¿Qué hacer si tu empresa no respeta el convenio colectivo?

¿Qué hacer si tu empresa no respeta el convenio colectivo?

Publicado el 18 de julio de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 13 min

Señales de incumplimiento del convenio

Detectar a tiempo que una empresa no respeta el convenio colectivo es crucial para preservar tus derechos. El primer indicio suele ser económico: nóminas que no reflejan las tablas salariales pactadas, pluses inferiores a los establecidos o la ausencia de pagas extras cuando el convenio las contempla. Igualmente, la falta de revisión anual conforme al incremento marcado o el desajuste en categorías profesionales —por ejemplo, asignarte funciones de un nivel superior sin el salario correspondiente— apuntan a un incumplimiento sistemático.

En el ámbito del tiempo de trabajo, son señales claras la imposición de jornadas superiores a las máximas, calendarios sin respetar descansos diarios o semanales, y horas extraordinarias sin autorización ni compensación. También lo es la planificación de vacaciones fuera de los criterios temporales del convenio, o sin el preaviso mínimo. En materia de conciliación, negar permisos retribuidos, licencias o reducciones de jornada previstos, o condicionarlos indebidamente, revela una práctica contraria a la norma convencional.

Otros indicadores frecuentes incluyen incumplimientos en prevención de riesgos (formación, equipos o evaluaciones específicas que el convenio exige), la supresión unilateral de beneficios sociales (cheques comida, transporte, seguros) y la falta de publicación del convenio aplicable en tablones o intranet corporativa. Finalmente, si la empresa invoca un convenio “propio” o inaplicable por ámbito territorial o funcional, o cambia de referencia convencional sin acuerdo ni justificación, probablemente intenta eludir condiciones más beneficiosas.

Checklist rápido: comprueba tablas salariales, pluses y complementos; jornada y horas extra; vacaciones y permisos; categoría y funciones; beneficios sociales; prevención y formación.

Cómo interpretar convenio y contrato

Para saber si hay incumplimiento, necesitas identificar el convenio colectivo aplicable: sectorial, de empresa o, en algunos casos, de ámbito autonómico. El criterio principal es la actividad real del empleador y el ámbito funcional del convenio. Una vez ubicado, descarga su texto vigente y revisa las disposiciones sobre estructura salarial, jornada, descansos, vacaciones, clasificación profesional, movilidad funcional, permisos, licencias y régimen disciplinario. Contrasta cada cláusula con tu contrato individual: este puede mejorar lo pactado, pero nunca empeorarlo. Si el contrato contiene una condición menos favorable que el convenio, prevalece el convenio por su carácter de norma mínima indisponible en perjuicio del trabajador.

Es clave diferenciar entre condiciones más beneficiosas (CMV) y meras mejoras coyunturales. Una CMV consolidada no puede retirarse de forma unilateral; exigir su mantenimiento requiere acreditar su otorgamiento estable y reiterado. También conviene atender a la ultraactividad del convenio (si continúa vigente tras caducar hasta uno nuevo) y a las reglas de concurrencia: si coexisten varios convenios potencialmente aplicables, se aplica el de ámbito preferente o el que mejor encaje funcionalmente, sin perder de vista normas imperativas.

La interpretación debe ser sistemática: lee definiciones, anexos y tablas, y observa cómo se calculan complementos (antigüedad, turnicidad, nocturnidad, toxicidad, disponibilidad). En caso de ambigüedad, busca la práctica habitual en la empresa, comunicaciones internas o acuerdos con la representación legal de las personas trabajadoras. Cuando existan dudas, prioriza la lectura más favorable a la persona trabajadora según principios laborales básicos.

  • Identifica el convenio vigente y su ámbito.
  • Compara cláusulas esenciales con tu contrato.
  • Valora CMV y práctica empresarial consolidada.
  • Documenta cálculos de pluses y complementos.

Recopilar pruebas de incumplimiento

Una estrategia sólida empieza por la evidencia. Reúne nóminas, contratos, anexos y comunicaciones (emails, circulares, notas internas) que demuestren las diferencias entre lo pagado y lo debido según el convenio colectivo. Conserva cuadrantes, fichajes y registros de jornada; si usas una app o terminal para fichar, exporta resúmenes mensuales. Guarda documentos sobre vacaciones, permisos denegados, cambios de turno o modificaciones de funciones. Los testigos —compañeros o mandos intermedios— también son valiosos, pero procura no exponerlos innecesariamente hasta valorar una acción conjunta.

En cuestiones salariales, elabora una hoja comparativa con: salario base del convenio, pluses debidos, cantidades realmente abonadas y diferencia mensual. Incluye atrasos por revisiones anuales no aplicadas. Si hay horas extra impagadas, contabiliza día, tramo horario y causa; contrástalo con el límite legal y lo que establezca el convenio. En clasificación profesional, recopila evidencias de funciones efectivamente desarrolladas (órdenes, proyectos, organigramas, tickets, tareas en herramientas internas) para respaldar una reclamación de categoría o complemento.

