
¿Cuánto tiempo tengo para demandar por despido improcedente?
Publicado el 19 de marzo de 2025
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Índice
Introducción
El despido improcedente es uno de los tipos de despido más relevantes dentro del derecho laboral, ya que ocurre cuando un trabajador es despedido sin justificación legal o con una justificación insuficiente. Esta figura se ha convertido en un aspecto fundamental de las relaciones laborales, tanto para los empleados como para los empleadores, ya que implica una serie de consecuencias legales y económicas. En este artículo, se explorará en profundidad el proceso y los plazos asociados a la demanda por despido improcedente, así como los aspectos legales y prácticos que los empleados deben conocer si se encuentran en esta situación.
En España, el despido improcedente ocurre cuando el empleador no tiene una causa legítima para proceder con la finalización del contrato laboral o no sigue el procedimiento establecido por la ley. En caso de que se declare la improcedencia del despido, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización y, en algunos casos, a ser reincorporado a su puesto de trabajo. La demanda por despido improcedente es una acción judicial que el trabajador puede interponer si considera que su despido no ha sido justificado adecuadamente.
Plazo para Demandar por Despido Improcedente
El plazo para interponer una demanda por despido improcedente es uno de los aspectos clave que todo trabajador debe tener en cuenta. Si bien el plazo general para demandar es de 20 días hábiles desde la notificación del despido, existen algunas excepciones dependiendo de las circunstancias del caso. Por tanto, es crucial actuar con rapidez para evitar que el derecho a demandar caduque.
La ley establece que el trabajador debe presentar la demanda en el tribunal correspondiente dentro de este plazo de 20 días. Si el trabajador no presenta la demanda dentro de este tiempo, perderá el derecho a reclamar ante la justicia. Por lo tanto, es fundamental que cualquier trabajador que haya sido despedido de forma injustificada busque asesoramiento legal lo antes posible para asegurar que se respeten sus derechos.
Plazos para Demandar
Cuando un trabajador es despedido de manera improcedente, uno de los aspectos más importantes que debe conocer es el plazo que tiene para interponer la demanda. La ley establece plazos estrictos dentro de los cuales el trabajador puede presentar su reclamación ante el tribunal competente. Si el plazo se vence, el trabajador perderá la posibilidad de demandar, por lo que actuar rápidamente es crucial.
En general, el plazo para presentar una demanda por despido improcedente es de 20 días hábiles, contados desde la notificación del despido. Este plazo es aplicable tanto para los casos de despido disciplinario como para los de despido por causas objetivas. Los días hábiles excluyen los fines de semana y los días festivos, lo que puede afectar la fecha límite en la que se debe presentar la demanda.
Excepciones y Particularidades
Si bien el plazo estándar es de 20 días hábiles, existen ciertas excepciones. Por ejemplo, si el despido se produce durante una situación de incapacidad temporal o de maternidad/paternidad, el plazo puede ser ampliado. Además, es importante tener en cuenta que si el despido no se ha notificado formalmente o si el trabajador no ha recibido la carta de despido, el plazo para demandar no comenzará hasta que dicha notificación se lleve a cabo.
Otro aspecto importante es que el trabajador no está obligado a esperar una resolución sobre su despido antes de interponer la demanda. De hecho, es posible iniciar la demanda aunque el empleador no haya dado una respuesta definitiva. Sin embargo, si el trabajador se demora en la interposición de la demanda, puede perder la oportunidad de obtener una indemnización o la reincorporación al puesto de trabajo.
En resumen, el plazo de 20 días hábiles para demandar por despido improcedente es una fecha crítica. Cualquier trabajador que considere que ha sido despedido de forma injustificada debe consultar rápidamente con un abogado laboralista para evaluar su caso y presentar la demanda dentro del plazo establecido.
Tipos de Despido
El despido es una de las situaciones más complejas en el ámbito laboral, ya que puede darse bajo diferentes circunstancias y con diferentes justificaciones. Es fundamental que tanto empleadores como empleados comprendan los tipos de despido que existen, ya que esto afectará el proceso legal y los derechos de las partes involucradas. En este apartado, se explican los principales tipos de despido reconocidos por la legislación laboral española.
