
Excedencias laborales: Tipos, derechos y cómo solicitarlas
Publicado el 07 de abril de 2025
📖 Tiempo estimado de lectura: 23 min
Índice
- Introducción
- ¿Qué es una excedencia laboral?
- Tipos de excedencia
- Requisitos para solicitarla
- Procedimiento para pedir excedencia
- Derechos del trabajador en excedencia
- Duración y posibilidad de renovación
- Reincorporación al puesto de trabajo
- Excedencia y Seguridad Social
- Preguntas Frecuentes
- Conclusión
Introducción
Las excedencias laborales representan un derecho clave para los trabajadores en España, permitiéndoles pausar temporalmente su relación laboral sin perder la posibilidad de reincorporarse en el futuro. Aunque no siempre se habla de ellas con la misma frecuencia que de las bajas o los despidos, su relevancia ha crecido notablemente en los últimos años, ya sea por motivos personales, familiares, académicos o incluso emprendedores. Este mecanismo ofrece una herramienta de conciliación y flexibilidad, especialmente valorada en contextos donde la vida personal y profesional requieren reequilibrio.
Entender qué es una excedencia, cómo se solicita, qué tipos existen y cuáles son los derechos del trabajador durante este período es fundamental para tomar decisiones informadas y estratégicas. Este artículo tiene como objetivo explicar de manera clara y completa todo lo que necesitas saber sobre las excedencias laborales en España, con un enfoque práctico y legal actualizado.
Una excedencia no equivale a una baja laboral ni implica una renuncia definitiva al empleo. Es, más bien, una pausa pactada legalmente en la que el trabajador puede dedicarse a otros asuntos, manteniendo el derecho a retornar al mundo laboral bajo ciertas condiciones.
A lo largo de las siguientes secciones exploraremos los diferentes tipos de excedencias reconocidos por la legislación laboral, los requisitos específicos para cada una de ellas, el procedimiento formal que debe seguirse y los derechos que asisten al trabajador durante y después de este período. También abordaremos las implicaciones para la Seguridad Social, el impacto en la antigüedad y las posibles dificultades en el proceso de reincorporación.
Asimismo, incluiremos una sección específica con respuestas a preguntas frecuentes que suelen plantearse en este tipo de situaciones, como por ejemplo: ¿puedo trabajar en otro sitio durante la excedencia?, ¿la empresa está obligada a readmitirme?, o ¿cómo afecta una excedencia a mi cotización? Estas dudas son habituales y conviene resolverlas antes de dar el paso de solicitar una.
Ya seas trabajador por cuenta ajena, responsable de recursos humanos o simplemente estés valorando opciones para compatibilizar tu vida profesional con nuevas prioridades, esta guía práctica te servirá como punto de partida para comprender a fondo las excedencias laborales y tomar decisiones con confianza y respaldo legal.
¿Qué es una excedencia laboral?
Una excedencia laboral es un derecho reconocido por el Estatuto de los Trabajadores en España que permite al empleado suspender temporalmente su relación contractual con la empresa, sin que ello suponga la pérdida definitiva de su puesto de trabajo. Durante este período, el trabajador deja de prestar servicios y no percibe salario, pero mantiene un vínculo laboral que puede ser reactivado bajo ciertas condiciones.
Este tipo de pausa laboral puede solicitarse por motivos diversos: desde el cuidado de hijos o familiares hasta razones personales, formativas o profesionales. La clave es que esta interrupción debe ser voluntaria por parte del trabajador, aunque en algunos casos, como en la excedencia por cuidado de hijos, la empresa está obligada a concederla si se cumplen los requisitos legales.
Es fundamental entender que la excedencia no implica la extinción del contrato, sino su suspensión. Esto significa que el trabajador conserva ciertos derechos, como el de reincorporación preferente o la antigüedad acumulada, dependiendo del tipo de excedencia solicitada.
Existen diferentes modalidades de excedencia, que se clasifican principalmente en:
- Excedencia voluntaria: Puede solicitarse por cualquier causa, siempre que se haya trabajado al menos un año en la empresa y no se haya disfrutado de otra excedencia similar en los últimos cuatro años.
