Cesión ilegal de trabajadores: Cómo detectarla y denunciarla

Cesión ilegal de trabajadores: Cómo detectarla y denunciarla

Publicado el 30 de marzo de 2025


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Introducción

La cesión ilegal de trabajadores es una práctica que, aunque prohibida por la normativa laboral en España, sigue ocurriendo en determinados sectores y entornos empresariales. Esta figura consiste en la contratación aparente de un trabajador por parte de una empresa, cuando en realidad quien dirige y controla la actividad del empleado es otra entidad distinta. Esta situación vulnera los derechos laborales y puede tener consecuencias graves tanto para las empresas implicadas como para el trabajador afectado.

El problema radica en que muchas veces esta cesión no se percibe fácilmente, ya que puede estar camuflada bajo contratos de prestación de servicios o subcontrataciones. Sin embargo, cuando la empresa que ha firmado el contrato de trabajo no es quien realmente organiza y supervisa la jornada, tareas y disciplina del empleado, podríamos estar ante un caso de cesión ilegal. Este tipo de prácticas desvirtúan la relación laboral y colocan al trabajador en una posición de indefensión y precariedad.

En un contexto de creciente externalización de servicios, especialmente en sectores como la construcción, la limpieza, la seguridad o los servicios técnicos, es fundamental que tanto los trabajadores como las empresas conozcan los límites legales de la subcontratación. Identificar cuándo una relación laboral está siendo cedida de forma fraudulenta permite actuar a tiempo y garantizar los derechos de las personas trabajadoras.

La Ley prohíbe expresamente la cesión de trabajadores salvo en los casos regulados por las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), que actúan bajo unas condiciones muy concretas. Cualquier otra forma de cesión no amparada legalmente puede ser considerada fraudulenta y sancionada.

Este artículo tiene como objetivo ofrecer una guía clara y accesible para identificar los indicios de una cesión ilegal de trabajadores, comprender su marco normativo y conocer los mecanismos legales para denunciar este tipo de situaciones. Desde un enfoque legal y práctico, se abordarán los elementos clave para detectar irregularidades, los derechos del trabajador afectado y las consecuencias que pueden derivarse para las empresas infractoras. Asimismo, se incluirán preguntas frecuentes y ejemplos reales para ilustrar cómo se produce este fenómeno en el día a día laboral.

¿Qué es la cesión ilegal de trabajadores?

La cesión ilegal de trabajadores es una práctica fraudulenta en el ámbito laboral que se produce cuando una empresa cede a sus trabajadores a otra, sin cumplir con los requisitos legales establecidos para ello. En lugar de existir una verdadera relación de prestación de servicios entre dos empresas legalmente independientes, lo que realmente ocurre es que una empresa actúa como mera intermediaria, mientras que la empresa receptora del trabajador es quien realmente ejerce las funciones propias del empleador: organiza, dirige y supervisa su actividad laboral.

Este fenómeno vulnera el artículo 43 del Estatuto de los Trabajadores en España, que prohíbe expresamente la cesión de mano de obra entre empresas, salvo que se realice a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETT) debidamente autorizadas. La finalidad de esta norma es evitar situaciones de precariedad laboral, elusión de responsabilidades empresariales y desprotección del trabajador, quien puede verse sometido a condiciones laborales injustas sin conocer realmente quién es su verdadero empleador.

La cesión ilegal no solo implica una infracción administrativa grave, sino que también puede conllevar la declaración de una relación laboral directa entre el trabajador y la empresa que realmente se ha beneficiado de su trabajo, con todos los derechos y obligaciones que ello implica.

Para identificar una cesión ilegal, es importante analizar el grado de control que ejerce la empresa receptora sobre el trabajador. Si esta organiza los turnos, establece las normas internas, proporciona los medios materiales y evalúa el desempeño, se rompe la apariencia de una simple prestación de servicios entre empresas. En estos casos, la empresa cedente es una figura meramente formal y no cumple funciones reales de empleador.

Esta figura suele aparecer en sectores donde la externalización es frecuente, como la construcción, logística, limpieza, seguridad privada o servicios auxiliares. También puede camuflarse bajo contratos mercantiles o convenios de colaboración entre empresas que, en la práctica, esconden una auténtica relación laboral subordinada.

Detectar esta situación y actuar frente a ella es esencial para proteger los derechos del trabajador y asegurar que las empresas operan dentro del marco legal. A lo largo de este artículo veremos cómo identificar los indicios de cesión ilegal, qué consecuencias puede tener y qué pasos deben seguirse para denunciar este tipo de prácticas.