En términos generales, los despidos pueden clasificarse en tres categorías principales: el despido disciplinario, el despido objetivo y el despido nulo. Cada uno de estos tipos de despido tiene implicaciones legales distintas, tanto para el trabajador como para la empresa.
Despido Disciplinario
El despido disciplinario ocurre cuando un trabajador es despedido debido a una conducta inapropiada que infringe las normas del contrato de trabajo. Este tipo de despido se justifica por causas como el incumplimiento de las responsabilidades laborales, la desobediencia, la indisciplina, el abuso de confianza, el acoso o el robo en el lugar de trabajo. El despido disciplinario no conlleva indemnización, pero el trabajador puede impugnarlo si considera que las causas no son válidas.
Despido Objetivo
El despido objetivo se produce cuando el empleador despide al trabajador por causas objetivas, como razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. Este tipo de despido está vinculado a la necesidad de la empresa de reducir personal debido a dificultades económicas o reestructuraciones internas. A diferencia del despido disciplinario, el despido objetivo sí incluye una indemnización al trabajador, que dependerá de la antigüedad y el salario del mismo.
Despido Nulo
El despido nulo se produce cuando el despido es declarado ilegal, como cuando se realiza por motivos discriminatorios, por embarazo, por pertenecer a un sindicato o por ejercer derechos fundamentales. Este tipo de despido no tiene validez y el trabajador debe ser reincorporado a su puesto de trabajo con el mismo salario y condiciones laborales. Además, el empleador debe abonar al trabajador los salarios dejados de percibir durante el tiempo de su despido.
Es importante que los trabajadores conozcan los diferentes tipos de despido, ya que dependiendo de la categoría del despido, sus derechos y las compensaciones que pueden recibir variarán. En cualquier caso, siempre es recomendable consultar con un abogado especializado en derecho laboral para obtener orientación adecuada y tomar las decisiones correctas.
Requisitos para Demandar
Para demandar por despido improcedente, existen una serie de requisitos legales que todo trabajador debe cumplir para asegurar que su reclamación sea válida y efectiva. Conocer estos requisitos es fundamental para evitar que la demanda sea rechazada por cuestiones formales o de procedimiento. A continuación, se detallan los principales requisitos para poder interponer una demanda por despido improcedente en España.
En primer lugar, el trabajador debe haber sido notificado oficialmente de su despido. Esta notificación es esencial, ya que el plazo para presentar la demanda comienza a contar desde el día en que el trabajador recibe la carta de despido o es informado de la decisión del empleador. Si el trabajador no ha recibido una notificación formal, el plazo no comenzará hasta que se efectúe dicha notificación.
Plazo para Presentar la Demanda
Como se mencionó en la sección anterior, el plazo general para presentar una demanda por despido improcedente es de 20 días hábiles. Es importante recordar que el plazo empieza a contar desde el momento de la notificación del despido y no puede interrumpirse. En caso de que el trabajador no demande dentro de este plazo, perderá su derecho a recurrir el despido y a solicitar compensación o reincorporación.
Además, es imprescindible que el trabajador reúna pruebas que respalden su demanda. Esto puede incluir documentos como el contrato de trabajo, pruebas de la antigüedad laboral, testimonios de compañeros de trabajo, o cualquier otra evidencia que demuestre que el despido fue improcedente. Sin estas pruebas, será difícil que el tribunal falle a favor del trabajador.
Intento de Conciliación Previo
Antes de presentar la demanda ante el tribunal, el trabajador está obligado a intentar una conciliación con el empleador. Este procedimiento se realiza a través del Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), que organiza una audiencia para intentar llegar a un acuerdo entre las partes. Si la conciliación no se resuelve favorablemente o el empleador no se presenta, el trabajador podrá proceder con la demanda judicial.
Finalmente, es aconsejable que el trabajador busque asesoramiento legal antes de presentar la demanda. Un abogado especializado en derecho laboral podrá evaluar el caso, ayudar a reunir las pruebas necesarias y garantizar que todos los trámites se realicen correctamente. La asistencia legal es fundamental para maximizar las posibilidades de éxito en una demanda por despido improcedente.
