
Accidentes laborales: Cómo reclamar una indemnización
Publicado el 11 de marzo de 2025
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Índice
Introducción
Los accidentes laborales representan una de las problemáticas más comunes dentro del ámbito profesional. Ya sea por una caída, una sobrecarga física, un mal uso de herramientas o incluso por exposición a sustancias peligrosas, cualquier trabajador puede verse envuelto en un incidente durante su jornada laboral. Ante este tipo de situaciones, conocer los derechos que asisten al trabajador y los procedimientos para reclamar una indemnización es fundamental para garantizar una compensación justa y adecuada.
Reclamar una indemnización por accidente laboral no solo es un derecho, sino también una vía para cubrir los perjuicios físicos, psicológicos y económicos que pueden derivarse del siniestro. En muchas ocasiones, el desconocimiento de los pasos legales o el temor a represalias dificultan que los afectados inicien este proceso. Por ello, es vital ofrecer información clara, accesible y actualizada sobre cómo proceder ante un accidente de trabajo.
En este artículo abordaremos de manera detallada todo lo que necesitas saber sobre la reclamación de indemnizaciones por accidentes laborales: desde la identificación de los distintos tipos de accidentes, hasta los pasos clave del proceso, la documentación necesaria, los plazos legales y las posibles vías de reclamación, tanto judiciales como extrajudiciales.
Importante: El trabajador no está solo ante una situación de accidente. Existen mecanismos legales que le protegen y que permiten solicitar una compensación económica por los daños sufridos. Esta guía está diseñada para ayudarte a entender ese proceso de forma sencilla y efectiva.
Es importante destacar que la legislación laboral española establece la obligación de los empleadores de garantizar la seguridad y salud en el trabajo. Si se produce un accidente por negligencia empresarial, falta de medidas preventivas o incumplimiento de las normativas de prevención de riesgos laborales, el trabajador puede tener derecho a una indemnización complementaria, además de las prestaciones ofrecidas por la Seguridad Social.
- Identificación del tipo de accidente laboral.
- Evaluación del grado de responsabilidad del empleador.
- Recopilación de pruebas y documentación médica.
- Inicio del procedimiento de reclamación.
Comprender estos conceptos desde el inicio facilitará al trabajador actuar con rapidez, evitar errores comunes y maximizar sus posibilidades de éxito en el proceso de indemnización. A lo largo de este contenido, iremos desgranando cada uno de estos aspectos con ejemplos y recomendaciones prácticas.
Tipos de accidentes laborales
Los accidentes laborales pueden presentarse de múltiples formas y en diversos entornos profesionales, desde oficinas hasta fábricas, pasando por obras de construcción, almacenes o entornos sanitarios. Identificar correctamente el tipo de accidente sufrido es esencial para determinar los derechos del trabajador y las posibles responsabilidades del empleador. La legislación española contempla distintas categorías de accidentes laborales, cada una con características particulares que influyen en el proceso de reclamación y en la cuantía de la indemnización.
A continuación, se detallan los principales tipos de accidentes laborales más comunes que deben ser tenidos en cuenta tanto por trabajadores como por empleadores para garantizar una gestión adecuada del siniestro:
- Accidentes en el lugar de trabajo: Son aquellos que se producen dentro del recinto o espacio habitual en el que el trabajador desarrolla su actividad. Incluyen caídas, golpes con objetos, cortes, quemaduras, entre otros.
- Accidentes in itinere: Son los que ocurren durante el trayecto habitual entre el domicilio del trabajador y su lugar de trabajo. La ley también los considera accidentes laborales si se cumplen ciertos requisitos.
- Accidentes en misión: Se producen cuando el trabajador se encuentra desplazado por motivos laborales fuera de su lugar habitual de trabajo, como viajes de empresa o visitas a clientes.
- Accidentes derivados de actividades peligrosas: Involucran el uso de maquinaria pesada, manipulación de productos químicos o exposición a riesgos eléctricos, entre otros.
- Enfermedades profesionales: Aunque no siempre se manifiestan de forma repentina, se consideran accidentes laborales aquellas dolencias derivadas directamente del tipo de trabajo desempeñado, como problemas respiratorios, musculoesqueléticos o auditivos.
