
¿Cuánto se cobra estando de baja por accidente laboral?
Publicado el 04 de junio de 2025
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Índice
Introducción
Estar de baja por un accidente laboral es una situación que afecta tanto a la salud del trabajador como a su estabilidad económica. Por ello, es fundamental entender cómo funciona este tipo de baja en España, qué derechos se tienen como empleado y, sobre todo, cuánto se cobra durante el período de recuperación. Este tipo de incapacidad temporal no solo tiene implicaciones médicas, sino también jurídicas y económicas que es importante conocer a fondo.
Un accidente laboral es aquel que ocurre como consecuencia directa del trabajo que se realiza, ya sea en el centro de trabajo o durante el desplazamiento conocido como "in itinere". Este tipo de contingencias está regulado por la Ley General de la Seguridad Social y cuenta con un tratamiento diferenciado respecto a otras situaciones de incapacidad, como las bajas por enfermedad común.
La retribución económica durante una baja por accidente laboral varía en función de varios factores, como la base reguladora del trabajador, el convenio colectivo aplicable y el tiempo que dure la baja. A diferencia de las bajas por enfermedad común, en las que el trabajador cobra menos durante los primeros días, en las bajas por accidente laboral se percibe un porcentaje más elevado desde el primer momento, lo que supone un importante alivio económico.
Es importante destacar que durante una baja por accidente laboral, el trabajador no pierde su puesto de trabajo ni su antigüedad, y sigue cotizando a la Seguridad Social. Además, está protegido por una serie de derechos que le amparan legalmente frente a despidos improcedentes y otras situaciones irregulares.
A lo largo de este artículo abordaremos todos los aspectos fundamentales relacionados con el cobro durante una baja por accidente laboral: cómo se calcula la prestación, quién la paga, cuánto tiempo puede durar, qué documentación se necesita y qué hacer en casos especiales. También responderemos a las preguntas más frecuentes que suelen surgir en estas situaciones para que cualquier trabajador afectado pueda tomar decisiones informadas y proteger sus derechos.
Comprender este proceso no solo aporta tranquilidad, sino que permite actuar con conocimiento ante posibles problemas o irregularidades. Tanto si eres trabajador por cuenta ajena como si formas parte de un departamento de recursos humanos, esta guía te servirá como referencia clara y actualizada sobre el tema.
¿Qué es la baja por accidente laboral?
La baja por accidente laboral es una situación de incapacidad temporal que se produce cuando un trabajador sufre una lesión, dolencia o daño físico o psicológico como consecuencia directa del desempeño de su actividad profesional. Esta circunstancia impide al empleado continuar con su trabajo de forma habitual, lo que da lugar a una interrupción temporal de su actividad laboral y a la necesidad de recibir atención médica y reposo.
Legalmente, se considera accidente laboral cualquier suceso que ocurra durante la jornada laboral o en el trayecto hacia o desde el lugar de trabajo (lo que se conoce como accidente “in itinere”), siempre que exista una relación directa con el trabajo. La legislación española, a través de la Ley General de la Seguridad Social y otras normativas complementarias, establece las condiciones y derechos del trabajador en este tipo de situaciones.
Es importante diferenciar entre accidente laboral y enfermedad común. Mientras que la enfermedad común puede no tener relación con el entorno laboral, el accidente laboral está directamente vinculado a las funciones, entorno o condiciones del trabajo que desempeña el empleado.
La baja por accidente laboral implica una serie de derechos y deberes tanto para el trabajador como para la empresa. Entre los principales derechos se encuentran:
- Recibir asistencia sanitaria inmediata y gratuita a través de la mutua colaboradora o del sistema público.
- Percibir una prestación económica desde el primer día de la baja.
- Protección frente a posibles despidos o represalias mientras dure la baja.
- Mantenimiento de la cotización a la Seguridad Social durante el periodo de incapacidad.
Desde el punto de vista empresarial, la empresa está obligada a notificar el accidente laboral a la autoridad laboral correspondiente y a colaborar con la mutua o el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en la gestión del parte médico. En función de la gravedad del accidente y las causas que lo hayan originado, puede derivarse también responsabilidad civil, administrativa o incluso penal para el empleador.
