¿Qué pasa si no respetan tu excedencia laboral?

¿Qué pasa si no respetan tu excedencia laboral?

Publicado el 29 de septiembre de 2025


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Qué es la excedencia y tipos

La excedencia laboral es una situación en la que el trabajador suspende temporalmente su relación con la empresa, dejando de prestar servicios y de cobrar salario, pero conservando ciertos derechos vinculados a la posible reincorporación. Es una herramienta de flexibilidad que permite atender necesidades personales, familiares o profesionales, siempre bajo las condiciones que marca la normativa y los convenios colectivos aplicables. Comprender los tipos de excedencia y sus efectos es clave para saber qué pasa si la empresa no respeta tu excedencia laboral.

En términos generales, se distinguen tres grandes modalidades: excedencia forzosa, excedencia por cuidado de hijos o familiares y excedencia voluntaria. La excedencia forzosa se solicita cuando existe un deber público o un cargo que imposibilita el desempeño del trabajo; en este caso, el trabajador suele conservar el derecho a la reserva del puesto y a su cómputo de antigüedad durante el tiempo de la excedencia. La excedencia por cuidado de hijos o familiares se orienta a la conciliación y, por ley, establece periodos de reserva de puesto y ciertos beneficios de protección frente al despido. Finalmente, la excedencia voluntaria, más flexible en su concesión, no garantiza normalmente la reserva exacta del puesto, pero sí un derecho preferente al reingreso cuando haya vacantes de igual o similar categoría.

Cada modalidad exige requisitos formales (solicitud por escrito, preavisos, plazos) y genera efectos diferenciados sobre derechos como antigüedad, reingreso, cotizaciones o compatibilidad con otros trabajos. Por ejemplo, la excedencia voluntaria requiere antigüedad mínima y respeta la libertad del trabajador para desarrollar otras actividades mientras dura la suspensión, salvo competencia desleal. En cambio, la excedencia por cuidado prioriza la protección del núcleo familiar y conlleva garantías reforzadas. Saber exactamente qué tipo has pedido te permitirá detectar con precisión el incumplimiento empresarial y orientar la reclamación de forma más eficaz.

Idea clave: No todas las excedencias son iguales. Identifica tu modalidad porque de ella dependen tus derechos de reserva de puesto, preferencia de reingreso y protección frente a despidos.

Derechos durante la excedencia

Aunque la prestación de servicios se suspende, el vínculo laboral no desaparece por completo. Dependiendo de la modalidad, podrás contar con reserva de puesto (misma plaza) o con derecho preferente al reingreso (prioridad para ocupar vacantes similares cuando existan). Además, el tiempo puede computar a efectos de antigüedad y generar protección reforzada frente a represalias cuando la excedencia tiene fines de cuidado. En determinados supuestos, la empresa debe mantenerte informado de cambios organizativos relevantes que afecten a tu reincorporación y respetar los plazos de vuelta cuando los comuniques formalmente.

Un aspecto crítico es el momento del reingreso. En excedencias con reserva de puesto, si solicitas la vuelta dentro del plazo legal o acordado, la empresa debe reincorporarte en tu misma posición o en una equivalente que no suponga perjuicio en retribución, jornada o funciones. En excedencias únicamente con derecho preferente, la empresa debe gestionar tus solicitudes de reingreso con seriedad y buena fe, informándote de las vacantes aptas y evitando decisiones arbitrarias que vacíen de contenido tu preferencia.

También existen obligaciones formales del trabajador: respetar los preavisos, responder a comunicaciones de la empresa y, si procede, acreditar las circunstancias que justifican la excedencia (por ejemplo, cuidados). Incumplir estos requisitos puede dar argumentos a la empresa para negar o retrasar la reincorporación. A la inversa, si la empresa ignora tus peticiones, no publica vacantes o te asigna un puesto degradado, podría estar vulnerando tus derechos y exponiéndose a una reclamación con opciones de readmisión e indemnización.