Buenas prácticas de prueba: copias digitales legibles, orden cronológico, respaldo en la nube personal, y un cuadro-resumen con importes, fechas y referencia a la cláusula del convenio.

  • Nóminas y contratos con anexos.
  • Registros de jornada y cuadrantes.
  • Correspondencia interna (emails, chats corporativos según política).
  • Documentos de vacaciones, permisos, sanciones.
  • Pruebas de funciones reales desempeñadas.

Reclamación individual de derechos y cantidades

Si la vía interna no prospera, puedes iniciar una reclamación individual. El itinerario típico combina conciliación administrativa previa y, de no acuerdo, demanda judicial social. En reclamaciones salariales y de cantidad, prepara tu cuadro comparativo con importes, aplica los intereses que correspondan y adjunta el convenio. En reconocimiento de derechos (categoría, jornada, permisos), describe con precisión la situación, la cláusula vulnerada y el remedio solicitado: ascenso, ajuste salarial, compensación de horas, anulación de sanciones, etc.

Para maximizar opciones, sustenta tu pretensión con pruebas documentales y testificales, y considera la pericial contable si hay cálculos complejos (variables, incentivos, guardias). Recuerda que, incluso cuando actúas individualmente, los efectos de una sentencia favorable pueden irradiar al resto de la plantilla si el incumplimiento es homogéneo. En todo caso, coordinarse con otros afectados mejora la fuerza negociadora y la coherencia de las reclamaciones.

  • Define el petitum: qué derecho reclamas y desde cuándo.
  • Calcula atrasos y actualizaciones con base en tablas del convenio.
  • Aporta registros de jornada, organigramas y comunicaciones.
  • Valora acuerdos parciales (por ejemplo, reconocimiento inmediato y calendario de pago).

Tip práctico: una buena demanda es específica, cuantificada y coherente con la prueba. Evita reclamaciones genéricas; detalla meses, conceptos y cláusulas infringidas.

Vía colectiva y conflicto colectivo

Cuando el incumplimiento afecta a un grupo amplio, la vía colectiva suele ser más eficaz. La representación de las personas trabajadoras puede promover un conflicto colectivo para que un tribunal determine la interpretación del convenio o la obligación de la empresa de ajustarse a sus cláusulas. Esta herramienta busca soluciones generales, acelera la corrección de prácticas ilegales y evita litigios repetidos. Además, una decisión en conflicto colectivo suele tener efectos extensivos sobre toda la plantilla, no solo sobre quien demandó.

Antes de llegar al juzgado, se recomienda explorar la mediación y el arbitraje previstos en los acuerdos interprofesionales del sector o en el propio convenio. Estos mecanismos pueden desbloquear negociaciones estancadas, pactar calendarios de regularización y acordar fórmulas para el pago de atrasos. En paralelo, la acción sindical (asambleas, campañas informativas, movilizaciones) contribuye a visibilizar el problema y presiona por una solución respetuosa con la legalidad.

  • Identifica el alcance: ¿toda la empresa, un centro de trabajo, un colectivo concreto?
  • Consensúa una plataforma de reclamaciones y un calendario.
  • Valora mediación/arbitraje para acuerdos más ágiles.
  • Plan de comunicación interno y externo transparente.

Ventaja clave: la vía colectiva corrige prácticas generales con mayor rapidez y evita soluciones fragmentarias que generen desigualdad interna.

Denuncia ante Inspección de Trabajo

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social puede verificar el cumplimiento del convenio colectivo y exigir la corrección de irregularidades, imponiendo sanciones si procede. Para denunciar, prepara un relato claro: identifica la empresa, centro de trabajo, convenio aplicable y describe los incumplimientos con fechas y ejemplos. Adjunta evidencias (nóminas, registros de jornada, comunicaciones, cuadrantes) y, si hay afectación colectiva, indícalo. La denuncia puede presentarse con reserva de identidad en determinados supuestos, lo que aporta protección adicional frente a posibles represalias.

La Inspección puede requerir documentación, entrevistar a personas trabajadoras y a la dirección, y visitar el centro. Si comprueba la infracción, puede levantar actas de infracción, requerimientos de subsanación y liquidaciones de cuotas. Aunque el objetivo no es pagar cantidades individuales, su actuación suele desencadenar regularizaciones y sirve como prueba contundente en procedimientos judiciales.

  • Relato cronológico de hechos y cláusulas vulneradas.
  • Evidencias documentales ordenadas y legibles.
  • Solicitud de actuación y, si procede, de reserva de identidad.
  • Seguimiento: aporta a la Inspección novedades y más pruebas si se te requieren.