Nota importante: No todos los accidentes en el entorno del trabajo tienen automáticamente la consideración legal de accidente laboral. Es fundamental contar con un informe médico, parte de accidente y, en su caso, una evaluación por parte del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales para una correcta catalogación del siniestro.
Cada tipo de accidente puede conllevar consecuencias distintas a nivel físico, psicológico y económico. Por ello, una correcta clasificación permite no solo una tramitación eficaz de la reclamación, sino también una mayor claridad en la asignación de responsabilidades y en la valoración de la indemnización correspondiente. Además, conocer estos tipos ayuda a la prevención, permitiendo que las empresas adopten medidas más eficaces para proteger a su plantilla y evitar situaciones de riesgo que deriven en lesiones o enfermedades.
Responsabilidad del empleador
En el ámbito de la prevención de riesgos laborales, la responsabilidad del empleador es un pilar fundamental para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. La normativa vigente en España, encabezada por la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, establece de forma clara y contundente que corresponde al empleador implementar todas las medidas necesarias para evitar accidentes en el entorno laboral. No se trata solo de una obligación moral, sino también legal, cuyo incumplimiento puede derivar en sanciones, reclamaciones judiciales e indemnizaciones económicas.
El empleador tiene el deber de anticiparse a los riesgos potenciales, identificar peligros, formar e informar adecuadamente al personal y proporcionar los medios de protección adecuados. La ausencia o deficiencia de cualquiera de estas acciones puede suponer una responsabilidad directa si ocurre un accidente de trabajo. Incluso cuando se delegan funciones en servicios de prevención, la responsabilidad última sigue recayendo en la empresa.
Recuerda: El incumplimiento del deber de prevención puede implicar no solo responsabilidades administrativas, sino también civiles e incluso penales, dependiendo de la gravedad de los hechos y las consecuencias del accidente.
A efectos legales, se pueden distinguir varios niveles de responsabilidad del empleador en caso de accidente laboral:
- Responsabilidad administrativa: Se produce cuando la empresa incumple normativas de prevención. Puede derivar en sanciones impuestas por la Inspección de Trabajo.
- Responsabilidad civil: Cuando el trabajador reclama una indemnización por daños y perjuicios derivados del accidente, aunque se haya percibido ya una prestación de la Seguridad Social.
- Responsabilidad penal: En casos graves, donde exista una negligencia manifiesta, el empleador puede enfrentarse a un procedimiento penal si se ha puesto en peligro la integridad o la vida del trabajador.
Es importante destacar que la existencia de un accidente no implica automáticamente la culpabilidad del empleador, pero sí se evaluará si las medidas de prevención eran suficientes y adecuadas. En caso contrario, el trabajador accidentado puede iniciar acciones legales que incluyan la reclamación de indemnizaciones complementarias al sistema de Seguridad Social.
Por ello, muchas empresas optan por contratar seguros de responsabilidad civil específicos para cubrir los posibles costes derivados de este tipo de reclamaciones. No obstante, la mejor forma de protección sigue siendo una gestión eficaz de los riesgos laborales y el cumplimiento estricto de la normativa.
Pasos para reclamar la indemnización
Reclamar una indemnización por accidente laboral puede parecer un proceso complejo, pero siguiendo los pasos adecuados, el trabajador puede ejercer sus derechos de forma clara y efectiva. Es fundamental conocer el procedimiento, desde el momento en que se produce el accidente hasta la presentación formal de la reclamación, para evitar errores comunes que podrían retrasar o incluso impedir la obtención de una compensación justa.
A continuación, se detallan los pasos esenciales que deben seguirse tras un accidente de trabajo para reclamar una indemnización con garantías jurídicas:
- Notificar el accidente: El primer paso es informar inmediatamente del accidente al empleador o al responsable de prevención de riesgos laborales. Esta notificación debe ser registrada y documentada adecuadamente.
- Atención médica y parte de accidente: El trabajador debe acudir a un centro médico concertado con la mutua laboral. Allí se emitirá un parte de asistencia y, si procede, un parte de accidente de trabajo que será clave para acreditar los hechos.
- Recopilación de documentación: Es esencial reunir toda la información posible: informes médicos, partes de baja, fotografías del lugar del accidente, testimonios de testigos, etc.
- Evaluación de la responsabilidad: Determinar si el accidente se debió a negligencia del empleador, falta de medidas de seguridad, o incumplimiento normativo será determinante para valorar la viabilidad de una indemnización adicional.