Comprender en profundidad qué se considera una baja por accidente laboral permite al trabajador actuar con mayor seguridad y conocimiento. Además, facilita el ejercicio de sus derechos y la exigencia del cumplimiento de las obligaciones por parte del empleador, garantizando así una protección efectiva y justa en una situación tan delicada como lo es un accidente derivado del trabajo.
¿Cuánto se cobra durante la baja?
Cuando un trabajador se encuentra de baja por accidente laboral, tiene derecho a recibir una prestación económica que compense la pérdida de ingresos derivada de no poder desempeñar su actividad profesional. Esta prestación, conocida como subsidio por incapacidad temporal, se calcula en función de la base reguladora del trabajador y varía según el tipo de contingencia que ha originado la baja.
En el caso de una baja por accidente laboral o enfermedad profesional, el importe a percibir es más favorable que en otras situaciones, como las enfermedades comunes. El trabajador comienza a cobrar desde el día siguiente al de la baja médica, con un porcentaje establecido por ley.
El importe que se cobra durante una baja por accidente laboral corresponde al 75% de la base reguladora desde el día siguiente al del accidente, y puede ser complementado por el convenio colectivo aplicable si así lo establece. El primer día lo abona la empresa, y a partir del segundo se hace cargo la mutua o la Seguridad Social.
La base reguladora es el promedio diario de las bases de cotización por contingencias profesionales del mes anterior al accidente, incluyendo horas extras si las hubiera. En muchos convenios colectivos se contempla un complemento que puede llegar incluso al 100% del salario habitual, dependiendo del sector y del acuerdo entre empresa y trabajadores.
Es importante tener en cuenta que:
- La prestación no tributa IRPF, pero sí cotiza a la Seguridad Social.
- La duración de la prestación está sujeta al tiempo que dure la incapacidad, con un máximo de 365 días prorrogables por 180 más.
- El trabajador no necesita esperar varios días como en las bajas por enfermedad común para empezar a cobrar.
Por todo ello, el impacto económico de una baja por accidente laboral puede ser significativamente menor en comparación con otro tipo de bajas, especialmente cuando el convenio colectivo refuerza la protección salarial. No obstante, es recomendable revisar siempre las condiciones específicas establecidas en el contrato y el convenio del sector, así como consultar con la mutua o la Seguridad Social para conocer los detalles concretos del cálculo en cada caso.
¿Quién paga la baja por accidente laboral?
Una de las preguntas más frecuentes cuando un trabajador sufre un accidente laboral es quién se hace cargo del pago de su salario durante el periodo de incapacidad. La respuesta depende de la fase en la que se encuentre la baja médica y del sistema de protección establecido por la Seguridad Social en España. Este sistema contempla la participación de varios actores: la empresa, la mutua colaboradora y, en algunos casos, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Desde el primer día de la baja, se establece un sistema de cobertura económica para garantizar que el trabajador no quede desprotegido. El pago se reparte de la siguiente manera:
- Día del accidente (día 0): Lo abona íntegramente la empresa como si el trabajador hubiera asistido a su puesto.
- Desde el día 1 hasta el fin de la baja: El pago corre a cargo de la mutua colaboradora con la Seguridad Social o, en su defecto, del INSS si la empresa no tiene concertada una mutua.
Es importante destacar que la empresa actúa como intermediaria en el abono de la prestación, adelantando normalmente los pagos a través de la nómina y luego recuperando esos importes de la mutua o del INSS. No obstante, en algunos casos, el pago lo realiza directamente la mutua si así se ha acordado.
Las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social son entidades privadas que gestionan las prestaciones derivadas de contingencias profesionales, incluida la incapacidad temporal por accidente laboral. Estas entidades no solo cubren la parte económica, sino también la asistencia médica y el seguimiento del proceso de recuperación del trabajador.
Además, muchos convenios colectivos contemplan la obligación de la empresa de complementar la prestación abonada por la mutua hasta alcanzar el 100% del salario, especialmente en sectores donde el riesgo laboral es elevado. Este complemento es voluntario desde el punto de vista legal, pero puede ser obligatorio si está recogido en el convenio aplicable.
