Despido injustificado en contrato parcial: qué hacer

Despido injustificado en contrato parcial: qué hacer

Publicado el 18 de octubre de 2025


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Qué es despido injustificado en contrato parcial

El despido injustificado en contrato parcial se produce cuando la empresa extingue la relación laboral con una persona trabajadora que presta servicios a tiempo parcial sin causa válida, sin respetar la forma exigida o vulnerando derechos fundamentales. La calificación jurídica más frecuente es “improcedente” o “nulo”, según concurran defectos formales, falta de motivos reales o discriminación. Aunque el contrato sea de jornada reducida, la protección es la misma que en un contrato a tiempo completo: la ley no permite que el menor número de horas facilite el despido sin consecuencias. Por ello, entender qué implica un despido injustificado en contrato parcial y cómo afrontarlo es clave para recuperar tus derechos, obtener la indemnización adecuada o incluso la readmisión.

Un despido puede declararse injustificado por diferentes razones: inexistencia de motivos objetivos, causas disciplinarias no acreditadas, incumplimiento de los requisitos de la carta de despido, ausencia de un periodo de consultas cuando sea obligatorio, o utilización del contrato parcial para encubrir reducciones de jornada y rotaciones injustificadas. La forma escrita de la comunicación, el detalle de los hechos imputados y la fecha de efectos son elementos imprescindibles que, si se omiten o se redactan de manera ambigua, debilitan la posición de la empresa.

Además, el carácter parcial del contrato no permite aplicar reglas distintas en términos de derechos básicos: salario proporcional, vacaciones, antigüedad, descansos y, llegado el caso, indemnización. La proporcionalidad actúa sobre cuantías, no sobre la calidad de los derechos. Por eso, si te han comunicado un despido y consideras que carece de fundamento, conviene actuar con rapidez: conservar la carta, revisar nóminas y horarios reales, y solicitar asesoramiento para valorar la viabilidad de impugnar. Esta guía te ofrece pasos claros y criterios prácticos para reclamar con eficacia.

Idea clave: En un contrato parcial, los derechos frente al despido injustificado son equivalentes a los de la jornada completa; lo que cambia es la proporcionalidad económica.

Derechos del trabajador a tiempo parcial

Quien trabaja a tiempo parcial goza de los mismos derechos individuales y colectivos que una persona con contrato a tiempo completo. Esto incluye la protección frente al despido injustificado, el acceso a la tutela judicial efectiva y la posibilidad de impugnar la decisión empresarial. También se mantienen intactos derechos como vacaciones, descansos, retribución por horas extraordinarias o complementarias cuando sean legales, y el cómputo de la antigüedad. La diferencia radica en que las cuantías se ajustan a la jornada, pero nunca se reducen garantías esenciales.

En caso de despido, tienes derecho a recibir la liquidación de haberes (finiquito), con salarios pendientes, pagas extra prorrateadas, vacaciones devengadas y no disfrutadas, así como a la indemnización si el despido se califica como improcedente. Si existe vulneración de derechos fundamentales (por ejemplo, por causa de género, embarazo, reducción de jornada por cuidado, o represalias), puede declararse nulo con readmisión y salarios de tramitación. Además, cuando hay indicios razonables de discriminación, la carga de la prueba se invierte: la empresa debe demostrar que su decisión fue objetiva y proporcionada.

Otro derecho relevante es el acceso a la información sobre tu tiempo de trabajo real. En contratos parciales es frecuente la existencia de horas complementarias o cambios de turno informales; llevar un registro de horas y comunicaciones te ayudará a defender tu posición. También puedes solicitar la presencia de representantes de los trabajadores en actos de conciliación y valorar la mediación para un acuerdo rápido. Si percibes irregularidades previas (reducciones de horas sin acuerdo, cambios repentinos de funciones, presiones para dimitir), documentalas: pueden ser indicios del carácter injustificado del despido.

  • Igual protección jurídica que en jornada completa.
  • Finiquito, vacaciones y pagas extra proporcionales.
  • Posible readmisión si el despido es nulo.
  • Indemnización por improcedencia si no hay causa.
  • Derecho a impugnar y a la asistencia de representación.

Primeras 48 horas: qué hacer

Las primeras 48 horas tras un despido injustificado en contrato parcial son determinantes para preservar pruebas y posicionarte de cara a una reclamación. Lo primero es solicitar y guardar la carta de despido original con fecha y firma. Si no te la entregan, envía un burofax solicitándola o registra por escrito tu petición. Revisa la fecha de efectos y la causa alegada, y comprueba si se han respetado los plazos de preaviso cuando proceda. Haz una copia de seguridad de tus nóminas, contratos, comunicaciones de horarios y cualquier mensaje que refleje tu jornada real, incluidos correos y chats corporativos.