- Solicitud de indemnización: Si se constata una responsabilidad empresarial, el trabajador puede iniciar el proceso de reclamación. Este puede hacerse mediante negociación extrajudicial o, si no hay acuerdo, por vía judicial.
- Asesoramiento legal: Contar con un abogado especializado en derecho laboral es altamente recomendable para orientar la reclamación, calcular la cuantía justa y evitar trabas legales.
Consejo profesional: Cuanto antes se inicie el proceso de recopilación de pruebas y asesoramiento jurídico, mayores serán las posibilidades de obtener una indemnización completa y ajustada a los daños sufridos.
El tiempo es un factor crítico en este tipo de reclamaciones. Aunque existen plazos legales específicos para actuar, lo ideal es iniciar el proceso cuanto antes para evitar la pérdida de pruebas o la caducidad del derecho. Además, una gestión rápida y profesional refuerza la credibilidad del caso ante las aseguradoras o los tribunales laborales.
En definitiva, reclamar una indemnización por accidente laboral no solo es un derecho, sino también una necesidad para compensar los perjuicios ocasionados. Seguir estos pasos te permitirá afrontar el proceso con mayor seguridad, conocimiento y respaldo legal.
Documentación necesaria
Para reclamar una indemnización por accidente laboral de forma eficaz, es imprescindible contar con una documentación sólida que respalde la reclamación. La recopilación adecuada de estos documentos no solo facilita el proceso legal o extrajudicial, sino que también permite demostrar de forma clara la existencia del accidente, las consecuencias derivadas y la posible responsabilidad del empleador o terceros. Un expediente bien documentado puede marcar la diferencia entre una reclamación exitosa y un caso desestimado por falta de pruebas.
A continuación, se presenta una lista detallada de los documentos clave que todo trabajador debe reunir y conservar tras haber sufrido un accidente laboral:
- Parte de accidente de trabajo: Documento oficial emitido por la empresa o la mutua, que acredita que el accidente ha sido comunicado y reconocido como tal.
- Informes médicos: Incluyen diagnósticos, tratamientos, evolución de la lesión, informes de baja y alta médica, así como certificados de secuelas si las hubiera.
- Pruebas diagnósticas: Radiografías, resonancias, análisis clínicos u otros exámenes complementarios que respalden el daño físico o psicológico sufrido.
- Partes de baja laboral: Emitidos por el médico de cabecera o por el centro de salud laboral, necesarios para justificar la incapacidad temporal.
- Certificado de salario: Documento que indica los ingresos mensuales del trabajador, imprescindible para calcular la cuantía de la indemnización o pérdida económica.
- Testimonios o declaraciones de testigos: Pueden ser fundamentales en casos donde no existan grabaciones o pruebas visuales del accidente.
- Fotografías o vídeos del lugar del accidente: Sirven para ilustrar las condiciones de seguridad del entorno y reforzar la reclamación.
- Evaluación de riesgos laborales: Documento elaborado por el servicio de prevención que muestra los riesgos existentes en el puesto de trabajo.
Importante: La falta de alguno de estos documentos no invalida la reclamación, pero sí puede debilitarla. Por ello, cuanto más completo sea el expediente, mayores serán las garantías de éxito en el proceso.
Además, si la reclamación se tramita por vía judicial, será necesario presentar esta documentación ante el juez. En este sentido, contar con el apoyo de un abogado especializado puede ayudar a organizar el expediente de manera adecuada, asegurando que se aporten los documentos pertinentes en cada fase del procedimiento.
En definitiva, una correcta preparación documental es el primer paso para una reclamación bien fundamentada. Anticiparse y recopilar todos los elementos probatorios desde el primer momento es una estrategia clave para proteger los derechos del trabajador y facilitar el proceso de indemnización.
Plazos legales para reclamar
Una de las cuestiones más relevantes a la hora de reclamar una indemnización por accidente laboral es el cumplimiento de los plazos legales establecidos. La normativa vigente fija unos tiempos concretos para que el trabajador pueda ejercer sus derechos, y el desconocimiento de estos puede conllevar la pérdida del derecho a reclamar. Por ello, es fundamental actuar con rapidez y tener claro cuánto tiempo hay para iniciar los diferentes procedimientos legales o administrativos.
