos

El acoso laboral afecta directamente a la salud mental y física. La ansiedad, el insomnio, la somatización y los trastornos adaptativos son frecuentes. Solicitar baja médica no es una derrota: es una medida de protección de tu salud y una evidencia objetiva del impacto del hostigamiento. Coordina a tu médico de cabecera, psicología y prevención de riesgos de la empresa para dejar trazabilidad clínica y preventiva.

La empresa está obligada a evaluar y prevenir riesgos psicosociales. Si has comunicado el acoso, debe adoptar medidas inmediatas: investigación, entrevistas, acciones correctoras y seguimiento. La omisión o tardanza puede agravar su responsabilidad. Si la baja se prolonga, mantén comunicación documentada y evita interacciones informales sin registro.

  • Atención sanitaria y psicológica continuada y documentada.
  • Evaluación de riesgos psicosociales y medidas preventivas reales.
  • Plan de reincorporación gradual o alternativas de prestación.

Cuidado: no te expongas a entrevistas sin acompañamiento ni garantías cuando el daño es evidente. Solicita apoyo de RR. HH., representación legal o asesoría.

La salud es prioritaria. Todo tratamiento, informe o diagnóstico reforzará la consistencia de tu relato ante el juzgado y ayudará a delimitar la indemnización.

Errores frecuentes y cómo evitarlos

En estas situaciones es habitual caer en errores que debilitan la futura demanda. El primero es no generar registro: conversaciones verbales sin seguimiento escrito, quejas informales, evidencias dispersas y sin copias. También perjudica responder con correos impulsivos o agresivos: la serenidad y la precisión fortalecen tu credibilidad. Otro error es esperar indefinidamente a que todo se “solucione”: el tiempo diluye recuerdos, testigos y documentos.

  • No documentar con cronología y anexos verificables.
  • Conservar mal evidencias sin metadatos ni copias.
  • Comunicar en caliente con descalificaciones o amenazas.
  • Ignorar protocolos y no activar Inspección cuando procede.

Plan de acción rápido: crea expediente, notifica por escrito, solicita medidas, pide asistencia sanitaria y evalúa la vía administrativa y judicial con asesoramiento especializado.

Finalmente, evita el aislamiento. Busca apoyo en tu entorno, en la representación legal de trabajadores y en profesionales. La visión externa ayuda a distinguir entre conflicto y acoso, a calibrar la prueba y a diseñar una estrategia eficaz.

Modelo orientativo de estructura de demanda

A modo orientativo, esta estructura te ayudará a ordenar una demanda por acoso laboral. No sustituye el análisis profesional de tu caso, pero sirve como guía para preparar la documentación y dialogar con tu abogado o abogada.

  • Encabezamiento: datos de la parte demandante y demandada, identificación del juzgado competente.
  • Hechos: cronología detallada con fechas, lugares, protagonistas, testigos y documentos adjuntos.
  • Fundamentos de Derecho: derechos fundamentales vulnerados, obligaciones de prevención y doctrina aplicable.
  • Peticiones: cese del acoso, medidas cautelares, nulidad de decisiones empresariales, indemnización y medidas organizativas.
  • Prueba propuesta: documental, testifical y pericial médica/psicológica.
  • Otrosí digo: solicitud de medidas urgentes o cautelares mientras dura el proceso.

Formato práctico: adjunta tu expediente numerado. Usa un índice de anexos (A1 correos, A2 informes médicos, A3 testificales) para que el juzgado navegue la prueba con facilidad.

Una presentación clara, con hechos verificables y peticiones alineadas a la prueba, mejora la comprensión judicial y la efectividad de tu reclamación.

Preguntas frecuentes

¿Necesito agotar el protocolo interno antes de demandar? No siempre. Es recomendable activar los mecanismos internos y dejar constancia, pero cuando hay vulneración de derechos fundamentales o riesgo para la salud, puedes acudir a la tutela judicial con la urgencia que el caso exija.

¿Sirven los mensajes de WhatsApp o correos como prueba? Sí, si son auténticos y relevantes. Conserva originales, realiza copias seguras y evita manipulaciones. Complementa con testigos, informes médicos y cualquier elemento que muestre el patrón de hostigamiento.

¿Puedo pedir medidas cautelares? Sí. Si el acoso continúa, solicita medidas urgentes como cambio de dependencia, separación de personas implicadas o teletrabajo temporal mientras se resuelve el fondo.

¿Qué indemnización puedo obtener? Depende de la gravedad, duración, daño a la salud y conducta de la empresa. Aporta informes médicos y justifica la extensión del daño para individualizar la cuantía.

¿Es acoso cualquier conflicto con mi jefe? No. El acoso requiere un patrón hostil, reiterado y objetivamente lesivo. Exigencias legítimas o discrepancias puntuales no constituyen, por sí solas, mobbing.

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