Paralelamente, solicita el certificado de empresa para tramitar prestaciones, y verifica tu situación en la Seguridad Social. Si hay pertenencias en el puesto de trabajo, coordina su recogida dejando constancia de la entrega de material. Contacta con asesoría laboral para valorar la impugnación: el plazo para presentar la papeleta de conciliación es breve y la preparación de la estrategia requiere tiempo. Anota testigos potenciales que puedan confirmar horas complementarias reiteradas, turnos cambiados sin preaviso o presiones previas.

Gestiona tu economía inmediata: calcula lo que deberían abonarte en el finiquito (salarios pendientes, vacaciones, prorrata) y no firmes “recibí y conforme” si no estás de acuerdo. Puedes firmar como “no conforme” y añadir reservas. Evita acuerdos verbales apresurados; cualquier propuesta debe constar por escrito. Si hay indicios de discriminación (embarazo, reducción de jornada, enfermedad) o represalias por reclamar derechos, deja rastro documental. Finalmente, registra por agenda los hitos clave: día de la carta, fecha de efectos, vencimiento del plazo para conciliar y, si fuera necesario, para demandar. Un control del tiempo es esencial para no perder la oportunidad de reclamar.

Checklist exprés: carta y fecha, copias de nóminas, registro de horas, testigos, asesoría laboral, finiquito “no conforme”, calendario de plazos.

Pruebas y documentación imprescindible

Para demostrar un despido injustificado en contrato parcial necesitas pruebas consistentes y organizadas. Empieza por el corpus documental mínimo: contrato y anexos, comunicaciones de horarios, nóminas, variaciones de jornada, y cualquier addenda sobre horas complementarias. Añade la carta de despido y, si existe, la entrega del preaviso. Aporta registros de fichajes, calendarios internos y cuadrantes. Los correos electrónicos y mensajes corporativos donde se evidencian cambios de turno o requerimientos fuera de tu horario también son valiosos, así como los sistemas de control horario si la empresa los utiliza.

La prueba testifical cobra fuerza en el tiempo parcial, donde las irregularidades suelen producirse en la distribución de horas. Identifica compañeros que hayan presenciado turnos extendidos o encadenamiento de horas complementarias sin pacto. Si hubo evaluaciones de desempeño positivas previas al despido, incorpóralas para contrarrestar una motivación disciplinaria mal fundada. En caso de sospecha de discriminación (p. ej., por maternidad o reducción de jornada), los indicios documentales —correos, cambios repentinos, comentarios— pueden invertir la carga probatoria, obligando a la empresa a justificar su decisión con criterios objetivos.

Organiza la carpeta de prueba con un índice y numeración. Evita duplicidades y señala qué acredita cada documento: incremento real de horas, falta de causa, defectos formales, trato desigual. Prepara un relato cronológico coherente: fecha de alta, cambios, reclamaciones previas, comunicación del despido y efectos. En conciliación y juicio, la claridad facilita acuerdos y decisiones favorables. No olvides solicitar a la empresa, por escrito, documentos que te falten (p. ej., registro horario o copia del contrato); su negativa puede jugar a tu favor. Mantén copias de seguridad en la nube y, si aportas capturas, incluye metadatos o contexto para reforzar su credibilidad.

  • Contrato, nóminas y carta de despido.
  • Registro de jornada y cuadrantes.
  • Correos/mensajes sobre cambios de turno.
  • Testigos y evaluaciones de desempeño.
  • Índice numerado y relato cronológico.

Indemnización y salarios: cómo se calculan

La indemnización por despido injustificado en contrato parcial se calcula aplicando las reglas generales, con la particularidad de que las cuantías se ajustan a la jornada efectiva. El salario regulador debe reflejar lo que realmente percibes: salario base, complementos fijos y la media de variables habitu­ales (plus de transporte, turnicidad, incentivos), prorrateando pagas extras si corresponde. Si realizas horas complementarias de forma recurrente y retribuida, su promedio puede integrar el salario regulador. Un cálculo correcto requiere analizar las últimas doce nóminas y cualquier variación estable.

Para estimar la indemnización por improcedencia, se multiplican días de salario por año de servicio según los tramos legales, aplicando la antigüedad desde la fecha de inicio (o subrogación) hasta la de efectos del despido. En contratos parciales, la antigüedad no se reduce por trabajar menos horas: es tiempo de vinculación, no de jornada. Además de la indemnización, el finiquito incluye salarios pendientes, vacaciones devengadas y no disfrutadas, y la parte proporcional de pagas extras. Si el despido es nulo, procede la readmisión con abono de salarios de tramitación; si es improcedente, la empresa suele optar entre readmitir o indemnizar.