Indicadores para detectar una cesión ilegal

Detectar una cesión ilegal de trabajadores no siempre es sencillo, ya que en muchos casos puede estar encubierta bajo contratos de servicios o convenios de colaboración entre empresas. Sin embargo, existen una serie de indicios o indicadores clave que permiten identificar cuándo una relación laboral podría estar siendo cedida de forma fraudulenta. Reconocer estos signos es fundamental tanto para los trabajadores como para los representantes sindicales, asesores legales y empresas que deseen evitar riesgos legales.

A continuación, se detallan algunos de los principales indicadores que pueden revelar la existencia de una cesión ilegal de trabajadores:

  • El trabajador recibe órdenes directas de la empresa usuaria, no de la empresa contratista.
  • La empresa receptora organiza turnos, horarios y tareas diarias del trabajador.
  • El empleado utiliza medios materiales, herramientas, uniformes o instalaciones propiedad de la empresa usuaria.
  • No existe una estructura organizativa clara en la empresa contratista o esta carece de personal propio.
  • El trabajador realiza su labor de forma estable y continuada en las instalaciones de la empresa usuaria, sin rotación o movilidad.
  • La contratación se produce por parte de una empresa, pero el control del trabajo lo ejerce otra distinta.

Un indicador clave es que la empresa contratista actúe como simple "gestora de nóminas", sin aportar dirección ni supervisión efectiva. En este caso, podría considerarse que solo está prestando mano de obra, lo cual encaja con la definición de cesión ilegal.

Es importante destacar que no basta con que exista un contrato mercantil entre empresas para que la cesión sea legal. Lo que realmente se analiza es la realidad de la prestación de servicios: quién dirige, quién controla y quién se beneficia del trabajo realizado. Por eso, los tribunales y la Inspección de Trabajo valoran los hechos y no solo los documentos formales.

Ante la sospecha de cesión ilegal, conviene recopilar pruebas como correos electrónicos con instrucciones, partes de trabajo firmados por la empresa usuaria, testigos de organización directa o cualquier otro elemento que demuestre la dependencia efectiva del trabajador respecto a una empresa distinta a la contratante.

Consecuencias legales para empresas y trabajadores

La cesión ilegal de trabajadores conlleva importantes consecuencias legales tanto para las empresas implicadas como para los propios trabajadores. Esta práctica, al vulnerar el marco legal establecido en el Estatuto de los Trabajadores, activa una serie de mecanismos sancionadores, de regularización de relaciones laborales y de responsabilidad solidaria entre las partes involucradas. Identificar estas consecuencias resulta clave para entender la gravedad de estas conductas y su impacto en el entorno laboral.

En primer lugar, cuando se detecta una cesión ilegal, la empresa que ha actuado como cedente y la empresa usuaria (quien realmente ha dirigido al trabajador) son responsables de forma solidaria de todas las obligaciones laborales y de Seguridad Social. Esto significa que ambas pueden ser requeridas para pagar salarios, cotizaciones e indemnizaciones en caso de despido, sin distinción entre ellas.

El trabajador tiene derecho a solicitar que se reconozca una relación laboral directa e indefinida con la empresa usuaria, desde el inicio efectivo de la prestación de servicios, consolidando así su posición laboral y sus derechos adquiridos.

Las empresas involucradas en una cesión ilegal pueden enfrentarse a sanciones económicas importantes impuestas por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Estas sanciones pueden oscilar entre los 7.500 y 225.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción y de si se trata de una reincidencia. Además, las empresas pueden sufrir restricciones para contratar con la administración pública y ser incluidas en registros de empresas sancionadas.

  • Multas administrativas: Por infracción grave o muy grave según la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS).
  • Responsabilidad solidaria: Ambas empresas deben responder por salarios, cotizaciones y posibles indemnizaciones.
  • Conversión del contrato: Posibilidad de convertir la relación laboral en fija con la empresa usuaria.
  • Daño reputacional: Perjuicio a la imagen pública y pérdida de confianza de clientes y empleados.

Para el trabajador, aunque la cesión ilegal puede suponer una situación inicial de precariedad, también abre la puerta a consolidar sus derechos laborales, ya que puede reclamar una relación directa con la empresa real que lo ha dirigido, obteniendo mayor estabilidad y protección. No obstante, en muchos casos, la denuncia de este tipo de situaciones implica un proceso judicial o administrativo que puede generar tensiones laborales.