Procedimiento Legal
El procedimiento legal para demandar por despido improcedente es un proceso estructurado que involucra varios pasos importantes. Es crucial que tanto el trabajador como el empleador comprendan las etapas clave para asegurar que los derechos de ambas partes sean respetados. En esta sección, se describen los pasos fundamentales que se deben seguir para llevar a cabo una demanda por despido improcedente.
El proceso comienza con la notificación formal del despido, que es el punto de partida para cualquier acción legal. Una vez que el trabajador ha recibido la carta de despido, se inicia el plazo de 20 días hábiles para presentar la demanda, como se explicó anteriormente. Durante este tiempo, es importante que el trabajador recoja toda la documentación que respalde su reclamo, como el contrato de trabajo, pruebas de antigüedad y cualquier evidencia que demuestre que el despido fue improcedente.
Conciliación Previa
Antes de presentar una demanda ante el tribunal, el trabajador está obligado a intentar una conciliación con el empleador. Esta conciliación se realiza a través de una audiencia organizada por el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), donde ambas partes intentan llegar a un acuerdo sin necesidad de acudir a los tribunales. Si la conciliación fracasa, el trabajador puede presentar la demanda ante el juez competente.
Tras la conciliación, si no se ha llegado a un acuerdo, el trabajador puede presentar la demanda por despido improcedente en el tribunal laboral. Esta demanda debe incluir todos los detalles relacionados con el despido, como la fecha en que ocurrió, los motivos del despido (según el empleador) y las pruebas que demuestran que el despido fue injustificado. El tribunal analizará el caso y, si el despido es declarado improcedente, se ordenará la reincorporación del trabajador o el pago de una indemnización.
Resolución Judicial
Después de que se haya presentado la demanda, el tribunal realizará una serie de procedimientos legales, que incluyen audiencias y la recopilación de pruebas. En función de las pruebas presentadas y los argumentos de ambas partes, el juez tomará una decisión. Si el despido es declarado improcedente, el empleador tendrá que pagar una indemnización al trabajador o reincorporarlo a su puesto de trabajo.
En resumen, el procedimiento legal para demandar por despido improcedente involucra varias fases, desde la conciliación previa hasta la resolución judicial. Es importante que los trabajadores estén informados de los pasos que deben seguir y que busquen asesoría legal para garantizar que el proceso se maneje de manera correcta y eficiente.
Pruebas Necesarias
En cualquier proceso judicial, las pruebas son un componente fundamental que puede determinar el éxito o fracaso de una demanda. En el caso de una demanda por despido improcedente, es esencial que el trabajador reúna pruebas sólidas que respalden su reclamo de que el despido fue injustificado. Estas pruebas ayudarán al tribunal a tomar una decisión informada sobre el caso.
Las pruebas necesarias pueden variar según las circunstancias del despido, pero en general, deben centrarse en demostrar que el despido no estuvo justificado o que se realizó de manera incorrecta. A continuación, se detallan los tipos de pruebas más comunes que los trabajadores pueden presentar para respaldar su demanda por despido improcedente.
Documentación Laboral
La documentación laboral es uno de los elementos más importantes en una demanda por despido improcedente. Esto incluye el contrato de trabajo, las nóminas, los documentos relacionados con la antigüedad del trabajador, los permisos y las vacaciones acumuladas. Estos documentos ayudarán a demostrar la relación laboral y las condiciones bajo las cuales se produjeron las circunstancias previas al despido.
Testimonios y Declaraciones
Los testimonios de compañeros de trabajo, superiores o incluso clientes pueden ser cruciales para apoyar el reclamo de un despido improcedente. Si el trabajador puede obtener declaraciones que respalden su versión de los hechos, esto puede fortalecer significativamente su caso. Es fundamental que estos testimonios sean lo más detallados posible y estén relacionados con el despido o el comportamiento del empleador.