Dependiendo del tipo de reclamación que se desee interponer, los plazos legales varían. A continuación, se detallan los más importantes que deben tenerse en cuenta:
- Reclamación de daños y perjuicios por vía civil: El plazo general para interponer una demanda por responsabilidad civil extracontractual es de un año desde la estabilización de las lesiones o desde que el trabajador tuvo conocimiento de las secuelas.
- Reclamación por vía laboral (acción de responsabilidad del empresario): También se dispone de un año desde la fecha del accidente o desde la fecha de alta médica para presentar una reclamación por daños ante la jurisdicción social.
- Reclamaciones a la Seguridad Social: Si se desea solicitar una prestación derivada de accidente laboral, debe hacerse en los 30 días hábiles siguientes al hecho causante.
- Impugnación de resoluciones administrativas: Frente a resoluciones emitidas por mutuas o por la Seguridad Social, el trabajador tiene un plazo de 30 días hábiles para presentar alegaciones o recursos.
Importante: Estos plazos pueden interrumpirse en determinados casos, como cuando se presenta una reclamación previa o se inician negociaciones extrajudiciales. Sin embargo, es recomendable no apurar los tiempos y actuar con la mayor diligencia posible.
Además, si el accidente genera una incapacidad permanente, el plazo para reclamar puede variar en función del reconocimiento del grado de incapacidad por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). En estos casos, conviene consultar con un abogado laboralista para definir la estrategia más adecuada y respetar los tiempos procesales.
En definitiva, conocer los plazos legales para reclamar una indemnización por accidente laboral no solo es necesario, sino clave para proteger los derechos del trabajador. Dejar pasar el tiempo puede suponer la pérdida del derecho a compensación, por lo que una actuación rápida y bien asesorada es siempre la mejor opción.
Cuantía de la indemnización
La cuantía de la indemnización por un accidente laboral no es fija ni uniforme, ya que depende de múltiples factores que deben ser valorados de manera individualizada. Cada caso presenta circunstancias específicas que influyen directamente en el cálculo de la compensación económica que puede recibir el trabajador. Por ello, es fundamental conocer los criterios que se aplican en la práctica para estimar el importe justo que corresponde en concepto de indemnización.
Entre los aspectos principales que se tienen en cuenta para calcular la cuantía de la indemnización destacan los siguientes:
- Gravedad de las lesiones: Cuanto mayor sea el daño físico o psicológico sufrido, mayor será la compensación. Se valoran las secuelas, el grado de incapacidad y la duración del proceso de curación.
- Pérdida de ingresos: Si el accidente impide al trabajador desarrollar su actividad con normalidad, se compensa la pérdida de salario, incluyendo pagas extras, complementos y horas extraordinarias.
- Gastos médicos y de rehabilitación: Todos los costes derivados del tratamiento, desplazamientos, prótesis o asistencia especializada pueden incluirse en la reclamación.
- Daño moral y perjuicio personal: Se evalúa el impacto emocional y psicológico del accidente en la vida del trabajador y su entorno familiar.
- Edad y profesión del trabajador: Son factores relevantes para valorar el impacto del accidente en su futuro profesional y capacidad de reintegración laboral.
Ejemplo práctico: Un trabajador con una lesión permanente que le impide continuar en su puesto habitual podría recibir una indemnización superior a 50.000 euros, dependiendo del grado de incapacidad, el salario que percibía y los gastos asociados al tratamiento y rehabilitación.
Es importante señalar que la indemnización derivada del accidente laboral puede ser complementaria a las prestaciones económicas que ofrece la Seguridad Social (como la incapacidad temporal o permanente). Si se demuestra que el accidente fue causado por falta de medidas preventivas o negligencia empresarial, el trabajador tiene derecho a reclamar una indemnización adicional por responsabilidad civil o recargo de prestaciones.
Para calcular con precisión la cuantía correspondiente, es altamente recomendable contar con el asesoramiento de un abogado laboralista. Este profesional analizará las circunstancias del caso, valorará las pruebas y estimará el importe adecuado para garantizar una reclamación efectiva y justa.