- Excedencia por cuidado de hijos: Tiene una regulación específica y otorga más protección al trabajador. Se puede solicitar hasta que el menor cumpla tres años.
- Excedencia por cuidado de familiares: Destinada al cuidado de familiares hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad, que por razones de edad, accidente o enfermedad no puedan valerse por sí mismos.
Cada tipo de excedencia tiene particularidades en cuanto a duración, derechos de reincorporación, cotización a la Seguridad Social y posibilidad de trabajar en otra empresa durante ese periodo. Por tanto, es esencial informarse adecuadamente antes de tomar la decisión de solicitar una.
En las próximas secciones abordaremos en profundidad los distintos tipos de excedencia, cómo afectan a tu carrera laboral y qué pasos debes seguir para formalizar tu solicitud de manera correcta y eficaz.
Tipos de excedencia
La legislación laboral española reconoce varios tipos de excedencia, cada uno con condiciones, derechos y finalidades distintas. Conocer bien estas modalidades es fundamental para que los trabajadores puedan ejercer este derecho de forma adecuada y ajustada a sus necesidades. A continuación, te presentamos los principales tipos de excedencia que contempla el Estatuto de los Trabajadores, junto con sus características más relevantes.
Todos los tipos de excedencia suponen una suspensión temporal del contrato de trabajo, pero varían en cuanto al derecho de reserva del puesto, requisitos de acceso, duración máxima y consecuencias en la relación laboral.
- Excedencia voluntaria: Este tipo puede ser solicitada por cualquier trabajador con al menos un año de antigüedad en la empresa. No es necesario justificar la causa. Su duración mínima es de cuatro meses y la máxima de cinco años. No garantiza la reserva del mismo puesto, pero sí otorga un derecho preferente de reingreso si hay vacantes similares.
- Excedencia forzosa: Aplicable cuando el trabajador debe ausentarse por el ejercicio de un cargo público que imposibilite la asistencia al trabajo. En este caso, la empresa está obligada a conservar el puesto, y el tiempo de excedencia computa a efectos de antigüedad.
- Excedencia por cuidado de hijos: Se puede solicitar hasta que el menor cumpla tres años. Durante el primer año, existe derecho a reserva del mismo puesto de trabajo. Posteriormente, se mantiene el derecho a un puesto de igual categoría. Cotiza a la Seguridad Social durante ese periodo.
- Excedencia por cuidado de familiares: Está pensada para atender a familiares hasta segundo grado que, por enfermedad, edad o accidente, no puedan valerse por sí mismos. Puede extenderse hasta dos años y también cotiza a la Seguridad Social durante el primer año.
- Excedencias pactadas: Algunas empresas pueden ofrecer excedencias adicionales mediante convenios colectivos o acuerdos internos. Estas no están reguladas expresamente por la ley, pero sí son válidas si se recogen por escrito.
Es importante recordar que cada tipo de excedencia implica diferentes efectos en la relación laboral y en la reincorporación posterior. Por eso, antes de solicitar una, conviene analizar bien cuál se ajusta mejor a la situación personal del trabajador y revisar cualquier cláusula adicional que pueda incluir el convenio colectivo aplicable.
En las próximas secciones explicaremos cómo tramitar correctamente cada tipo de excedencia y qué derechos puedes ejercer durante este periodo. Además, abordaremos cómo afectan estas excedencias al cómputo de la antigüedad y a la cotización en la Seguridad Social.
Requisitos para solicitarla
Solicitar una excedencia laboral en España no es un proceso complejo, pero sí requiere cumplir con una serie de requisitos legales y formales que varían según el tipo de excedencia que se desea pedir. Conocer estos requisitos con antelación permite evitar rechazos por parte de la empresa y asegura que la solicitud se realice de manera efectiva, respetando los plazos y condiciones establecidos por la normativa vigente.