Comunicaciones Escritas
Cualquier comunicación escrita relacionada con el despido, como correos electrónicos, cartas o mensajes, puede ser una prueba valiosa. Si el trabajador tiene correos electrónicos o cartas en los que se le comunica el despido o se mencionan las razones del mismo, estas pruebas pueden ser clave para demostrar que el despido fue injustificado o mal gestionado por el empleador.
Además de estos documentos y pruebas, el trabajador puede necesitar pruebas adicionales según las circunstancias específicas de su caso. Por ejemplo, en casos de despido disciplinario, las pruebas de comportamiento inapropiado o de incumplimiento de las normas laborales pueden ser relevantes. Es crucial que el trabajador consulte con un abogado laboralista para asegurarse de que está reuniendo todas las pruebas necesarias para respaldar su caso de manera efectiva.
Costes de la Demanda
Interponer una demanda por despido improcedente implica no solo un proceso legal complejo, sino también una serie de costes asociados que el trabajador debe tener en cuenta antes de decidir iniciar la reclamación. Estos costes pueden variar dependiendo del tipo de proceso, la jurisdicción y la asistencia legal que se requiera. A continuación, se detallan los principales costes que un trabajador puede enfrentar durante este procedimiento.
Honorarios Legales
Uno de los costes más importantes a considerar son los honorarios de los abogados. Los abogados especializados en derecho laboral suelen cobrar una tarifa fija o un porcentaje sobre la indemnización que se consiga en caso de éxito. En algunos casos, también pueden cobrar por horas. Es fundamental que el trabajador consulte con el abogado sobre los costes antes de iniciar el procedimiento, para evitar sorpresas más adelante.
Costes Judiciales
Además de los honorarios del abogado, el trabajador puede enfrentarse a otros costes judiciales relacionados con la demanda. Estos costes incluyen las tasas judiciales, que deben pagarse al presentar la demanda ante el tribunal. Sin embargo, en algunos casos, si el trabajador está en una situación económica desfavorable, es posible solicitar la exención de estas tasas mediante la figura de la justicia gratuita.
Costes Adicionales
En algunos casos, pueden surgir otros costes adicionales durante el proceso, como los gastos relacionados con la obtención de pruebas, testigos o la contratación de peritos. Estos costes son especialmente comunes si el trabajador necesita pruebas adicionales para respaldar su demanda o si el caso se complica debido a la naturaleza de las pruebas requeridas. También es posible que se necesiten traducciones de documentos o informes médicos, lo cual podría incrementar el coste total del proceso.
A pesar de estos costes, es importante tener en cuenta que, si la demanda por despido improcedente es exitosa, el trabajador podría obtener una indemnización considerable, lo cual puede compensar en gran medida los gastos iniciales. Además, en muchos casos, el empleador será condenado a pagar los costes procesales si se considera que el despido fue realmente improcedente.
En resumen, aunque los costes de una demanda por despido improcedente pueden ser elevados, existen diferentes opciones para hacer frente a ellos, como la justicia gratuita o la posibilidad de obtener indemnización por parte del empleador. Es fundamental que el trabajador se informe adecuadamente y consulte con un abogado para conocer todos los posibles costes y las alternativas disponibles en su caso.
Plazos para Reclamar
Una vez que un trabajador ha sido despedido de manera improcedente, es fundamental que conozca los plazos para reclamar su despido. Estos plazos son estrictos, y si no se cumplen, el trabajador puede perder el derecho a presentar la demanda. En esta sección, explicamos los plazos más importantes que se deben tener en cuenta al interponer una reclamación por despido improcedente.
El plazo principal para presentar una demanda por despido improcedente es de 20 días hábiles, contados desde el momento en que el trabajador recibe la notificación de despido. Durante este plazo, el trabajador debe presentar la demanda ante el tribunal correspondiente. Es importante destacar que este plazo no incluye los fines de semana ni los días festivos, por lo que se debe actuar con rapidez para no perder la oportunidad de reclamar.
Excepciones al Plazo
En algunos casos, el plazo de 20 días puede variar o ser ampliado. Por ejemplo, si el trabajador ha estado en situación de incapacidad temporal o de maternidad/paternidad en el momento del despido, el plazo para reclamar podría ser mayor. Además, si el despido no fue notificado formalmente o si el trabajador no fue informado adecuadamente, el plazo para presentar la demanda podría no comenzar hasta que se reciba una notificación válida.