En definitiva, la cesión ilegal no solo es una infracción administrativa, sino que representa una violación grave del ordenamiento laboral que puede desequilibrar el mercado y perjudicar gravemente a los trabajadores. Por ello, es esencial conocer sus consecuencias y actuar con responsabilidad jurídica y ética.

Cómo denunciar una cesión ilegal

Denunciar una cesión ilegal de trabajadores es un paso fundamental para proteger los derechos laborales y corregir prácticas empresariales que vulneran la normativa. La denuncia puede realizarla directamente el trabajador afectado, un representante sindical o incluso un tercero que tenga conocimiento de la situación. Es un proceso accesible y gratuito que puede iniciarse de forma anónima ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

El procedimiento comienza con la recopilación de pruebas que demuestren que el control efectivo del trabajo lo ejerce una empresa distinta a la que figura como empleadora. Es recomendable reunir documentos, comunicaciones, registros de jornada, órdenes directas de trabajo, testimonios u otros elementos que evidencien la existencia de la cesión.

La denuncia puede presentarse de manera telemática a través de la sede electrónica del Ministerio de Trabajo, o presencialmente en las oficinas de la Inspección de Trabajo. Si se desea mantener el anonimato, se debe indicar expresamente en el formulario.

A continuación, se detallan los pasos principales para denunciar una cesión ilegal:

  • Acceder al portal oficial de la Inspección de Trabajo.
  • Seleccionar la opción "Presentación de denuncia" y completar el formulario correspondiente.
  • Adjuntar la documentación que respalde los hechos denunciados.
  • Indicar los datos de las empresas implicadas y una descripción detallada de la situación.
  • Optar por presentar la denuncia con datos identificativos o de forma anónima, según se prefiera.

Una vez recibida la denuncia, la Inspección de Trabajo puede iniciar una actuación inspectora. Si se confirma la existencia de una cesión ilegal, se requerirá a las empresas implicadas para que regularicen la situación y se podrán imponer sanciones económicas, así como ordenar el reconocimiento de la relación laboral con la empresa usuaria.

Además de la vía administrativa, el trabajador también puede acudir a los tribunales mediante una demanda laboral para reclamar el reconocimiento de su relación laboral directa con la empresa que realmente ha ejercido el poder de dirección. En estos casos, contar con asesoramiento jurídico especializado es clave para maximizar las posibilidades de éxito.

Procedimiento ante la Inspección de Trabajo

Cuando se presenta una denuncia por cesión ilegal de trabajadores, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social inicia un procedimiento formal para investigar los hechos. Este organismo tiene la potestad de comprobar si existe una vulneración de la normativa laboral y, en caso afirmativo, adoptar las medidas necesarias para corregir la situación. El procedimiento es riguroso, confidencial y puede iniciarse de oficio o a partir de una denuncia individual o colectiva.

El proceso se desarrolla en varias fases, que permiten a la Inspección recabar información, entrevistar a las partes y emitir un informe técnico. Durante todo el procedimiento, se garantiza la confidencialidad del denunciante, especialmente si ha optado por presentar la denuncia de forma anónima.

La actuación inspectora tiene como objetivo verificar la realidad laboral del trabajador: quién dirige, supervisa y controla su actividad, así como cuál es su verdadera integración en la estructura de la empresa. No se evalúa solo la documentación, sino también las condiciones prácticas del día a día.

Las principales etapas del procedimiento ante la Inspección de Trabajo son:

  • Recepción de la denuncia: Se revisa el contenido y la documentación aportada.
  • Asignación de inspector/a: Un funcionario del cuerpo de inspección asume el expediente.
  • Visita al centro de trabajo: Puede realizarse sin previo aviso para garantizar la objetividad.
  • Entrevistas y toma de declaraciones: A trabajadores, encargados y responsables de ambas empresas.
  • Revisión documental: Contratos laborales, nóminas, partes de trabajo, organigramas y cualquier documento que ayude a esclarecer los hechos.
  • Emisión de acta: En caso de detectar infracción, se levanta acta de infracción y propuesta de sanción.

Si la Inspección concluye que existe cesión ilegal, puede ordenar la regularización de la situación laboral del trabajador, obligar a la empresa usuaria a reconocer la relación laboral directa e imponer sanciones económicas. Además, el acta puede ser utilizada como prueba en procedimientos judiciales si el trabajador decide reclamar sus derechos por vía judicial.