En resumen, aunque el origen del dinero puede provenir de la Seguridad Social o de la mutua, en la práctica es común que el trabajador siga percibiendo su salario como si proviniera de la empresa. La clave está en conocer quién financia realmente la prestación y bajo qué condiciones, lo que permite identificar posibles errores o incumplimientos en el proceso de pago.
Cálculo de la prestación por accidente
El cálculo de la prestación económica durante una baja por accidente laboral es un aspecto clave para el trabajador, ya que determina cuánto ingresará mientras esté imposibilitado para trabajar. Este importe no es arbitrario, sino que se basa en la base reguladora, un valor calculado a partir de las cotizaciones previas del trabajador a la Seguridad Social. Comprender cómo se calcula esta prestación permite anticiparse a posibles errores y verificar si los pagos recibidos son correctos.
En términos generales, la base reguladora diaria se obtiene dividiendo la base de cotización por contingencias profesionales del mes anterior al accidente entre el número de días cotizados en ese mismo mes. Esta base incluye no solo el salario base, sino también complementos salariales y, en algunos casos, las horas extras.
Una vez determinada la base reguladora, el trabajador percibe un 75% de dicha base desde el día siguiente a la baja médica. El primer día lo abona la empresa y no forma parte del subsidio. A partir del segundo día, el pago lo realiza la mutua o el INSS, en función de la cobertura del trabajador.
Algunos aspectos importantes que influyen en el cálculo son:
- Si el trabajador tiene una jornada parcial, la base se ajustará proporcionalmente.
- Los complementos por turnicidad, nocturnidad o peligrosidad pueden incluirse si son cotizables.
- Los convenios colectivos pueden establecer un complemento al subsidio que eleve el importe hasta el 100% del salario habitual.
En algunos casos, los trabajadores perciben una cantidad inferior a la esperada por errores en el cálculo de la base reguladora o por exclusión de ciertos conceptos retributivos. Por ello, es recomendable solicitar a la empresa o a la mutua un desglose del cálculo cuando existan dudas.
En conclusión, el cálculo de la prestación por accidente laboral se basa en parámetros objetivos regulados por la legislación española, pero puede verse modificado por variables como el convenio colectivo o la naturaleza del salario del trabajador. Entender estos factores es esencial para asegurarse de recibir la compensación económica que realmente corresponde durante el periodo de baja.
Duración máxima de la baja laboral
La duración de una baja laboral por accidente no es indefinida. Está regulada por la normativa de la Seguridad Social y depende del tiempo necesario para la recuperación del trabajador, así como del criterio médico que evalúe la evolución del caso. Aunque el objetivo es siempre la reincorporación del trabajador a su puesto, es importante conocer los plazos máximos establecidos legalmente para evitar situaciones de incertidumbre.
En España, la duración máxima de una baja por incapacidad temporal, ya sea por accidente laboral o enfermedad profesional, es de 365 días naturales. No obstante, este plazo puede ampliarse si el trabajador no ha recuperado su capacidad laboral pero existe una expectativa razonable de recuperación en un periodo adicional.
La ley contempla una prórroga extraordinaria de 180 días (seis meses adicionales) si el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o la mutua considera que el trabajador puede mejorar durante ese tiempo. En total, el periodo máximo de baja podría alcanzar los 545 días naturales.
Una vez alcanzado este límite, el INSS debe emitir una resolución. Las opciones posibles son:
- Alta médica con reincorporación al trabajo.
- Iniciar un expediente de incapacidad permanente.
- Propuesta de revisión tras agotarse la prórroga.
Durante todo este tiempo, el trabajador debe acudir a los controles médicos periódicos y presentar los partes de confirmación de baja. No cumplir con estos requisitos puede dar lugar a la suspensión o extinción del derecho a la prestación.
Es importante destacar que, en determinados casos, como intervenciones quirúrgicas graves o procesos de recuperación complejos, los tribunales pueden valorar situaciones particulares para determinar si hubo una gestión adecuada de los plazos, especialmente en lo relativo a la incapacidad permanente.