  • Reserva de puesto o preferencia de reingreso según la modalidad.
  • Prohibición de discriminación y represalias por solicitar o disfrutar la excedencia.
  • Respeto a retribución y condiciones si existe reserva del mismo puesto.
  • Buena fe en la gestión de vacantes cuando solo hay derecho preferente.

Qué pasa si no respetan tu excedencia

Cuando la empresa no respeta tu excedencia laboral, los escenarios típicos son: negativa a la reincorporación pese a existir reserva de puesto; negativa injustificada cuando pides el reingreso y hay vacantes compatibles; dilaciones y silencios estratégicos para agotar plazos; o reincorporación en condiciones inferiores (salario menor, jornada reducida no pactada, funciones degradadas). Estas conductas pueden constituir un incumplimiento grave que habilita acciones de tutela de derechos, reclamación por daños e incluso impugnación de un despido si la negativa equivale a una extinción unilateral.

Si solicitaste el reingreso correctamente y la empresa se niega sin causa, estaríamos ante una vulneración del derecho de reserva o preferencia. En excedencias de cuidado, además, el incumplimiento puede considerarse discriminatorio y dar lugar a indemnizaciones adicionales. Otra práctica frecuente es ofrecer un puesto con downgrading funcional o retributivo para forzar la renuncia: en estos casos, documenta la propuesta y su impacto para poder reclamar.

No respetar la excedencia también incluye comunicaciones irregulares (plazos cambiantes, respuestas informales, exigencia de requisitos no previstos) o declarar inexistentes unas vacantes que luego se cubren con nuevas contrataciones. Ante ello, conviene actuar rápido: recopila pruebas, presenta una solicitud de reingreso clara y, si procede, acude a un servicio de mediación o conciliación previa a la vía judicial. El tiempo es determinante, ya que la mayoría de acciones tienen plazos breves de caducidad o prescripción.

Alerta práctica: La negativa injustificada a reingresar o la oferta de un puesto degradado son señales claras de incumplimiento. Conserva emails, burofaxes y cualquier anuncio de vacantes.

Pasos para reclamar ante incumplimientos

El primer paso es formalizar por escrito tu solicitud de reingreso o tu queja por incumplimiento, preferentemente mediante un medio fehaciente (burofax, registro, o correo electrónico con acuse) en el que consten fecha, modalidad de excedencia, plazo de disfrute y la disponibilidad para volver en la fecha prevista. Si existe reserva de puesto, indícalo expresamente. Si solo hay preferencia de reingreso, pide información sobre vacantes adecuadas y solicita ser incluido en los procesos de cobertura.

Si la empresa no responde o rechaza sin fundamento, acude a una instancia de conciliación o mediación (por ejemplo, a través de servicios administrativos de conciliación). Es un trámite habitual previo a la vía judicial y puede forzar un acuerdo de reincorporación, una readaptación de condiciones o una indemnización. Presenta toda la documentación: solicitud, respuestas empresariales, ofertas de vacantes publicadas y cualquier prueba que demuestre la negativa o el trato degradante.

Sin acuerdo, la siguiente fase es interponer demanda ante la jurisdicción social. Dependiendo del supuesto, podrás solicitar readmisión (si hay reserva de puesto vulnerada), reingreso efectivo con prioridad (si hubo vacantes ignoradas), o resolución indemnizada si la relación se entiende rota por culpa de la empresa. En excedencias de cuidado, incluye la petición de tutela de derechos fundamentales por posible discriminación, con indemnización adicional por daños morales.

  • Solicitud fehaciente con fechas y modalidad de excedencia.
  • Conciliación/mediación aportando evidencias.
  • Demanda social pidiendo readmisión, reingreso o indemnización.
  • Medidas cautelares cuando sea necesario para evitar daños.