Es recomendable que el trabajador afectado, si tiene dudas sobre cómo proceder o necesita asesoramiento, contacte con un abogado laboralista o con representantes sindicales. Estos profesionales pueden acompañarlo durante todo el proceso, asegurando que sus derechos estén protegidos en todo momento.

Derechos del trabajador afectado

Cuando un trabajador se encuentra en una situación de cesión ilegal, no solo está siendo víctima de una infracción grave de la normativa laboral, sino que también se le están vulnerando derechos fundamentales reconocidos por el Estatuto de los Trabajadores. Por este motivo, el ordenamiento jurídico español otorga al trabajador una serie de derechos específicos que le permiten regularizar su situación y protegerse frente a posibles represalias.

Uno de los principales derechos es el de solicitar el reconocimiento de una relación laboral directa e indefinida con la empresa usuaria, es decir, con aquella que realmente ha ejercido el poder de dirección y organización sobre su trabajo. Esta medida tiene un carácter retroactivo y se aplica desde el inicio efectivo de la prestación de servicios, permitiendo al trabajador reclamar antigüedad, salarios pendientes, complementos o indemnizaciones derivadas de despidos improcedentes.

El trabajador también tiene derecho a mantener su puesto de trabajo en las mismas condiciones que si hubiese sido contratado legalmente por la empresa usuaria desde el primer momento, sin que la cesión ilegal suponga una causa válida de despido.

Entre los derechos más relevantes que puede ejercer un trabajador afectado por una cesión ilegal, destacan:

  • Reconocimiento de la relación laboral directa con la empresa usuaria.
  • Estabilidad en el empleo y conversión del contrato en indefinido.
  • Reclamación de salarios, cotizaciones y antigüedad desde el inicio de la cesión.
  • Acceso a los derechos colectivos en igualdad de condiciones con el resto de trabajadores de la empresa usuaria (sindicatos, comités, etc.).
  • Indemnización por daños y perjuicios en caso de perjuicio económico o profesional.

Además, el trabajador cuenta con la posibilidad de acudir a la vía judicial para reclamar sus derechos si la empresa no regulariza voluntariamente la situación. En este proceso, es clave contar con asesoramiento jurídico especializado que evalúe las pruebas disponibles y represente adecuadamente los intereses del trabajador.

En definitiva, aunque verse inmerso en una cesión ilegal puede generar incertidumbre, el ordenamiento laboral español ofrece herramientas eficaces para que el trabajador recupere su estabilidad y dignidad profesional. Actuar a tiempo y conocer estos derechos es el primer paso para poner fin a una situación de vulnerabilidad.

Jurisprudencia y casos reales

La jurisprudencia española ha abordado en numerosas ocasiones la figura de la cesión ilegal de trabajadores, consolidando criterios claros sobre cómo identificarla y cuáles son sus efectos legales. Analizar sentencias y casos reales permite entender mejor cómo actúan los tribunales ante estas situaciones y qué aspectos son clave para determinar la existencia de una cesión fraudulenta.

Uno de los casos más citados es el de la sentencia del Tribunal Supremo de 11 de julio de 2007, en la que se declaró la existencia de cesión ilegal porque la empresa contratista no disponía de estructura empresarial propia ni ejercía labores de dirección. El trabajador, aunque formalmente contratado por una subcontrata, estaba totalmente integrado en la plantilla de la empresa usuaria, que organizaba sus horarios, tareas y vacaciones.

En este caso, el Supremo reconoció el derecho del trabajador a ser considerado indefinido en la empresa usuaria, señalando que “la formalidad del contrato no puede encubrir una realidad contraria a derecho”.

Otro ejemplo significativo es la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 3 de octubre de 2019, en la que se estimó la demanda de una trabajadora que llevaba años prestando servicios para una entidad pública, contratada por sucesivas empresas externas. La Inspección de Trabajo intervino tras la denuncia sindical y concluyó que la trabajadora era dirigida directamente por personal del organismo público, lo que fue determinante para que el juez declarara la cesión ilegal.

  • El trabajador no tenía superiores en la empresa contratista, sino en la administración pública.
  • Las tareas y medios eran proporcionados por el organismo estatal.
  • No existía autonomía empresarial en la empresa interpuesta.