En definitiva, aunque la duración de la baja por accidente laboral tiene unos límites establecidos por ley, estos pueden adaptarse a la realidad clínica del trabajador. Una gestión adecuada por parte del trabajador, el médico y la empresa es clave para asegurar una recuperación efectiva y conforme a la legalidad vigente.
Tramitación y partes médicos
La correcta tramitación de una baja laboral por accidente es fundamental para garantizar que el trabajador reciba su prestación en tiempo y forma. Este proceso implica una serie de pasos administrativos y médicos que deben seguirse con precisión, tanto por parte del trabajador como de la empresa y la mutua o entidad gestora correspondiente.
El procedimiento se inicia en el momento en que se produce el accidente laboral. El trabajador debe acudir a un centro médico autorizado por la mutua colaboradora de su empresa para ser evaluado. Si el profesional médico determina que existe una incapacidad temporal, emitirá el correspondiente parte de baja médica.
El trabajador tiene un plazo de 3 días hábiles para entregar el parte de baja a su empresa. Este documento justifica la ausencia laboral y permite iniciar la gestión del subsidio por incapacidad temporal.
A partir de ese momento, se emiten periódicamente los partes de confirmación, en los que se evalúa la evolución del estado de salud del trabajador. Estos partes deben entregarse también a la empresa en un plazo de 3 días desde su emisión y se deben renovar con la frecuencia indicada por el médico, que puede variar en función del grado de la lesión.
Cuando el trabajador está en condiciones de reincorporarse, el médico emitirá el parte de alta médica. Este parte debe entregarse a la empresa en un plazo máximo de 24 horas, y marca el fin de la situación de incapacidad temporal.
A lo largo del proceso, la mutua o el INSS pueden realizar controles médicos complementarios o solicitar revisiones adicionales para verificar el estado del trabajador. Asimismo, es posible que se requiera documentación adicional como el parte del accidente emitido por la empresa o el informe de evaluación de riesgos laborales.
- Parte de baja: se emite al inicio de la incapacidad.
- Partes de confirmación: seguimiento periódico mientras dura la baja.
- Parte de alta: finaliza la incapacidad temporal.
El cumplimiento riguroso de estos pasos es crucial para evitar retrasos en los pagos o posibles incidencias administrativas. Tanto el trabajador como la empresa deben mantenerse informados y actuar dentro de los plazos establecidos para garantizar una gestión eficiente y legalmente correcta de la baja.
Casos especiales y excepciones
Aunque las bajas por accidente laboral siguen un procedimiento general bien definido, existen determinados supuestos que se consideran excepcionales y que pueden afectar tanto a la gestión como al cálculo de la prestación. Conocer estos casos especiales es fundamental para que los trabajadores afectados puedan ejercer correctamente sus derechos y evitar situaciones de indefensión.
Entre los casos más frecuentes se encuentran aquellos en los que el accidente no se produce en el centro de trabajo, sino durante el desplazamiento, así como los relacionados con situaciones de pluriempleo, trabajadores autónomos o fraudes en la declaración del accidente.
- Accidente in itinere: Se considera accidente laboral aquel que ocurre durante el trayecto habitual entre el domicilio del trabajador y su lugar de trabajo. Debe haber una relación directa y temporal entre el desplazamiento y la actividad laboral.
- Pluriempleo: En caso de que el trabajador tenga más de un empleo, la base reguladora puede calcularse teniendo en cuenta las cotizaciones de todos los trabajos, si estos están debidamente registrados en la Seguridad Social.
- Trabajadores autónomos: Solo tendrán derecho a prestación si están dados de alta en la cobertura por contingencias profesionales. Además, deben estar al corriente de pago con la Seguridad Social.
- Falta de comunicación o negligencia: Si el trabajador no comunica el accidente a tiempo o incumple los plazos de entrega de partes médicos, puede perder el derecho al subsidio temporalmente.
- Fraude o accidente simulado: La mutua o el INSS pueden denegar la prestación si se demuestra que el accidente fue fingido o no tuvo relación con la actividad laboral.