Plazos y prescripción

La mayor parte de las acciones laborales está sometida a plazos breves. Por ello, es esencial anotar fechas: cuándo termina tu excedencia, cuándo pediste el reingreso y cuándo te contestaron. Si la empresa guarda silencio, el cómputo puede iniciar desde tu solicitud o desde que constata tu disponibilidad para volver. En reclamaciones de derechos (reserva de puesto, preferencia de reingreso), existen plazos de caducidad o prescripción que, si se agotan, te dejarán sin acción. No esperes a que la empresa “aclare” nada si percibes dilación injustificada.

Para la vía judicial, es habitual un plazo corto tras la conciliación para presentar la demanda. En supuestos de vulneración de derechos fundamentales (por ejemplo, por razón de maternidad o cuidados), además de los plazos específicos, la urgencia probatoria es clave. Guarda capturas, anuncios de vacantes, correos y cualquier documento que muestre la oportunidad de reingreso y la negativa empresarial. Un error frecuente es creer que “ya te llamarán”; si no hay respuesta razonable en tiempo, activa el siguiente paso.

Consejo temporal: En cuanto solicites la reincorporación, crea un cronograma con recordatorios de 7, 15 y 30 días para medir la respuesta de la empresa y preparar la conciliación si es necesario.

Pruebas y documentación imprescindible

Para demostrar que no respetan tu excedencia laboral, necesitas pruebas consistentes. Reúne la solicitud de excedencia aprobada, las condiciones (fechas, modalidad), la solicitud de reingreso, acuses de recibo y las respuestas empresariales. Añade capturas o copies de ofertas de empleo o vacantes internas publicadas que encajen con tu perfil durante el periodo en que pediste volver. Si te ofrecieron un puesto degradado, guarda la propuesta por escrito o un correo que lo sustente.

La traza de comunicación es decisiva: emails, mensajes corporativos, actas de reuniones y cualquier documento que acredite que estabas disponible y que la empresa conocía tu petición. Si existió un downgrading retributivo o funcional, conserva nóminas de referencia, descripciones de puesto y evaluaciones previas. En excedencias de cuidado, recopila acreditaciones del hijo o familiar y cualquier indicio de trato desfavorable vinculado a esa causa.

Cuando la empresa alega inexistencia de vacantes, contrasta hechos: ¿se cubrieron plazas similares con nuevas contrataciones? ¿Se externalizaron funciones que tú realizabas? Pruebas como ofertas públicas, LinkedIn corporativo, comunicados internos o testimonios pueden resultar útiles. El objetivo es mostrar que tu derecho de reserva o preferencia fue ignorado de manera injustificada, permitiendo al juez valorar la mala fe y fijar una reparación adecuada.

Indemnización, readmisión y otras consecuencias

Si se acredita el incumplimiento, las consecuencias para la empresa pueden incluir la readmisión inmediata en el mismo puesto cuando exista reserva, el reingreso efectivo con prioridad si se vulneró la preferencia por vacantes, o la indemnización por daños (salariales y morales) cuando la negativa o la degradación sean injustificadas. En escenarios de discriminación por cuidado, la reparación puede ser más intensa, incorporando daños morales y medidas de no repetición.

La indemnización suele atender a los perjuicios económicos (salarios dejados de percibir por la demora, pérdidas asociadas a la degradación) y a los daños no patrimoniales si se acredita vulneración de derechos fundamentales. En algunos casos, el incumplimiento puede derivar en una extinción indemnizada a instancia del trabajador si la relación se ha tornado inviable, con cuantías equiparables a determinados supuestos extintivos.

Adicionalmente, el pronunciamiento judicial puede imponer costas o requerir a la empresa a ajustar sus procesos de gestión de excedencias. Para el trabajador, un buen planteamiento procesal puede conducir a una solución integral: reincorporación en condiciones, abono de atrasos y reconocimiento de antigüedad interrumpida por causa imputable a la empresa. Elegir la pretensión adecuada (readmisión, reingreso o indemnización) dependerá de tu prioridad profesional y de la viabilidad probatoria.