Reclamación: vía judicial o extrajudicial
A la hora de reclamar una indemnización por accidente laboral, el trabajador tiene dos vías principales para hacerlo: la vía extrajudicial y la vía judicial. La elección de una u otra dependerá del grado de colaboración del empleador, la complejidad del caso y la voluntad del trabajador de llegar a un acuerdo amistoso antes de recurrir a los tribunales. Ambas opciones tienen sus ventajas y particularidades que deben ser valoradas con detenimiento para tomar la decisión más adecuada.
La vía extrajudicial es, en muchos casos, el primer paso a considerar. Se trata de intentar alcanzar un acuerdo amistoso con la empresa o su aseguradora, evitando así un proceso judicial que puede ser más largo y costoso. Esta vía puede incluir negociaciones directas, mediación o incluso el uso de la conciliación laboral previa, que es obligatoria en determinados procedimientos.
- Negociación directa: El trabajador, normalmente asistido por un abogado, presenta la reclamación y busca un acuerdo económico con la empresa o su aseguradora.
- Conciliación administrativa: En muchos casos, antes de presentar una demanda judicial, debe intentarse una conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC).
- Mediación voluntaria: Algunas partes optan por recurrir a servicios de mediación profesional para alcanzar un acuerdo sin acudir a juicio.
Si estas vías no dan resultado o el empleador niega su responsabilidad, el trabajador puede iniciar la vía judicial. En este caso, será un juez el encargado de valorar las pruebas y dictar una sentencia que reconozca o no el derecho a indemnización.
- Demanda por responsabilidad empresarial: Se interpone ante la jurisdicción social, reclamando daños y perjuicios derivados del accidente.
- Juicio y sentencia: Tras la vista, el juez dictará una resolución que puede ser recurrida si alguna de las partes no está conforme.
Consejo legal: Aunque la vía extrajudicial suele ser más rápida y menos costosa, no siempre garantiza una compensación justa. Si no se logra un acuerdo razonable, acudir a la vía judicial puede ser la única alternativa para obtener una indemnización completa y adecuada.
En ambos escenarios, contar con asesoramiento jurídico especializado es fundamental para defender los derechos del trabajador y garantizar un proceso adecuado. La correcta elección de la vía dependerá del contexto específico del accidente y de la postura que adopte la empresa frente a la reclamación.
Errores comunes al reclamar
Reclamar una indemnización por accidente laboral requiere conocimiento, preparación y, sobre todo, evitar errores que pueden comprometer el éxito del proceso. Muchos trabajadores, por desconocimiento o por actuar con prisa, cometen fallos que debilitan su reclamación o incluso provocan que pierdan su derecho a indemnización. Identificar estos errores y saber cómo prevenirlos es clave para que el procedimiento avance con seguridad jurídica.
A continuación, repasamos los errores más frecuentes que cometen los trabajadores al iniciar una reclamación tras un accidente laboral:
- No comunicar el accidente a tiempo: El retraso en la notificación puede generar sospechas o incluso que la empresa niegue que el accidente ocurrió durante la jornada laboral.
- Falta de documentación: No recopilar informes médicos, partes de accidente, fotografías o testimonios debilita gravemente la base probatoria de la reclamación.
- Confiar únicamente en la mutua: Aunque las mutuas colaboran con la Seguridad Social, no siempre actúan con total imparcialidad. Es recomendable contrastar su información y buscar asesoramiento independiente.
- No acudir a un abogado especializado: Intentar gestionar la reclamación sin apoyo legal puede derivar en errores formales, plazos incumplidos o acuerdos poco favorables.
- Desconocer los plazos legales: Iniciar el procedimiento fuera del tiempo estipulado por la ley supone la pérdida automática del derecho a reclamar.
- Firmar acuerdos sin revisar su contenido: Algunos trabajadores aceptan indemnizaciones mínimas sin haber valorado correctamente el alcance de sus daños o sin conocer sus derechos reales.
Consejo práctico: Antes de firmar cualquier documento, consultar con un abogado laboralista puede evitar consecuencias irreversibles. Una revisión profesional garantiza que el acuerdo sea justo y legalmente adecuado.
También es frecuente subestimar el impacto del accidente y no solicitar una valoración médica completa. Algunas secuelas no se manifiestan de forma inmediata y, si no se han documentado desde el principio, luego será más difícil probar su origen laboral.