Además de sentencias judiciales, también hay casos mediáticos que han visibilizado esta práctica, como los conflictos en el sector del telemarketing o la subcontratación de servicios de limpieza y seguridad en grandes empresas. En todos ellos, el patrón se repite: uso de empresas pantalla, control efectivo por parte del cliente y precariedad en las condiciones laborales.

Estos casos demuestran que la lucha contra la cesión ilegal es constante y que tanto la Inspección como los tribunales están alineados para combatirla. Conocer estos precedentes ayuda a trabajadores y profesionales del derecho a actuar con mayor seguridad y eficacia frente a situaciones similares.

Preguntas Frecuentes

La cesión ilegal de trabajadores genera muchas dudas tanto en empleados como en empresarios. A continuación, resolvemos algunas de las preguntas más frecuentes para aportar claridad y orientación práctica sobre este tema. Conocer las respuestas a estas cuestiones es clave para prevenir situaciones irregulares y actuar correctamente en caso de detectar una cesión ilegal.

¿Cómo puedo saber si estoy siendo víctima de una cesión ilegal?

Si recibes instrucciones directamente de una empresa distinta a la que figura en tu contrato, utilizas sus medios, trabajas en sus instalaciones y no tienes contacto real con tu empresa contratante, es muy probable que estés en una situación de cesión ilegal. En estos casos, conviene recopilar pruebas y solicitar asesoramiento legal o sindical.

¿Puedo denunciar de forma anónima?

Sí. La Inspección de Trabajo permite presentar denuncias anónimas a través de su sede electrónica. No obstante, si deseas obtener un reconocimiento de tu relación laboral directa con la empresa usuaria, será necesario identificarte para poder iniciar una reclamación formal.

¿Qué consecuencias tiene para la empresa una cesión ilegal?

Las empresas implicadas pueden enfrentarse a multas de hasta 225.000 euros, a la obligación de contratar al trabajador afectado como indefinido y a responder solidariamente por salarios, cotizaciones e indemnizaciones. Además, pueden ser excluidas de contratos públicos y sufrir daños reputacionales.

¿Puedo perder mi empleo si denuncio?

No. Cualquier despido como represalia por denunciar una cesión ilegal puede ser declarado nulo por los tribunales. En estos casos, el trabajador tiene derecho a ser readmitido y a percibir los salarios dejados de percibir. Es recomendable contar con asesoramiento legal para proteger tus derechos durante el proceso.

¿Qué beneficios obtengo si se reconoce la cesión ilegal?

El reconocimiento te permite consolidar una relación laboral estable, con contrato indefinido desde el inicio de la cesión. También podrás reclamar antigüedad, salarios impagados, diferencias salariales y cotizaciones a la Seguridad Social, así como formar parte de la plantilla real de la empresa para efectos de representación sindical y promoción profesional.

Conclusión

La cesión ilegal de trabajadores es una práctica que vulnera derechos fundamentales en el ámbito laboral y que, aunque en ocasiones pasa desapercibida, tiene consecuencias significativas tanto para las empresas como para los trabajadores. A lo largo de este artículo hemos analizado en profundidad qué es la cesión ilegal, cómo diferenciarla de una subcontratación legal, los principales indicadores para detectarla, así como las vías legales para denunciarla y los derechos del trabajador afectado.

La legislación laboral española establece mecanismos claros para combatir esta figura, protegiendo al trabajador mediante la posibilidad de consolidar una relación laboral directa con la empresa real que ejerce el poder de dirección. Asimismo, se contemplan sanciones severas para las empresas que incumplen la normativa, garantizando un marco de actuación más justo y transparente.

Denunciar una cesión ilegal no solo protege los derechos individuales, sino que contribuye a mejorar el sistema laboral en su conjunto, evitando abusos, competencia desleal y precariedad estructural.

Es fundamental que los trabajadores estén informados y atentos a los indicios que puedan revelar una cesión fraudulenta. Del mismo modo, las empresas deben actuar con responsabilidad, asegurándose de que cualquier colaboración externa se ajuste a los requisitos legales y respete los derechos laborales. Apostar por una gestión ética y legal no solo evita sanciones, sino que también mejora el clima laboral, la reputación corporativa y la productividad.

En definitiva, la lucha contra la cesión ilegal de trabajadores es una tarea compartida entre trabajadores, empresas, sindicatos y administraciones. Solo desde el conocimiento, la acción y la colaboración podremos construir un mercado laboral más justo, equitativo y sostenible para todos.

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