A continuación, se detallan los requisitos generales y específicos más relevantes que todo trabajador debe tener en cuenta antes de solicitar una excedencia:
- Antigüedad mínima en la empresa: Para la excedencia voluntaria, es obligatorio haber trabajado al menos un año en la empresa. En otros tipos, como las excedencias por cuidado de hijos o familiares, no se exige antigüedad mínima.
- Solicitud por escrito: El trabajador debe presentar la solicitud de excedencia por escrito, indicando claramente el tipo de excedencia, la fecha de inicio y, si se conoce, la fecha estimada de reincorporación.
- Plazo de preaviso: Aunque la ley no establece un plazo fijo, se recomienda notificar a la empresa con al menos 15 días de antelación para facilitar la gestión interna.
- Motivo justificado (en casos específicos): En las excedencias por cuidado de hijos o familiares, es necesario acreditar la situación que da derecho a solicitarla mediante certificados de nacimiento, informes médicos, o documentación similar.
- No haber solicitado una excedencia similar recientemente: Para la excedencia voluntaria, deben haber transcurrido al menos cuatro años desde la finalización de la última excedencia voluntaria disfrutada en la misma empresa.
Aunque la empresa no puede denegar una excedencia regulada por ley si se cumplen los requisitos, puede retrasarla si existen razones organizativas justificadas. Por ello, mantener una comunicación abierta y anticipada con el departamento de recursos humanos es clave.
Es recomendable conservar una copia firmada de la solicitud y de la respuesta de la empresa, ya que en caso de desacuerdo o conflicto, estos documentos pueden ser determinantes para acreditar la situación ante un juzgado o ante la inspección laboral.
Además, en el caso de que la excedencia esté regulada por un convenio colectivo, podrían existir requisitos adicionales como la necesidad de justificar la causa de manera más detallada, establecer una duración mínima distinta o incluir cláusulas sobre la reincorporación. Por tanto, conviene consultar el convenio aplicable antes de realizar la petición formal.
Procedimiento para pedir excedencia
Solicitar una excedencia laboral requiere seguir un procedimiento claro, ordenado y ajustado a la normativa laboral vigente. Aunque el proceso puede variar ligeramente dependiendo del tipo de excedencia y de lo estipulado en el convenio colectivo aplicable, existen unos pasos comunes que todo trabajador debe cumplir para formalizar correctamente la petición y evitar complicaciones futuras.
A continuación, te detallamos los pasos fundamentales que debes seguir para pedir una excedencia en tu empresa:
- Revisión del convenio colectivo: Antes de iniciar el proceso, es recomendable consultar si existe un convenio colectivo aplicable que regule específicamente las excedencias, ya que podría establecer condiciones adicionales o plazos distintos a los generales.
- Redacción de la solicitud formal: El trabajador debe redactar una carta dirigida a la empresa, especificando el tipo de excedencia, la fecha de inicio y, si es posible, la duración estimada. Esta carta debe ser clara, respetuosa y con un lenguaje formal.
- Entrega de la solicitud: La carta debe entregarse con antelación suficiente (preferiblemente con al menos 15 días de margen), y es conveniente hacerlo por registro de entrada, burofax o correo electrónico con acuse de recibo, para tener prueba de la solicitud.
- Esperar respuesta de la empresa: La empresa debe responder a la solicitud aceptándola o, en su caso, planteando observaciones. En ciertos supuestos, especialmente en las excedencias voluntarias, la empresa puede aplazar la concesión por motivos organizativos.
- Guardar documentación: Se recomienda conservar una copia firmada de la solicitud y de la respuesta de la empresa para proteger los derechos del trabajador ante posibles desacuerdos posteriores.
Es importante destacar que en las excedencias forzosas y por cuidado de hijos o familiares, la empresa está obligada por ley a conceder la excedencia si se cumplen los requisitos legales, sin posibilidad de denegación.
En cualquier caso, una buena comunicación con el departamento de recursos humanos puede facilitar el proceso y evitar malentendidos. Además, si el trabajador está representado por un comité de empresa o sindicato, puede contar con su asesoramiento para garantizar que sus derechos se respetan durante el proceso.
