¿Qué hacer si tu empresa no respeta el teletrabajo?

¿Qué hacer si tu empresa no respeta el teletrabajo?

Publicado el 24 de septiembre de 2025


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Señales de incumplimiento

Si notas que tu empresa no respeta el teletrabajo, es probable que se manifieste a través de varias señales claras. La primera suele ser la imposición unilateral de cambios en el modelo remoto sin diálogo ni preaviso suficiente: te obligan a acudir a la oficina en más días de los pactados o alteran el horario sin tener en cuenta lo firmado en el acuerdo de teletrabajo. Otra señal frecuente es la falta de medios proporcionados por la empresa: equipos obsoletos, ausencia de compensación de gastos (conexión, electricidad, ergonomía) o negativa a asumir el mantenimiento básico. También es indicio de incumplimiento la ausencia de registro horario fiable en remoto, sustituyéndolo por instrucciones ambiguas como “estar siempre disponible” o “responder de inmediato”, lo que vulnera la organización del tiempo y la desconexión digital.

Presta atención a los mensajes informales o verbales que contradicen lo acordado por escrito. Por ejemplo, si tu responsable pide reuniones presenciales recurrentes sin justificación operativa, o si te penalizan por no conectarte fuera de tu jornada. Igualmente preocupante es que no exista un plan de prevención de riesgos laborales adaptado a tu puesto en remoto (ergonomía, pausas, iluminación y riesgos psicosociales). Si no te han ofrecido evaluación voluntaria del espacio de trabajo o recomendaciones mínimas, la organización puede estar desatendiendo obligaciones preventivas esenciales.

Checklist rápido:

  • Cambios unilaterales de días/horario remoto.
  • Falta de compensación de gastos o medios adecuados.
  • Demandas de disponibilidad continua o fuera de jornada.
  • Ausencia de registro horario fiable y trazable.
  • Sin plan preventivo para el puesto remoto.

Identificar a tiempo estas señales te permitirá actuar con método. El objetivo es transformar sensaciones en evidencias, y las evidencias en una estrategia: revisar tu acuerdo de teletrabajo, recopilar pruebas y abrir un canal de comunicación formal con RR. HH. antes de activar vías externas.

Cómo documentar incumplimientos

Documentar es el paso decisivo para convertir quejas en resultados. Empieza por recopilar el acuerdo de teletrabajo, el convenio colectivo aplicable y cualquier política interna sobre trabajo a distancia, registro horario, seguridad de la información y prevención de riesgos. Reúne correos y mensajes donde se te exijan tareas, reuniones o disponibilidad fuera del horario pactado, cambios de días presenciales o instrucciones contrarias a lo escrito. Preserva capturas de pantalla del sistema de fichaje para constatar que no se respeta el registro o que se registran horas extra no compensadas.

Crea una cronología con fechas, horas y protagonistas. Cada evento debe acumular pruebas: correo, ticket IT, circular, acta de reunión o mensajes corporativos. Añade un capítulo de impacto: interrupción de la conciliación, problemas de salud (fatiga, estrés), gastos no compensados o pérdida de productividad por equipos deficientes. Si falta evaluación de riesgos, guarda comunicaciones donde lo hayas pedido y la empresa lo haya demorado o negado.

Formato recomendado de dossier:

  • Portada con datos del trabajador y puesto.
  • Índice y cronología de incidencias.
  • Sección de pruebas (emails, capturas, documentos).
  • Resumen de cláusulas incumplidas.
  • Solicitud concreta de corrección y plazo.

Evita usar canales personales o dispositivos no corporativos para manejar información sensible. Trabaja siempre con copias seguras y respeta la confidencialidad. Un buen dossier hace más probable una solución interna rápida y, si no la hay, refuerza tu posición ante Inspección de Trabajo o un juzgado. Recuerda: sin pruebas, la discusión se reduce a percepciones; con pruebas, se convierte en una reclamación técnica.

Negociación interna con RR. HH.

Antes de acudir a vías externas, activa la negociación interna. Solicita una reunión formal con RR. HH. y, si existe, con el comité de empresa o delegados de personal. Presenta tu dossier de forma ordenada y objetiva, centrándote en hechos y cláusulas, no en valoraciones personales. Expón el impacto en productividad, salud y conciliación, y aporta propuestas de solución: ajuste del calendario presencial/remoto, implantación de un sistema de registro horario fiable, compensación de gastos o sustitución de equipos defectuosos.