Es importante señalar que cada caso debe analizarse de forma individual, ya que las circunstancias concretas pueden influir en la resolución final del derecho a prestación. Las mutuas, inspecciones médicas y organismos competentes disponen de mecanismos para investigar y verificar los hechos.
En definitiva, aunque el sistema de protección por accidente laboral es amplio, no todos los supuestos se resuelven de la misma manera. Por ello, ante cualquier situación excepcional, es recomendable contar con asesoramiento jurídico o acudir directamente a la Seguridad Social o a la mutua correspondiente para resolver dudas y garantizar una gestión adecuada del expediente.
Preguntas Frecuentes
A continuación, respondemos a algunas de las preguntas más habituales relacionadas con la baja por accidente laboral. Estas dudas surgen con frecuencia tanto en trabajadores como en empleadores, y conocer las respuestas puede ayudarte a actuar con seguridad y conforme a la normativa vigente.
¿Puedo ser despedido mientras estoy de baja por accidente laboral?
Sí, aunque no es lo habitual ni lo correcto si el despido está relacionado directamente con la baja. El despido durante una baja médica puede ser considerado improcedente o nulo si se demuestra que ha vulnerado derechos fundamentales. En caso de despido, es importante acudir a un abogado laboralista lo antes posible.
¿Debo seguir cotizando a la Seguridad Social durante la baja?
Sí. Mientras estés de baja por accidente laboral, continúas cotizando a la Seguridad Social. Esta cotización se mantiene a efectos de futuras prestaciones, pensiones y antigüedad laboral, lo cual es una garantía para tu carrera profesional.
¿Qué ocurre si no entrego los partes médicos a tiempo?
El incumplimiento de los plazos en la entrega de partes médicos puede suponer la suspensión temporal del subsidio o incluso la pérdida del mismo. Es responsabilidad del trabajador hacer llegar los partes de baja y confirmación a la empresa dentro de los plazos establecidos (normalmente, en un máximo de 3 días hábiles).
¿La mutua puede obligarme a reincorporarme al trabajo?
No directamente, pero sí puede proponer el alta médica si considera que estás en condiciones de trabajar. No obstante, el médico del servicio público de salud es quien tiene la última palabra. Si el alta se produce sin estar recuperado, puedes impugnarla ante el INSS o vía judicial.
¿Qué pasa si el accidente fue culpa mía?
Incluso si el accidente fue por negligencia leve del trabajador, se sigue considerando accidente laboral. Solo se excluyen de la cobertura aquellos casos en los que exista dolo o negligencia grave, como presentarse al trabajo bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Conclusión
La baja por accidente laboral es un derecho fundamental que protege al trabajador durante su recuperación, asegurando que pueda subsistir económicamente mientras se recupera de una lesión o enfermedad derivada de su actividad laboral. A lo largo de este artículo, hemos detallado los aspectos más importantes relacionados con este proceso, desde el cálculo de la prestación económica hasta los casos especiales y excepciones que pueden surgir.
Entender cómo funciona el sistema de bajas por accidente laboral es clave tanto para empleados como para empleadores. Esto permite no solo cumplir con la normativa, sino también asegurarse de que todos los procesos se gestionen correctamente para evitar problemas legales o financieros. La correcta tramitación de la baja, la entrega de los partes médicos a tiempo y el conocimiento de los derechos del trabajador son esenciales para garantizar una experiencia sin contratiempos.
Es importante tener en cuenta que, aunque la ley establece plazos y procedimientos específicos, cada situación es única y puede requerir un análisis particular, especialmente en casos complejos como accidentes in itinere, pluriempleo o trabajadores autónomos. Ante cualquier duda o conflicto, siempre es recomendable buscar asesoramiento legal o acudir a la mutua o la Seguridad Social para aclarar cualquier cuestión.
En resumen, estar informado sobre el proceso de baja por accidente laboral no solo te protege a nivel económico, sino que también te asegura el respeto a tus derechos laborales, contribuyendo a una recuperación eficiente y sin contratiempos. Si alguna vez te encuentras en una situación de baja, recuerda que el conocimiento es poder y te permitirá gestionar todo el proceso de la mejor manera posible.