Tener claro el procedimiento no solo es útil para presentar correctamente la solicitud, sino también para conocer los plazos, las posibles respuestas de la empresa y los efectos legales que puede tener la aceptación o aplazamiento de la excedencia. Una solicitud bien gestionada es clave para proteger tu carrera profesional y planificar tu tiempo de ausencia con tranquilidad.
Derechos del trabajador en excedencia
Aunque durante la excedencia el contrato de trabajo queda en suspenso, el trabajador no pierde todos sus derechos. De hecho, el Estatuto de los Trabajadores y otras normas complementarias garantizan una serie de protecciones orientadas a salvaguardar la relación laboral y facilitar la reincorporación una vez finalizado el periodo de excedencia. Estos derechos pueden variar dependiendo del tipo de excedencia solicitada, por lo que es fundamental conocerlos en detalle.
A continuación, se describen los principales derechos que mantiene el trabajador durante una excedencia:
- Reserva del puesto de trabajo: En las excedencias por cuidado de hijos, existe derecho a la reserva del mismo puesto durante el primer año. Para el cuidado de familiares, la reserva se mantiene durante seis meses. En las excedencias voluntarias, no hay obligación de reserva, pero sí derecho preferente de reincorporación si hay vacantes disponibles.
- Antigüedad laboral: Aunque el tiempo en excedencia no computa como tiempo trabajado a efectos de antigüedad, no se pierde la antigüedad acumulada hasta el momento de iniciar la excedencia.
- Reingreso preferente: El trabajador tiene prioridad para ocupar vacantes de igual o similar categoría cuando solicita reincorporarse tras una excedencia voluntaria.
- Derecho a la formación: En algunos convenios colectivos se contempla la posibilidad de acceder a formación profesional durante el periodo de excedencia, especialmente en excedencias forzosas o por cuidado de personas dependientes.
- Cotización a la Seguridad Social: En determinadas excedencias (por cuidado de hijos o familiares), el periodo se considera como tiempo cotizado a efectos de prestaciones futuras, como jubilación o incapacidad.
Es fundamental conservar la documentación que justifique tanto la solicitud como la concesión de la excedencia, ya que estos papeles pueden ser clave en caso de conflicto laboral o para acceder a determinadas prestaciones públicas.
Además, conviene tener en cuenta que durante la excedencia el trabajador puede, en la mayoría de los casos, desarrollar otras actividades profesionales, salvo que exista cláusula de exclusividad en su contrato o que se incurra en competencia desleal con la empresa. Este aspecto debe analizarse con detalle, ya que puede afectar la relación futura con la empresa.
En definitiva, aunque la excedencia implica una pausa en la actividad laboral, no supone una pérdida de derechos. Informarse y ejercerlos adecuadamente es clave para garantizar una vuelta segura al entorno laboral y proteger los intereses del trabajador a medio y largo plazo.
Duración y posibilidad de renovación
La duración de una excedencia laboral depende del tipo que se solicite, así como de lo establecido en el Estatuto de los Trabajadores y en los convenios colectivos aplicables. Conocer los límites temporales y las condiciones para renovar o extender una excedencia es clave para evitar malentendidos con la empresa y garantizar una correcta planificación personal y profesional.
A continuación, se explican las duraciones máximas y mínimas que rigen cada tipo de excedencia, junto con las consideraciones sobre su renovación:
- Excedencia voluntaria: Tiene una duración mínima de 4 meses y máxima de 5 años. El trabajador puede solicitar una duración concreta dentro de ese intervalo, pero la empresa no está obligada a admitir prórrogas automáticas. Una nueva excedencia voluntaria solo podrá solicitarse si han pasado al menos 4 años desde la anterior.
- Excedencia por cuidado de hijos: Puede solicitarse hasta que el hijo cumpla 3 años. Se puede fraccionar en varios periodos o ampliar dentro del mismo límite de edad. No es necesario pactar la duración inicial, aunque se debe informar a la empresa con antelación suficiente sobre cualquier modificación.
