
Reto laboral: cómo asegurar talento en temporada alta
Publicado el 10 de octubre de 2025
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Índice
Introducción
Con la llegada de la temporada alta en distintos sectores productivos —desde el turismo y la hostelería, hasta la agricultura, el comercio o los servicios logísticos— vuelve a aparecer una preocupación que ya se ha convertido en un clásico: la dificultad de cubrir vacantes con profesionales cualificados.
La paradoja es clara: mientras el desempleo continúa siendo elevado, muchas empresas aseguran que no logran encontrar a los perfiles que necesitan. Ante este escenario, es fundamental replantearse cómo atraer, formar y fidelizar talento.
La paradoja del empleo: alto desempleo y vacantes sin cubrir
En España, miles de personas siguen buscando trabajo. Sin embargo, las empresas denuncian que existen puestos que permanecen vacantes durante meses. Esta situación es especialmente visible en sectores como la hostelería o el turismo, donde la estacionalidad marca el ritmo de contratación, pero también en la agricultura, el comercio minorista o la industria auxiliar.
Entre los motivos más frecuentes que explican este desajuste se encuentran:
- Escasez de perfiles cualificados, tanto en tareas técnicas como en funciones de gestión.
- Condiciones de trabajo percibidas como poco atractivas, con horarios exigentes o contratos temporales.
- Expectativas diferentes entre empresas y candidatos, que generan desinterés o frustración.
- Competencia de sectores emergentes, que logran captar mano de obra ofreciendo estabilidad o mejores sueldos.
Resolver esta paradoja exige estrategias innovadoras de contratación y formación. Aquí es donde el contrato de formación en alternancia juega un papel clave.
Cómo ayuda el contrato de formación en alternancia para cubrir las vacantes en temporada alta
El contrato de formación en alternancia combina trabajo y aprendizaje en un mismo marco. Esto lo convierte en una herramienta versátil para todo tipo de sectores que necesitan reforzar sus plantillas antes de los picos de actividad.
Sus beneficios más destacados son:
- Acceso inmediato al mercado laboral, con contrato desde el primer día.
- Formación oficial adaptada a las necesidades de la empresa, impartida en paralelo a la actividad laboral.
- Bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social, lo que aligera los costes de contratación, además de otras bonificaciones por tutorización o modificación a contrato indefinido.
- Mayor fidelización de los trabajadores, gracias a la inversión que la empresa realiza en su desarrollo.
Esta fórmula no solo cubre vacantes, sino que también contribuye a crear cantera de profesionales formados específicamente para cada sector. Si tu empresa quiere apostar por el contrato de formación, es clave planificar con antelación.
Los retos estructurales del empleo
Más allá de la coyuntura de cada temporada alta, hay carencias estructurales que explican por qué tantas empresas tienen dificultades para mantener sus plantillas estables:
- Rotación laboral elevada, que impide consolidar equipos.
- Falta de perfiles especializados, sobre todo en ámbitos técnicos o digitales.
- Déficit de formación práctica, ya que muchos trabajadores no encuentran espacios para aprender en un entorno real.
A estos factores se suma una creciente necesidad de que las empresas integren la sostenibilidad y la digitalización en su actividad, lo cual exige nuevas competencias que muchos candidatos aún no poseen.
La importancia de la sostenibilidad y la innovación
La sostenibilidad y la digitalización ya no son opciones, sino requisitos. Tanto el turismo como la hostelería, la agricultura, la logística o el comercio deben adaptarse a un nuevo entorno que prioriza la eficiencia energética, la reducción de residuos y la gestión responsable de los recursos.
Esto implica que los trabajadores necesitan nuevas competencias:
- Uso de herramientas digitales para optimizar procesos.
- Conocimiento en prácticas sostenibles aplicables al día a día.
- Capacidad de trabajar en entornos cambiantes, donde la innovación es constante.
En este sentido, la formación continua permite que los trabajadores adquieran este aprendizaje, permitiendo que se adapten rápidamente a las exigencias del presente y del futuro.
Prepararse para la temporada alta: un paso imprescindible
No importa si hablamos de la campaña turística, de la recogida agrícola, de la temporada de rebajas en el comercio o del aumento de la actividad logística durante las festividades: anticiparse es la clave. Las empresas que decidan apostar por el contrato de formación hoy estarán en una posición mucho más competitiva cuando llegue el momento de mayor demanda.
Formar a trabajadores mientras se integran en la dinámica de la empresa es una forma de garantizar que, cuando la actividad se dispare, los equipos estarán preparados, cohesionados y alineados con los objetivos de negocio.
La clave está en dejar de ver esta modalidad como un recurso puntual y empezar a integrarla como parte de una estrategia global de captación y desarrollo del talento. Solo así podremos transformar la paradoja del empleo en una oportunidad para construir un mercado laboral más fuerte y preparado para los retos del futuro.
Preguntas frecuentes
¿Qué sectores se benefician más del contrato de formación?
Sí, Existen bonificaciones en Seguridad Social, ayudas por tutorización e incentivos por conversión del contrato de formación a indefinido.
¿Cuánto puede durar un contrato de formación en alternancia?
La duración es de mínimo 3 meses hasta un máximo de 2 años, dependiendo de la formación asociada y de las necesidades de la empresa
¿Las empresas reciben beneficios económicos por usar esta modalidad?
Sí. Existen bonificaciones en Seguridad Social, ayudas por tutorización y reducciones de costes en la contratación.
¿Por qué la formación continua es importante en este contexto?
Porque permite que los trabajadores actualicen competencias en sostenibilidad y digitalización, adaptándose a un mercado laboral cambiante.