Pide que se deje constancia escrita del encuentro y de cualquier compromiso adquirido, con plazos y responsables. Si te ofrecen medidas provisionales, solicita una revisión en un plazo razonable (por ejemplo, 30 días) para verificar resultados. Cuando el conflicto afecte a más compañeros, plantea abordarlo de forma colectiva: a veces, la empresa reacciona mejor a una propuesta estructural (política de teletrabajo actualizada, guía de desconexión digital, protocolo de reuniones) que a soluciones individuales.

Estrategias que funcionan:

  • Comunicación escrita clara y respetuosa.
  • Petición de medidas concretas y medibles.
  • Escalonar: advertir que, de no corregirse, se acudirá a vías legales.
  • Involucrar a prevención de riesgos y seguridad de la información.
  • Buscar apoyos en representación legal de los trabajadores.

La negociación interna es la vía más rápida y menos costosa. Si se documenta y se gestiona con método, puede devolver el cumplimiento al carril correcto sin deteriorar la relación laboral. Y si falla, deja un rastro útil para las fases posteriores.

Vuelta presencial no justificada

Una de las quejas más habituales es la orden de volver a la oficina más días de los pactados o de forma permanente, sin causa objetiva. Para valorar la legalidad de esa orden, revisa primero si tu acuerdo de teletrabajo contempla la reversibilidad y de qué modo: ¿quién puede activarla, con qué preaviso y por qué razones? La empresa no puede usar la reversibilidad como atajo para burlar un régimen remoto consolidado, ni para imponer cambios arbitrarios. Debe aportar motivación organizativa real: cambios tecnológicos, necesidades de servicio, seguridad de la información o razones productivas contrastables.

Si la orden carece de justificación o incumple el preaviso, responde por escrito solicitando motivación y citando lo pactado. Propón alternativas: híbridos razonables, calendarios de presencia por picos de trabajo o mecanismos de acceso seguro a sistemas (VPN, autenticación multifactor) que neutralicen el argumento de seguridad. Cuando existan situaciones protegidas —conciliación, reducción de jornada, salud—, refuérzalas con informes o certificados.

Si te ordenan volver sin base:

  • Responde por escrito pidiendo motivación y plazos.
  • Ofrece alternativas funcionales y medibles.
  • Escala a RR. HH. y representación legal si no hay respuesta.
  • Valora medidas cautelares si el cambio te causa un perjuicio grave.

El objetivo no es la confrontación, sino que las decisiones empresariales cumplan el acuerdo de teletrabajo y sean proporcionales. Cuando la empresa actúa sin soporte, tu mejor defensa es un diálogo documentado que obligue a justificar y, en su caso, a rectificar.

Registro horario y desconexión digital

El teletrabajo no elimina el deber de registrar la jornada. La empresa debe garantizar un sistema objetivo y fiable que refleje inicio y fin de la actividad, así como pausas. Los “pings” constantes, la disponibilidad permanente o las reuniones fuera del horario no son compatibles con un registro serio. Si te exigen estar localizable más allá de tu jornada, estamos ante una vulneración del derecho a la desconexión digital, que protege tu tiempo de descanso, vacaciones y vida personal.

Comprueba que el sistema registra las horas reales y que existe política de horas extra y guardias. En entornos remotos, conviene pactar ventanas de contacto y reglas de reuniones (no concertarlas a última hora, limitar su duración y respetar bloques de concentración). Si detectas desajustes entre lo trabajado y lo registrado, comunícalo por escrito y guarda copias. Ante cargas estructurales, pide una revisión de recursos o planificación.

Buenas prácticas en remoto:

  • Horario definido y visible para el equipo.
  • Bloques sin reuniones para trabajo profundo.
  • Política clara de comunicación fuera de horario.
  • Registro horario integrado con el sistema de proyectos.
  • Formación sobre desconexión digital y salud mental.

Un teletrabajo sano necesita límites claros. Respetarlos no es un capricho, es productividad sostenible y cumplimiento legal. Si tu empresa incumple, documenta, informa y, si no hay corrección, activa las vías de reclamación.

Vías de reclamación

Cuando la negociación interna no corrige el problema, existen varias vías. La más ágil es dirigirse a la Inspección de Trabajo con una denuncia documentada: relata los hechos, adjunta el acuerdo de teletrabajo, el convenio y las pruebas (emails, capturas, partes de registro). La Inspección puede requerir a la empresa, levantar acta y, en su caso, proponer sanciones o medidas correctoras. Otra vía es el SMAC (servicio de mediación, arbitraje y conciliación) para intentar un acuerdo previo a la vía judicial.