- Excedencia por cuidado de familiares: Tiene una duración máxima de 2 años, salvo que el convenio colectivo disponga otra cosa. También puede disfrutarse de manera fraccionada.
- Excedencia forzosa: Su duración está vinculada al tiempo que el trabajador ocupe el cargo público o función que imposibilita su asistencia al trabajo. Finalizado este cargo, el trabajador debe reincorporarse en un plazo breve.
En el caso de querer ampliar el periodo inicialmente solicitado, es posible pedir una renovación, pero esta queda sujeta a la aceptación por parte de la empresa, especialmente en el caso de excedencias voluntarias. Es recomendable solicitar la prórroga con antelación y por escrito.
Además, es importante tener en cuenta que algunas excedencias, como las reguladas por convenios colectivos o las pactadas de forma privada, pueden tener reglas específicas distintas a las previstas por ley. Por ello, siempre conviene revisar el convenio aplicable antes de formalizar la solicitud o pedir su extensión.
Finalmente, en todos los casos es fundamental conservar constancia escrita tanto de la solicitud inicial como de cualquier renovación o ampliación pactada, para proteger los derechos del trabajador y asegurar un retorno ordenado al puesto de trabajo.
Reincorporación al puesto de trabajo
La reincorporación al puesto de trabajo tras una excedencia es una etapa crucial en la que el trabajador recupera su vínculo activo con la empresa. Aunque el retorno está contemplado legalmente, los derechos y condiciones del reingreso varían según el tipo de excedencia solicitada. Comprender estos detalles ayuda a garantizar una transición fluida, evitar conflictos y proteger la estabilidad laboral.
Para reincorporarse correctamente, el trabajador debe comunicar su intención a la empresa con la debida antelación. Aunque la ley no establece un plazo mínimo obligatorio, se recomienda notificarlo al menos con 15 días de antelación, o lo que indique el convenio colectivo correspondiente. Esta comunicación debe hacerse por escrito y preferentemente con acuse de recibo.
- Excedencia por cuidado de hijos: Durante el primer año, la empresa está obligada a reservar el mismo puesto de trabajo. Pasado ese plazo, se mantiene el derecho a reincorporación en un puesto de categoría equivalente.
- Excedencia por cuidado de familiares: El derecho a reserva del puesto se mantiene durante seis meses. Posteriormente, el derecho de reincorporación es a un puesto similar si existe vacante.
- Excedencia voluntaria: El trabajador conserva un derecho preferente al reingreso en caso de vacante de igual o similar categoría, pero no tiene garantizada la reserva del mismo puesto ni el reingreso automático.
- Excedencia forzosa: Implica reserva del puesto y cómputo del tiempo de excedencia como de servicio activo. La reincorporación debe ser inmediata tras el cese en el cargo público o función desempeñada.
Si la empresa deniega la reincorporación injustificadamente o no ofrece un puesto vacante cuando existe la obligación, el trabajador puede presentar una reclamación ante la jurisdicción social. En algunos casos, puede considerarse despido improcedente.
Además, la empresa puede requerir al trabajador que acredite su disponibilidad efectiva para reincorporarse en la fecha solicitada. En estos casos, es recomendable entregar la comunicación de reincorporación firmada y acompañada de cualquier documentación que refuerce la solicitud (por ejemplo, certificación de fin de prestación por cuidado de familiar o hijo).
En definitiva, la reincorporación tras una excedencia debe gestionarse con cuidado, claridad y respaldo documental. Si bien los derechos del trabajador están protegidos legalmente, la buena comunicación y la documentación formal son claves para garantizar una vuelta segura y ordenada al entorno laboral.
Preguntas Frecuentes
A la hora de solicitar una excedencia laboral, es habitual que surjan numerosas dudas sobre derechos, condiciones y consecuencias prácticas. En esta sección recopilamos algunas de las preguntas más frecuentes que los trabajadores se plantean antes, durante y después de una excedencia, con respuestas claras y adaptadas al marco legal vigente en España.