Casos especiales y supuestos complejos

En la práctica, abundan los matices. Si tu excedencia es por cuidado de hijos o familiares, la protección es reforzada: existe reserva de puesto durante determinados periodos y, posteriormente, un derecho preferente muy cualificado. Cualquier negativa empresarial puede presumirse discriminatoria si se vincula a la maternidad, paternidad o responsabilidades de cuidado. En la excedencia forzosa, la empresa debe guardarte el puesto, y la negativa a reingresar suele tener pocas defensas. En la excedencia voluntaria, aunque no hay reserva exacta del puesto, sí hay un derecho preferente para vacantes de igual o similar categoría; la empresa no puede jugar a negar sistemáticamente vacantes compatibles mientras contrata perfiles equivalentes.

Otro supuesto complejo es el de la reincorporación parcial o condicionada: ofrecer un turno incompatible, un centro a decenas de kilómetros sin causa organizativa real, o un cambio retributivo injustificado. Estos movimientos pueden interpretarse como incumplimientos solapados diseñados para forzar tu renuncia. También surgen conflictos cuando el trabajador realizó actividades por cuenta propia o ajena durante la excedencia: salvo competencia desleal o cláusulas específicas, ello no debe ser usado para negar el reingreso si la normativa lo permite.

Si existe convenio colectivo aplicable, revisa su régimen de excedencias: algunos mejoran derechos (plazos, procedimientos, preferencia de reingreso) y pueden convertirse en la base de tu reclamación. En centros con movilidad geográfica, analiza si la plaza “equivalente” respeta funciones, grupo profesional y retribución. Documenta cualquier propuesta dudosa y plantea alternativas razonables por escrito para dejar constancia de tu buena fe.

Errores frecuentes y consejos prácticos

El error más común es no dejar rastro. Solicitar el reingreso por teléfono o conversaciones informales te deja sin pruebas. Usa medios fehacientes y guarda todo. Otro tropiezo es confiar en que “ya llamarán”: los plazos corren y, si no actúas, puedes perder la acción. Evita también aceptar por escrito un puesto degradado pensando que luego reclamarás; una aceptación ambigua puede ser usada en tu contra.

Entre los consejos clave: define tu objetivo (readmisión real, reingreso con prioridad o una salida indemnizada), alinea las pruebas a esa meta y planifica una estrategia por fases (solicitud, conciliación, demanda). Si hay indicios de discriminación por cuidado, activa la vía de tutela de derechos. Revisa el convenio y la comunicación interna de vacantes. Si la empresa alega inexistencia de plazas, monitoriza publicaciones y procesos de selección; si contratan a alguien con tu mismo perfil durante tu preferencia, tendrás una prueba poderosa.

  • Todo por escrito y con fechas.
  • Cronograma de plazos y recordatorios.
  • Revisa convenio y política interna de vacantes.
  • No aceptes degradaciones sin asesorarte.
  • Activa conciliación antes de que caduquen tus acciones.

Preguntas frecuentes

¿Pueden negar mi reingreso si hay vacantes? No de forma arbitraria. Si tienes derecho preferente y existen vacantes de igual o similar categoría, la empresa debe considerarte prioritario. Negarse sin causa objetiva es reclamable.

¿Qué ocurre si la empresa me ofrece un puesto con peor salario? Si tu excedencia conlleva reserva del mismo puesto, no pueden rebajar condiciones. Si solo hay preferencia, una oferta claramente degradada puede impugnarse si vulnera tu categoría o retribución sin justificación.

¿Cómo demuestro que había vacantes? Conserva ofertas publicadas, comunicaciones internas y evidencia de nuevas contrataciones durante tu periodo de solicitud. Todo ello ayuda a probar que tu preferencia fue ignorada.

¿Qué puedo reclamar si no respetan mi excedencia laboral? Readmisión en el mismo puesto (si había reserva), reingreso con prioridad, salarios dejados de percibir e indemnización por daños. En casos de discriminación por cuidados, también cuantía por daño moral.

¿Es compatible trabajar en otro sitio durante la excedencia? En excedencia voluntaria suele ser compatible salvo competencia desleal o pactos. En otras modalidades, revisa condiciones y evita conflictos de interés.

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