El cálculo de salarios y la comparación con la oferta empresarial son claves en la negociación. Realiza simulaciones con distintos escenarios (inclusión de variables, ajustes por pluses) y documenta los criterios. Conserva justificantes de todo abono o deducción. Si existieron horas trabajadas no pagadas, impúgnalas como reclamación de cantidad acumulada. Recuerda que los topes indemnizatorios y los convenios colectivos pueden incidir en el resultado; por eso conviene revisar el convenio aplicable a tu sector y categoría. Un informe de cálculo claro y bien fundamentado fortalece tu posición ante la empresa y, si fuera necesario, ante el juzgado.

Consejo práctico: toma como base las 12 últimas nóminas, incorpora la media de variables habituales y verifica el convenio. La antigüedad no se reduce por ser parcial.

Plazos y proceso: conciliación y demanda

En materia laboral los plazos son breves. Tras un despido injustificado en contrato parcial, el primer paso es la papeleta de conciliación ante el servicio administrativo correspondiente. Debe presentarse dentro del plazo legal contado desde la fecha de efectos del despido. Este trámite interrumpe el cómputo para la demanda y abre una ventana de negociación con la empresa. Es fundamental describir de forma clara los hechos, la jornada real, los cambios previos y la pretensión (nulidad o improcedencia, readmisión o indemnización, salarios pendientes).

Si en conciliación no hay acuerdo, se presenta demanda ante el juzgado social. Aporta la carta de despido, contrato, nóminas, registro horario, comunicaciones, testigos y el cálculo indemnizatorio. La demanda debe ser coherente con la papeleta y con la prueba que puedas sostener. Antes de la vista, es habitual un nuevo intento de acuerdo. En todo el proceso, vigila notificaciones y fechas: cualquier retraso puede dejar sin efecto la reclamación. Considera solicitar medidas cautelares si existe riesgo de represalias o pérdida de pruebas, y pide en sentencia lo que buscas realmente (readmisión con salarios de tramitación si hay indicios de vulneración de derechos fundamentales, o indemnización adecuada en caso contrario).

Durante el procedimiento, la empresa tratará de justificar la causa (disciplinaria u objetiva) y la corrección formal de la carta. Tu estrategia debe centrarse en desmontar la causa, evidenciar defectos formales y acreditar la jornada real cuando sea relevante para el salario regulador. Mantén una comunicación fluida con tu asesoría, prepara a tus testigos y ensaya respuestas claras. Recuerda: la precisión cronológica y documental es conclusiva; una cronología sólida crea credibilidad y facilita una sentencia favorable o un acuerdo ventajoso.

  • Papeleta de conciliación dentro de plazo.
  • Demanda con prueba ordenada y cálculo claro.
  • Atención a notificaciones y vistas.
  • Opciones de acuerdo antes y durante el juicio.

Negociación con la empresa: estrategias

Negociar bien puede ahorrarte tiempo y estrés, y, en ocasiones, proporcionar un resultado económico superior al previsible en juicio. En un despido injustificado en contrato parcial, tu poder negociador depende de la solidez de la prueba, la coherencia del relato y la claridad del cálculo indemnizatorio. En la fase de conciliación, plantea un objetivo mínimo (piso) y un objetivo deseable (techo), sustentados en números verificables: salario regulador, antigüedad, pluses, media de variables, y riesgos procesales de la empresa.

Evita posiciones rígidas: escucha la propuesta contraria y detecta intereses (rapidez, confidencialidad, evitar precedentes). Propón alternativas inteligentes: indemnización mejorada a cambio de renuncia a acciones adicionales, pagos fraccionados con garantía, carta de recomendación o neutral de referencias. Si percibes que la empresa teme una declaración de nulidad, utiliza ese riesgo como palanca para mejorar el acuerdo. Eso sí, documenta todo: cualquier pacto debe constar por escrito, firmado y con cláusulas claras de pago y cumplimiento. Desconfía de acuerdos solo verbales.

Durante la negociación cuida el lenguaje y los tiempos. No te precipites ni aceptes “por cansancio”. Solicita una pausa para recalcular si aparecen nuevas cifras o condiciones. Revisa impuestos, Seguridad Social y posibles prestaciones que podrían verse afectadas. Pide asesoramiento antes de cerrar. Si el acuerdo llega en sede de conciliación, verifica que el acta refleje exactamente lo pactado, sin ambigüedades. En todo momento, recuerda que un buen acuerdo es aquel que, aunque no perfecto, es ejecutable, realista y reduce incertidumbre.

Palancas de negociación: riesgo de nulidad, defectos formales, testigos sólidos, cálculo de variables, rapidez y confidencialidad como moneda de cambio.