¿Puedo trabajar en otra empresa mientras estoy de excedencia?
Sí, durante la excedencia voluntaria puedes desempeñar otro trabajo, siempre que no exista cláusula de exclusividad en tu contrato original y no incurras en competencia desleal. En el caso de excedencias por cuidado de hijos o familiares, también es posible, aunque en algunos casos puede afectar a determinadas prestaciones públicas.
¿Qué pasa si no hay vacante cuando solicito reincorporarme?
En excedencias voluntarias, la empresa no está obligada a garantizarte el mismo puesto, pero sí debe ofrecerte uno similar cuando haya vacantes. Si no existen plazas disponibles en ese momento, deberás esperar o buscar otras alternativas laborales. Solo en excedencias forzosas o por cuidado, la reserva de puesto está legalmente garantizada.
¿La empresa puede negarse a conceder una excedencia?
En el caso de excedencias reguladas por ley, como por cuidado de hijos o familiares, la empresa está obligada a concederla si se cumplen los requisitos. En la excedencia voluntaria, la empresa no puede negarse si cumples con la antigüedad mínima y no has solicitado otra en los últimos cuatro años, aunque puede aplazar su inicio por motivos organizativos justificados.
¿Puedo cotizar a la Seguridad Social durante una excedencia voluntaria?
No se cotiza automáticamente, pero puedes suscribir un convenio especial con la Seguridad Social para continuar cotizando por tu cuenta. Esta opción es recomendable si deseas mantener tu historial de cotización y proteger futuras prestaciones como jubilación o incapacidad temporal.
¿La excedencia afecta a la antigüedad laboral?
El tiempo de excedencia no cuenta como tiempo trabajado a efectos de antigüedad, pero no se pierde la antigüedad acumulada previamente. Es decir, al reincorporarte conservarás la antigüedad que tenías antes de iniciar la excedencia.
Estas preguntas son solo una muestra de las inquietudes más habituales. Si estás valorando pedir una excedencia, te recomendamos consultar con un abogado laboralista o con tu representante sindical para recibir asesoramiento personalizado y tomar decisiones con toda la información necesaria.
Conclusión
Las excedencias laborales son una herramienta legal valiosa que permiten a los trabajadores hacer una pausa en su vida profesional por motivos personales, familiares, formativos o incluso políticos, sin renunciar por completo a su puesto de trabajo. Ya sea por cuidado de hijos, de familiares, por voluntad propia o por deber público, la legislación contempla distintos tipos de excedencia que se adaptan a diversas circunstancias vitales.
A lo largo de este artículo hemos repasado en detalle qué es una excedencia, los requisitos que deben cumplirse para solicitarla, los pasos formales que exige el procedimiento y, muy especialmente, los derechos que conserva el trabajador durante ese periodo, así como las implicaciones para su reincorporación y relación con la Seguridad Social.
La clave para una gestión exitosa de la excedencia está en la información y la planificación. Anticiparse, documentarse y cumplir con cada requisito legal permite aprovechar este derecho sin poner en riesgo la estabilidad laboral ni los derechos adquiridos.
Además, conviene recordar que algunos aspectos, como la duración, la reserva del puesto o la cotización, pueden variar dependiendo del tipo de excedencia y de lo que dispongan los convenios colectivos o acuerdos particulares con la empresa. Por ello, es recomendable revisar la normativa específica del sector y, si es necesario, consultar con un profesional del derecho laboral.
En resumen, solicitar una excedencia no tiene por qué suponer un conflicto ni una pérdida de derechos, siempre que se haga de forma adecuada. Lejos de ser un abandono del empleo, representa una fórmula flexible para conciliar vida personal y profesional, adaptarse a nuevas etapas y, en muchos casos, volver al trabajo con una perspectiva renovada y enriquecedora.
Si estás valorando pedir una excedencia, infórmate bien, prepara la solicitud con tiempo y mantén una comunicación fluida con tu empresa. Así, podrás tomar una decisión alineada con tus necesidades y tus objetivos, protegiendo al mismo tiempo tu futuro laboral.
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