Es esencial que el trabajador conozca la fecha exacta de la notificación de su despido, ya que el plazo de 20 días comienza a contarse desde ese momento. Si el trabajador no presenta la demanda dentro de este plazo, perderá el derecho a demandar por despido improcedente, aunque el despido haya sido injustificado.
Si el trabajador no está seguro de la fecha en la que comenzó el plazo para reclamar, es recomendable que consulte con un abogado especializado en derecho laboral. Un abogado puede ayudar a calcular correctamente el plazo, así como a evaluar si existen circunstancias excepcionales que puedan modificarlo. El cumplimiento de los plazos es crucial para garantizar una correcta reclamación por despido improcedente.
Efectos del Despido Improcedente
El despido improcedente tiene varios efectos legales que afectan tanto al trabajador como al empleador. En este apartado, se explican los principales efectos que surgen cuando un tribunal declara que un despido ha sido improcedente, lo cual puede incluir la reincorporación al puesto de trabajo, el pago de indemnización y otras consecuencias adicionales.
Uno de los efectos más importantes es la obligación del empleador de abonar una indemnización al trabajador. La cantidad de la indemnización dependerá de varios factores, como la antigüedad del trabajador y su salario. La ley establece que, en caso de despido improcedente, el empleador debe pagar al trabajador una indemnización correspondiente a 33 días de salario por cada año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades. Si el trabajador no es reincorporado a su puesto de trabajo, esta indemnización es la compensación que recibirá.
Reincorporación al Puesto de Trabajo
En algunos casos, si el trabajador así lo desea, el tribunal puede ordenar la reincorporación al puesto de trabajo. Este efecto es especialmente relevante en situaciones donde el trabajador quiere continuar en su empleo tras haber sido despedido de forma improcedente. Si el empleador se niega a reincorporar al trabajador, el tribunal podrá condenar a la empresa a pagar los salarios que el trabajador dejó de percibir durante el tiempo en que estuvo fuera del puesto.
Salarios de Tramitación
Los salarios de tramitación son otro de los efectos del despido improcedente. Estos salarios corresponden a la cantidad que el empleador debe pagar al trabajador desde el momento en que se produjo el despido hasta que se resuelve la demanda o el trabajador es reincorporado a su puesto de trabajo. El tribunal puede ordenar el pago de estos salarios si el despido es declarado improcedente, asegurando que el trabajador no pierda ingresos debido al proceso judicial.
Es importante destacar que los efectos del despido improcedente no solo afectan al trabajador, sino también al empleador, quien podría enfrentarse a sanciones o tener que hacer frente a los costes asociados con la indemnización y los salarios de tramitación. Por lo tanto, es recomendable que las empresas sigan los procedimientos adecuados al momento de realizar un despido para evitar posibles consecuencias legales.
Alternativas a Demandar
Aunque presentar una demanda por despido improcedente es una de las opciones más comunes para los trabajadores que se sienten injustamente despedidos, existen alternativas que podrían ser más rápidas y menos costosas. Estas alternativas pueden permitir al trabajador resolver el conflicto sin necesidad de pasar por un largo proceso judicial. En esta sección, exploramos algunas de las alternativas más efectivas para demandar.
Conciliación
La conciliación es una de las alternativas más utilizadas antes de iniciar un proceso judicial. Este proceso consiste en una reunión entre el trabajador y el empleador, con la presencia de un mediador, para intentar llegar a un acuerdo sin necesidad de ir a juicio. En España, es obligatorio pasar por un procedimiento de conciliación antes de presentar una demanda por despido improcedente, a través del Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC).
Arbitraje
El arbitraje es otra alternativa que se puede considerar antes de demandar. A diferencia de la conciliación, el arbitraje involucra a un árbitro imparcial que escuchará ambos lados del conflicto y emitirá una decisión vinculante. Este proceso suele ser más rápido que los tribunales y es adecuado cuando ambas partes están dispuestas a aceptar la decisión del árbitro.