En definitiva, actuar con previsión, asesorarse correctamente y no tomar decisiones precipitadas son las mejores herramientas para reclamar con éxito una indemnización por accidente laboral. Prevenir estos errores aumenta considerablemente las posibilidades de obtener una compensación justa y adecuada.
Preguntas frecuentes
A la hora de reclamar una indemnización por accidente laboral, es habitual que surjan dudas que pueden generar confusión o incluso frenar el inicio del proceso. Por ello, es importante resolver las preguntas más frecuentes que suelen plantearse los trabajadores en estas situaciones. A continuación, respondemos de forma clara y práctica a algunas de las consultas más comunes relacionadas con los derechos, trámites y procedimientos vinculados a este tipo de reclamaciones.
¿Qué pasa si el accidente ocurrió fuera del centro de trabajo?
Si el accidente se produjo durante el trayecto habitual entre el domicilio y el trabajo (in itinere) o mientras el trabajador realizaba funciones fuera del lugar habitual (en misión), también puede considerarse accidente laboral. Será necesario acreditarlo con pruebas y partes médicos adecuados.
¿Puedo reclamar una indemnización si ya recibo una prestación por incapacidad?
Sí. Las prestaciones de la Seguridad Social no excluyen el derecho a reclamar una indemnización adicional si se demuestra que hubo negligencia empresarial o falta de medidas de prevención. Ambos conceptos son compatibles.
¿Es obligatorio contratar a un abogado para reclamar?
No es obligatorio, pero sí altamente recomendable. Un abogado laboralista especializado puede ayudarte a calcular correctamente la indemnización, reunir la documentación necesaria y defender tus intereses tanto en vía extrajudicial como judicial.
¿Qué ocurre si la empresa niega el accidente laboral?
En estos casos, será necesario aportar pruebas sólidas (informes médicos, testigos, fotografías, etc.) y, si es preciso, iniciar un procedimiento judicial. Un informe del servicio de prevención de riesgos o una denuncia ante la Inspección de Trabajo pueden reforzar tu caso.
¿Qué plazo tengo para reclamar una indemnización?
El plazo habitual es de un año desde el alta médica o desde que se estabilizan las lesiones. No obstante, dependiendo del tipo de reclamación (civil, laboral o administrativa), los plazos pueden variar. Por eso, es importante actuar con rapidez.
Resolver estas dudas con antelación es fundamental para evitar errores y tomar decisiones bien informadas. Si tienes más preguntas sobre tu caso concreto, lo más aconsejable es contactar con un profesional especializado que pueda ofrecerte un asesoramiento personalizado.
Conclusión
Reclamar una indemnización por accidente laboral es un derecho fundamental que protege a los trabajadores frente a las consecuencias físicas, económicas y emocionales derivadas de un siniestro en el entorno profesional. Como hemos visto a lo largo del artículo, conocer el procedimiento, los plazos legales, la documentación necesaria y las distintas vías de reclamación es clave para ejercer ese derecho de forma eficaz y con garantías.
La prevención sigue siendo el mejor mecanismo para evitar accidentes laborales. Sin embargo, cuando estos ocurren, es esencial actuar con rapidez, reunir las pruebas pertinentes y contar con el respaldo de profesionales especializados que guíen al trabajador durante todo el proceso. La responsabilidad del empleador, el tipo de accidente, la gravedad de las lesiones y el impacto económico son factores determinantes a la hora de valorar la cuantía de la indemnización y el tipo de acción legal a emprender.
A pesar de que muchos trabajadores sienten incertidumbre o temor al iniciar una reclamación, lo cierto es que la legislación laboral ofrece herramientas claras y efectivas para proteger sus derechos. Dejar pasar el tiempo o aceptar acuerdos sin información suficiente puede suponer una pérdida irreparable de compensaciones legítimas.
Recuerda: Una reclamación bien fundamentada no solo busca una compensación económica, sino también hacer valer los derechos laborales y contribuir a una cultura de prevención y responsabilidad dentro del ámbito profesional.
En definitiva, si has sufrido un accidente laboral, infórmate, asesórate y actúa. Reclamar lo que te corresponde no es solo un acto legal, sino también una forma de garantizar tu bienestar, tu dignidad profesional y tu seguridad futura. No estás solo en este camino: el conocimiento y el acompañamiento adecuado son tus mejores aliados para obtener una indemnización justa.