Si el conflicto persiste, puedes presentar demanda laboral por modificación sustancial de condiciones, reclamación de cantidad (gastos no compensados, horas extra), vulneración de derechos (desconexión digital) o incumplimiento del acuerdo. En conflictos colectivos, la representación de los trabajadores puede impulsar acciones que afecten a toda la plantilla. En paralelo, activa a prevención de riesgos si falta evaluación, y a seguridad de la información si se te exige usar dispositivos personales sin garantías.

Consejos para reclamar con éxito:

  • Dossier sólido, cronología clara y pruebas verificables.
  • Comunicación previa a la empresa para demostrar buena fe.
  • Peticiones concretas: qué debe corregirse y en qué plazo.
  • Asesoramiento profesional para valorar riesgos y tiempos.

Elegir la vía adecuada depende de la urgencia y el alcance del incumplimiento. Empezar por Inspección o mediación suele acelerar soluciones; acudir a juicio requiere más tiempo, pero fija criterios y genera jurisprudencia interna útil.

Equipos y protección de datos

El teletrabajo exige medios adecuados y seguridad de la información. La empresa debe proporcionar equipos o garantizar su correcto uso, así como costear el mantenimiento razonable. Forzar el uso de dispositivos personales sin medidas (cifrado, antivirus corporativo, políticas MDM, VPN) es un riesgo operativo y legal. Las políticas de protección de datos deben adaptarse al entorno remoto: gestión de accesos, bloqueo de pantalla, almacenamiento cifrado, copias de seguridad y tratamiento de documentación sensible en el hogar.

También es clave la ergonomía: silla, monitor, iluminación y pausas. La organización debe ofrecer formación y, cuando proceda, compensación por gastos: conexión, energía, consumibles. Si te niegan equipos mínimos o te obligan a trabajar con herramientas defectuosas que afectan al rendimiento, documenta la incidencia (tickets IT, fotos, informes) y solicita sustitución o reparación con plazo concreto. Recuerda que la productividad depende de entornos sanos y seguros: la inversión en medios no es un favor, es una obligación.

Puntos críticos a exigir:

  • Equipos corporativos actualizados y gestionados.
  • VPN y autenticación multifactor para accesos remotos.
  • Política clara de uso de dispositivos y datos.
  • Ergonomía y evaluación de riesgos adaptada.
  • Compensación de gastos y soporte técnico.

Si tu empresa no respeta el teletrabajo en materia de medios y seguridad, la reclamación debe subrayar el riesgo legal y operativo: incidentes de ciberseguridad, brechas de datos o bajas por fatiga cuestan más que prevenir. Un enfoque técnico y documentado facilita que la compañía priorice las correcciones.

Preguntas frecuentes

¿Puede la empresa cambiar el teletrabajo sin mi consentimiento?

Depende de lo pactado y de si existe causa objetiva. Los cambios unilaterales deben respetar el acuerdo de teletrabajo, el preaviso y la proporcionalidad. Si no hay motivación suficiente, pide explicaciones por escrito y propone alternativas. Si persiste, valora Inspección o demanda por modificación sustancial.

¿Tienen que compensarme gastos en remoto?

Sí, el acuerdo debe abordar la compensación de gastos vinculados a la actividad (conectividad, energía, equipos). Revisa tu convenio para ver importes y periodicidad. Si no se abonan, reclama por vía interna con soporte documental y, si no prospera, considera reclamación de cantidad.

¿Cómo protejo mi derecho a la desconexión digital?

Asegúrate de que tu jornada y pausas estén definidas y registradas. Evita atender comunicaciones fuera de horario salvo guardias pactadas. Si recibes instrucciones reiteradas fuera de jornada, notifícalo por escrito y solicita medidas correctoras. La empresa debe garantizar políticas efectivas de desconexión.

¿Qué hago si me obligan a usar mi ordenador personal?

Solicita equipos corporativos o, como mínimo, medidas de seguridad: cifrado, MDM, antivirus, VPN y formación. Si no te las facilitan, expón por escrito el riesgo para datos y productividad. Usar dispositivos personales sin garantías puede vulnerar normativa de protección de datos.

¿Cuándo conviene acudir a Inspección de Trabajo?

Cuando tras documentar y negociar internamente no hay corrección o el perjuicio es grave (por ejemplo, eliminación del teletrabajo sin base, ausencia de registro horario, negativa a compensar gastos o falta de prevención de riesgos). Presenta una denuncia con cronología y pruebas.

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