Negociación Directa
En algunos casos, el trabajador y el empleador pueden optar por resolver el conflicto de manera directa, sin la intervención de un tercero. La negociación directa puede implicar la firma de un acuerdo que establezca las condiciones de la indemnización o la reincorporación del trabajador al puesto. Esta opción puede ser más rápida y menos costosa que una demanda judicial, aunque depende de la disposición de ambas partes para llegar a un acuerdo.
Si bien estas alternativas pueden ser más rápidas y menos costosas, es fundamental que el trabajador evalúe cada opción con cuidado. En algunos casos, la conciliación o el arbitraje pueden no ser efectivos si el empleador no está dispuesto a negociar de buena fe. Por lo tanto, es recomendable que el trabajador busque asesoría legal antes de decidir cuál es la mejor opción en su caso particular.
Preguntas Frecuentes
En esta sección, respondemos a algunas de las preguntas más comunes sobre el despido improcedente. Si estás considerando demandar o simplemente quieres entender mejor el proceso, estas respuestas pueden ayudarte a aclarar tus dudas y a tomar decisiones informadas.
¿Qué es un despido improcedente?
Un despido improcedente es aquel que se produce sin una causa justa o sin seguir el procedimiento legal adecuado. Esto puede ocurrir cuando el empleador no tiene pruebas suficientes para justificar el despido o no cumple con los requisitos legales establecidos para llevar a cabo el despido.
¿Cuánto tiempo tengo para demandar por despido improcedente?
El plazo para presentar una demanda por despido improcedente es de 20 días hábiles, contados desde el momento en que se notifica el despido. Es importante actuar rápidamente, ya que pasar este plazo puede significar perder el derecho a demandar.
¿Puedo ser reincorporado a mi puesto de trabajo si el despido es improcedente?
Sí, uno de los efectos del despido improcedente puede ser la reincorporación al puesto de trabajo. Si el tribunal determina que el despido fue injustificado y el trabajador lo solicita, puede ordenar que el trabajador regrese a su empleo con las mismas condiciones que tenía antes del despido. Sin embargo, si el empleador se niega, deberá pagar los salarios correspondientes al tiempo en que el trabajador estuvo fuera del trabajo.
¿Qué indemnización me corresponde si el despido es declarado improcedente?
Si el despido es declarado improcedente, el trabajador tiene derecho a una indemnización que equivale a 33 días de salario por cada año trabajado, con un límite de 24 mensualidades. Si se opta por la reincorporación al puesto de trabajo, el trabajador no recibiría indemnización, pero sí los salarios de tramitación.
Si tienes alguna otra duda o necesitas más información sobre cómo proceder, no dudes en consultar con un abogado especializado en derecho laboral para obtener asesoramiento personalizado según tu caso.
Conclusión
En resumen, el despido improcedente es un tema complejo que involucra tanto derechos del trabajador como obligaciones del empleador. Es fundamental que los trabajadores conozcan sus derechos y los plazos establecidos para demandar, así como las alternativas disponibles para resolver el conflicto de manera más rápida y menos costosa.
A través de este artículo, hemos revisado los diferentes aspectos del despido improcedente, desde los tipos de despido hasta las alternativas a una demanda judicial. Si bien la demanda por despido improcedente puede ser un proceso largo y costoso, también existe la posibilidad de buscar soluciones rápidas a través de la conciliación o el arbitraje, lo cual puede resultar en menos gastos y tiempo invertido.
Es importante recordar que, si un trabajador se ve afectado por un despido improcedente, siempre tiene derecho a presentar una demanda y recibir una indemnización, así como la opción de ser reincorporado a su puesto de trabajo. La ley está diseñada para proteger a los empleados en casos de despido injustificado, y existen mecanismos legales que permiten que los trabajadores se defiendan adecuadamente.
Por último, si eres un trabajador que enfrenta una situación de despido improcedente, no dudes en buscar asesoría legal para evaluar tu caso y tomar las mejores decisiones posibles. La correcta interpretación de los plazos y las pruebas necesarias será clave para obtener una resolución favorable.