Importante: la denuncia no impide una reclamación judicial en paralelo; ambas vías pueden complementarse estratégicamente.

Plazos, prescripción y caducidad

Los plazos determinan la viabilidad de tu reclamación. En materia de salarios y cantidades derivadas del convenio, las acciones suelen prescribir en el plazo general aplicable a créditos salariales, por lo que conviene no demorar la reclamación y cuantificar mensualmente las diferencias para evitar perder periodos antiguos. En reclamaciones de clasificación profesional, jornada o disfrute de vacaciones, existen plazos específicos o ventanas temporales que conviene respetar: por ejemplo, impugnar la negativa a un permiso o un cambio sustancial en un margen breve desde que se comunica.

Distingue entre prescripción (el derecho se extingue pasado cierto tiempo sin ejercitarlo) y caducidad (plazos perentorios, más cortos, que no admiten interrupción con tanta facilidad). La presentación de papeletas de conciliación o reclamaciones internas puede interrumpir plazos, pero no confíes en ello sin asesoramiento: un error de cálculo puede dejarte fuera de plazo. Si existen atrasos por revisiones salariales no aplicadas, actualiza cada anualidad y prioriza la más antigua.

  • Registra por escrito la primera petición: ayuda a fijar fechas.
  • Interrumpe plazos con acciones válidas (conciliación previa, reclamación formal).
  • Controla calendarios de vacaciones y permisos con antelación.
  • No dejes para el final las cuantías más antiguas.

Plan de ruta: elabora una línea temporal con hitos (hecho, reclamación interna, conciliación, demanda) y asigna fechas límite para cada paso.

Protección frente a represalias

Reclamar que se respete el convenio colectivo es un ejercicio legítimo de derechos laborales. Aun así, algunas empresas reaccionan con sanciones, cambios de turno injustificados o presiones. Debes saber que medidas disciplinarias o extinciones vinculadas a tu acción reivindicativa pueden ser nulas por vulneración de derechos fundamentales (por ejemplo, libertad sindical o tutela judicial efectiva). Documenta cualquier trato desfavorable tras tu reclamación: emails, órdenes, cambios de funciones, comentarios o exclusiones de formaciones y beneficios.

Si hay indicios razonables de represalia, busca asesoramiento inmediato. Es posible solicitar medidas cautelares, impugnar sanciones y pedir indemnizaciones por daño moral. La acción colectiva y el respaldo del comité o de un sindicato disminuyen el riesgo, al visibilizar que la reclamación no es caprichosa sino un ajuste a la legalidad. Además, la reserva de identidad ante la Inspección y el uso de canales internos con acuse de recibo reducen la exposición individual.

  • Registra el “antes y después” de la reclamación.
  • Impugna rápidamente sanciones o modificaciones sustanciales.
  • Apóyate en la representación de las personas trabajadoras.
  • Considera la vía judicial por tutela de derechos fundamentales.

Mensaje clave: reclamar el respeto del convenio no es deslealtad, es cumplimiento normativo. La ley te protege frente a respuestas punitivas.

Preguntas frecuentes

¿Cómo sé qué convenio se me aplica? Revisa tu contrato (suele indicarlo), el CNAE/actividad real de la empresa y consulta bases públicas o al comité. Si hay duda entre varios, prevalece el de ámbito y funcionalidad que mejor se ajuste a la actividad, sin reducir derechos mínimos.

¿Puedo reclamar atrasos si me han pagado por debajo de tablas? Sí, cuantifica diferencias por mes y concepto, añade revisiones anuales no aplicadas y reclama dentro de los plazos. Guarda nóminas y el convenio para acreditar la deuda.

¿Qué es mejor: ir por libre o con mis compañeros? Depende del alcance. Si el problema es general, la vía colectiva y la intervención del comité suelen ser más rápidas y eficaces. Aun así, puedes presentar una reclamación individual en paralelo.

¿La Inspección me pagará las diferencias? No. La Inspección puede sancionar y requerir la corrección, lo que suele forzar regularizaciones. Para cobrar cantidades concretas, utiliza la vía de reclamación individual o los acuerdos alcanzados.

¿Qué hago si me sancionan tras reclamar? Impugna de inmediato, reúne indicios de represalia y valora la tutela de derechos fundamentales. El apoyo del comité y la documentación previa fortalecen tu posición.

Recuerda: detectar, documentar y actuar con método es la mejor estrategia cuando tu empresa no respeta el convenio colectivo. Combina vías interna, colectiva y administrativa con asesoramiento profesional para lograr una solución rápida y sostenible.

Consulta legal GRATIS aquí

✅ ¡Tu consulta ha sido enviada con éxito!