Errores frecuentes y cómo evitarlos

Hay fallos que se repiten y debilitan reclamaciones por despido injustificado en contrato parcial. El primero es firmar el finiquito “conforme” sin revisar importes o sin dejar constancia de disconformidad. El segundo, dejar pasar plazos por desconocimiento: anota fechas desde el primer día y prepara la papeleta de conciliación con antelación. Tercero, no conservar la carta de despido o aceptar comunicaciones informales: sin carta, la empresa tiene una ventaja formal. Cuarto, no reunir pruebas de la jornada real y de horas complementarias habituales, lo que puede reducir indebidamente el salario regulador y tu indemnización.

Otro error es no identificar indicios de discriminación o represalia. En contratos parciales asociados a conciliación familiar o estudios es común que existan tensiones por horarios. Si reclamaste derechos (reducción, adaptación de jornada) y poco después llegó el despido, guarda todo lo que lo demuestre. También es un fallo frecuente negociar sin cálculos claros: llegar a conciliación con una cifra “al aire” resta credibilidad. Lleva tablas, promedios y escenarios alternativos. Finalmente, evita publicar detalles del conflicto en redes sociales: puede volverse en tu contra.

Para prevenir errores, actúa con método: checklist de documentos, cronograma de plazos, simulaciones de indemnización y consulta profesional. Revisa el convenio aplicable y compáralo con tu práctica real. Si no te entregan documentos clave (registro horario, certificados), solicítalos por escrito. Documenta cualquier reunión relevante, pidiendo confirmación por correo. La disciplina procesal es tu mejor aliada: te permite negociar con fuerza y sostener tu pretensión en juicio si es necesario.

  • Firma “no conforme” si discrepas del finiquito.
  • Control estricto de plazos y notificaciones.
  • Prueba de jornada real y variables retributivas.
  • Detecta indicios de discriminación y guárdalos.
  • Evita filtraciones en redes sociales.

Modelos y plantillas útiles

Contar con modelos ágiles te ahorra tiempo y evita errores formales. A continuación se sugieren estructuras de uso frecuente para afrontar un despido injustificado en contrato parcial. Adáptalas a tu caso y comprueba siempre fechas, datos personales y de la empresa.

1) Requerimiento de entrega de carta de despido
Contenido mínimo: identificación, fecha de efectos comunicada, solicitud de copia de la carta con motivación y firma; advertencia de acciones legales si no se entrega; domicilio para notificaciones.

2) Solicitud de registro horario y cuadrantes
Contenido mínimo: periodo solicitado (p. ej., últimos 12 meses), turno y centro de trabajo, finalidad probatoria para impugnación del despido, petición de remisión por correo electrónico.

3) Escrito de discrepancia del finiquito
Contenido mínimo: conceptos adeudados (salarios, vacaciones, variables), reserva de acciones, solicitud de desglose y cita para revisión, firma “no conforme”.

4) Papeleta de conciliación (esqueleto)
Elementos clave: datos de las partes, relato cronológico, categoría y centro, jornada parcial pactada vs. jornada real, causa alegada por la empresa, petición principal (nulidad o improcedencia), petición subsidiaria (indemnización), reclamación de salarios/horas pendientes y costas si procede.

Ten siempre a mano plantillas editables y mantén versiones fechadas. Un sistema de nombres claro (AAAAMMDD_descripcion) evita confusiones. Revisa ortografía y datos fiscales. En la medida de lo posible, acompaña los escritos de anexos numerados para que el receptor comprenda de inmediato el alcance de tu solicitud y la seriedad de la reclamación.

Preguntas frecuentes

¿La indemnización en contrato parcial es menor por trabajar menos horas? La protección es la misma; lo que cambia es la base salarial sobre la que se calcula la cuantía. La antigüedad no se reduce por ser parcial.

¿Puedo firmar el finiquito y reclamar después? Sí, pero firma “no conforme” y deja constancia escrita de los conceptos que impugnas. Evita cláusulas de renuncia general.

¿Qué pasa si la empresa no me da la carta de despido? Solicítala por escrito (burofax o email con acuse). La falta de carta o su deficiencia formal fortalece tu impugnación.

¿Cómo demuestro mi jornada real? Aporta registro horario, cuadrantes, correos y testigos. Si realizaste horas complementarias frecuentes, documenta su recurrencia.

¿Cuándo conviene negociar y cuándo ir a juicio? Negocia cuando la empresa reconozca riesgos (nulidad, defectos formales) y el acuerdo sea ejecutable. Ve a juicio si la oferta es insuficiente o hay vulneración de derechos.

Tip final: centraliza la documentación en una carpeta, numera anexos y controla plazos. La organización es el 50% del éxito en tu reclamación.

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